Capítulo siete.

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Me quedé detrás de un arbusto sentado en el suelo, escuchando otra pieza.
¿Hace cuánto viene aquí?
Intento pensar que es para desahogarse. Una vez he leído que una persona que ejecuta/toca instrumentos suele desahogarse con ellos, si estás furioso, triste o feliz, ellos serán tus mejores amigos, si se los permites.
Emily cada vez más se vuelve interesante.
No logro entender porqué me llama la atención. Nunca sentí algo así por alguien. Siempre me encerraba en mi mundo y no quería saber nada de de nadie.
- ¿Qué haces aquí? - Me quedé paralizado - TE PREGUNTE ¿QUÉ HACES AQUÍ?
Me doy la vuelta y era Emily señalandome con su arco.
- E-em... y-yo... -Tartamudee, no sabía que decirle, estará pensando que soy un acosador.
No, no, no, no. Esto está mal.
Ella me mira con el seño fruncido. Su mirada me intimida.
- ¿Me estabas acosando? - Me quedo con la boca abierta. - ¿Desde hace cuándo lo haces?
Aún no sé que decir. Me quedé sin palabras.
- ¿Te comió la lengua el gato? - Me dice ella.
- ¡NO! - ella sobresalta por mi grito. Me levanto decidido.
- ¿Entonces? - Ella baja el arco y deja de señalarme.
- Estaba pasando por la calle de allí - Digo señalando la calle que esta detrás de los arbustos, que no se logra ver. Pero esta ahí - Dirijiendome hacia mi casa - Trago saliva - Y escuche...
- El violín - me interrumpe ella.
- Sí - Afirme.
Ella me mira desde abajo hasta arriba.
- Llevas el mismo uniforme que yo.
- Vamos a la misma escuela - Le respondí.
Decidí armarme de valor.
- Hoy no fuiste al colegio.
- No - Dice ella con un suspiro y camina hacia una banca, coloca su violin en su estuche y lo deja junto a ella. Me limito a seguirla.
- Los rumores vuelan - Me dice ella, esta tan segura que lo se todo. Y no es mentira, si lo sé.
- ¿Puedo sentarme? - Le pregunto señalando el lugar vacío junto a ella.
- Si quieres interrogarme y humillarme e incluso fingir que te agrado para sacarme información te digo que te vayas de aquí ahora - Me estremesco al oír estas palabras, muy duras y poco sensibles.
- Se lo que ha pasado.
- ¿Y?
- Yo no soy la gente - Le miro en el rostro, diría ojos pero ella mira más allá.
La vista de aquí es muy bonita. Puedo ver las nubes y los edificio más altos desde lejanías.
Ella se limita a sonreír.
Una sonrisa muy hermosa.
- Siéntate.
Y lo hago.
- ¿Por qué tienes el uniforme del colegio si no haz ido?
- Mentí - Me dice ella tan decidida y me mira.
- O sea...
- Le dije a mi abuela que vendría hoy al colegio, pero solo quería un poco de privacidad para desquitarme.
- Oh, ya veo.
Más incógnitas entran en mi cabeza, ¿su abuela? No era que vivía con sus padres.
- Me llamo Jim - Le digo.
- Ya lo sé - ¿Ya lo sabe? Pienso. - Eres el antisocial del salón y el único con el que sueles hablar es con el chico del piercing en la nariz, no recuerdo su nombre.
- Edward - Le dije.
- Si eso.
Nos quedamos en silencio viendo el vacío. Por unos minutos.
- Me gusta venir aquí - Dice ella tan aliviada. Mirando hacia el suelo, decido solo escucharla - Este lugar me tranquiliza, en especial porque no cualquiera encontrara este lugar, puede que suceda así como tu, no entraría en un baldío, porque crees que lo es, pero pasando estos arbustos - Dice mirando hacía ellos, lo cuales están a unos diez metros de nosotros - Podrás ver esta belleza - Dice mirando hacia los edificios y el cielo.
- Sí, es hermoso. - Afirme.
- Mis padres... -Me sobresalto al oír que sacará el tema - No van bien desde hace años, y ahora que paso lo de mi madre, se van a separar, desde que ha ocurrido eso he estado con mi abuela, ella quería que hoy venga al colegio para despejarme de todo este lío, pero, no podía irme con todas esas personas hablando mal de mi.
- Tu no tienes la culpa - Le digo tocándole el hombro.
- Pero igual me involucran el ello.
- Las personas son muy idiotas - Le digo.
- Incluyendote.
- Sí.
- Te queres relacionar con una persona como yo, créeme que ahora también van a hablar mal de ti - Me mira, nuestras miradas se encuentran. Sus ojos verdosos son tan hermosos, sus pupilas son diminutas.
- No me importa lo que los demás digan de mi - Miro al suelo - Si dependieramos de lo que los demás digan o opinen de nosostros, jamás seremos felices ni libres - La vuelvo a mirar. - Esta es mi vida y yo decido que hacer con ella, yo también me las voy a arreglar si algo me llega a pasar, pero valdrá la pena arriesgarme por ti, si eso me hace feliz.
Mi rostro se sonroja al captar las palabras que acabe de soltar, aparto rápidamente la mirada de ella.
Emily comienza a reírse, intento seguirle la corriente.
- Eres tan idiota - Dice entre risas - Me acabas de hacer el día.
Nuestras miradas se vuelven a encontrar.
Suelto una sonrisa.
- Tienes una bonita sonrisa - Me dice ella. Vuelvo a apartar la mirada.
- OH NO - hace que me sobresalte.
- ¿Qué pasa? - Le pregunto.
- Ya me tengo que ir.
Agarra su violín y su mochila.
- Bueno - Le digo.
- Gracias por todo Jim.
- ¿Cuándo volverás al colegio?
- La semana que viene.
- Te estaré esperando - Y me despido con la mano.
La veo irse.
Levanta la mano y se despide - ADIÓS JIM - me grita.
Luego desaparece entre los arbustos.

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