365 días junto a ti.

Capítulo nueve.

Mis manos están sudando y no logro entender porqué.
Estaba nervioso paseando por mi habitación, pensando que prenda llevarme puesto.
Abrí mi armario.
— ¿Traje? —. Mientras pasaba mis manos por el traje que tenía.
* No idiota, eso ya es exagerado, solo será una reunión normal * — Dijo mi conciencia.
— Pero es con Emily —. Volví a pasearme por mi habitación.
Estoy nervioso.
* Solo te ha pedido para ir a la biblioteca a ayudarle con sus apuntes de las clases que ella ha faltado. *
— Ay si —. Me pego la cabeza con la mano.
Ya estoy exagerando.
¿Pero por qué me pone tan nervioso?
Mi corazón palpita.
Desearía que ya no lo haga de esta manera.
No sé lo que es, tal vez se me lo quite con una píldora.
¿Buena idea?
—Agh
Vuelvo hacia mi armario y saco unos jeans junto con una camiseta.
— Algo normal —. Mientras me comienzo a vestir.
Agarro mis apuntes junto a mi mochila.
Bajo las escaleras.
Intento actuar normal.
Miro el reloj. Marcaba las 13:30 de la tarde.
Ella me había pedido que vaya para las 14:00 hs.
Tengo tiempo para llegar.
Al acercarme al refrigerador para tomar una píldora escucho a mi mamá bajar las escaleras.
Intento ocultar lo que estoy haciendo.
— ¿Dónde vas? — Me pregunta acercándose a mi.
— Creí que no iba a ser problema — Dije tragando la pastilla.
Comenzé a toser.
— Oh hijo — Se acerca más a mi y me da unas palmadas suaves en la espalda.
— Tranquila, estoy bien.
Me incorporo.
— ¿Adónde ibas?
— Voy a salir con una... — ¿Cómo le debería llamar a Emily?
— ¿Con Edward?
— No — Me sentí avergonzado — Con una nueva amiga.
— ¿Encerio? — Me agarró de los hombros — Y, ¿cómo es ella? ¿cuándo me la presentarás? ¿cómo se conocieron? — Me alejo de ella, son muchas preguntas.
— Mamá voy a llegar tarde — Le digo mientras intento acercarme hacia la puerta de salida.
— Vaya hijo, cuando vuelvas me cuentas todo.
— Si mamá —Agarro el picaporte y salgo de casa.
Mi mamá grita por la ventana.
— ¡ESPERO QUE LA PASES BIEN!
Yo también espero eso.