2. Caturelli

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Como dije, no la iba a dejar libre hasta que nos contara, asi que inmediatamente nos levantamos de la mesa y nos dirigimos a los salones correspondientes (Mejor dicho " el salón correspondiente" ya que "misteriosamente" quedamos juntas) ya que no queriamos dar una mala impresión a los nuevos profesores.

Caminamos. Corrimos. Volamos hacia el aula, chocando y tumbando a algunos inocentes estudiantes que también estaban corriendo por los pasillos y escaleras.

Subimos las primeras escaleras. Las segundas. Y las terceras. Nos sentíamos grandes, ya estabamos en tercer grado de preparatoria. Yo solo tenia dieciseis pero ya faltaban pocos meses para cumplir los diecisiete. Caminamos un poco más buscando la aula del profesor Mushroom, cuando la encontramos intentamos entrar las tres al mismo tiempo chocando ridículamente. Pero claro, la urgida Ruth se compuso rápido y se adelantó tomando asiento a un lado de un chico no-nuevo pero extraño. Uziel Caturelli. Mi rival desde primero. Tuvimos un conflicto sobre meterse con mis amigas porque empujó accidentalmente a Lia, pero yo tenía ganas de pelear entonces vi mi oportunidad en él, convirtiéndonos en rivales a muerte. Aunque yo sabía que había algo más allá de eso. Sin embargo nose como me pude haber peleado con alguien tan guapo como él. No es mi culpa que las mujeres tengan periodos.

Por qué esta tarada se habrá sentado ahí? Perra.

Percatándose de mi ausencia mental, Lia me da un pequeño pellizco. Y de vuelta a la realidad. Lia pasó por enfrente de mi y se sentó en la ultima fila en la esquina. Me dejó el lugar más preciado. Nótese el sarcasmo.

Y ahí estaba yo. Sentada en la primera fila. Sección del medio. Con el profesor de apellido estúpido, y claro, cara tám...

Mierda. Mierda. Mierda.

Esta debe de ser la primera vez en la historia en la que ocurre algo como esto. El profesor de apellido ridículo. Por supuesto que NO tiene una cara ridícula... Ni cuerpo.

- Buenos días estudiantes, como verán, soy nuevo en el instituto, pero no significa que jamás e dado clases. Me gradué en una de las mejores universidades en Inglaterra pero sé que eso no les importa entonces comencemos a presentarnos.- dijo con una gran sonrisa y dando una pequeña palmada contra sus manos, inclinándose en un pie para sentarse en su perfecto escritorio de profesor. - Bueno, yo ya me presenté, es turno de ustedes, comencemos por tí- dijo al ver que no emitíamos sonido alguno y señalando al primer chico de la fila primera.

- Josh- dijo el tímido Josh que nunca hablaba en clases mas que para participar.

- Vamos, cuéntanos tu pasatiempo favorito- agregó el profesor en tono amigable y haciendo un ademán con su mano. Sentado en su escritorio.

Mierda. Te quedas embobada con los profesores y ni cuenta te das de cuándo se mueven.

- Emm... Me gusta estudiar-

- Buuuuuuuuuuuu- Se escuchó la buya de todos, y claro, la mía también porque ser realista no significa perder la oportunidad de molestar a alguien.

- Bueno y ahora tú- dijo el maestro parando la buya y señalando al siguiente. El siguiente y después yo.

- Tony, y me gusta hablar con chicas lindas, como tú- dijo el mayor idiota de todos dirigiendo su asquerosa cabeza hacia mi y levantándome una ceja.

Estúpido.

- Uuuuuuuuu- dijo el resto de la asquerosa clase. Lo cual hizo que el profesor se pusiera serio.

- Bueno ahora tú- dijo olvidándose de su ataque de amargura, de regreso a la amabilidad y dirigiéndose hacia mi.

- Este... Yo...- dije malditamente nerviosa. Lo cual nose porque, pero nunca estoy nerviosa.- Soy Julia, Julia Hall- dije dando a entender que no quería continuar.

- Bien, ahora tu pasatiempo favorito- dijo el profesor. Nose porque el no capto la indirecta de "no me jodas" y siguió. No quería darle mi pasatiempo favorito.

Espera. No tienes porque ser sincera. Puedes mantener tu reputación intacta si inventas algo como matar gente etc.

Pero había algo en ese profesor ( además de guapo) que me hacia sentir culpable al no decir la verdad. Pero yo era más fuerte que eso.

- Matar pichones- dios mio, ME GOLPEO LA FRENTE MENTALMENTE. No se me pudo ocurrir algo más ridículo. Y ahora qué? Soy la sanguinárea depresiva de la escuela? Parece que esto dañó más mi reputación que decir solamente "cantar".

- Muy interesante- dijo el guapo maestro con sonrisa burlona mientras todos permanecían en silencio creyéndose mi "gran" mentira.- Continuemos. Tú, porfavor- agregó señalando a mi compañero de a lado. Michael. Un nerd. Me senté junto a el para cuidar mi reputación de niña mala copia a nerds. Aunque enrealidad yo soy muy inteligente. Solia tener de las mejores calificaciones. Pero me harté de ser perfecta. Me gusta más esta vida. Se siente bien ver a la gente sacarse canas verdes del coraje cuando no pueden hacer que hagas lo que ellos quieren. Por eso soy así. Y también por el odio a los clichés, claro.

- Soy Lionel, Lionel Aigner- dijo esa inesperada voz, nueva, jamás la habia escuchado, lo que hizo que me volteara hacia él de manera sobresaltada. Y ahí estaba, con la espalda recargada en la parte baja de la silla, la mirada gacha pero los ojos en la pizarra y una sonrisa perversa. Un idiota queriéndose pasar de listo con todos. Y quitarme mi puesto. - Mi pasatiempo es matar tarántulas- volteó y me guiñó un ojo.

Hijo de p*ta.

- Wow, ustedes dos chicos- nos señalo el profesor con dos dedos y mirada confusa. - Tienen muchas cosas en común.- siguió con la mirada extraña. - Me alegra de que sean compañeros de escritorio para todo el ciclo- y se relajó encogiendo los hombros.

No, no y no. Si algo odia también, eran las monotonias. Hacer lo mismo todos los días no era lo mio. Estoy amargada de nuevo. Uno: estuve desde que "El senor Lionel" me retara. Y dos: esto de monotonias me agrega la cereza. Y que hago cuando me enojo?... Simplemente me cierro y no hablo con nadie. Pero si esa persona me habla?... Dios lo libre.

Así continuó la clase. Mencionando nombres, pasatiempos y una que otra broma estúpida como la del idiota de Tony. Hasta que sonó la campana anunciando el hermoso receso para unos, y la oportunidad de torturar a Ruth para que hable para mi.

Uno, dos, ocho, veinte estudiantes saliendo y no hay señales de Ruth, tendré que girar para verla pero no puedo, el señor Lionel está atrás de mi.

Cuando Lia pasó me alivié y me apresuré a levantarme acomodando agilmente mi falda. Por si al señor Lionel se le ocurria hacer otra de sus gracias. - Hey, vamos a la cafetería- le dije demasiado entusiasmada a Lia.

- Emm... Julia...- dijo haciéndome un disimulado gesto de súplica. Claro. No me percaté de que estaba acompañada por nada más y nada menos que Aaron. Aaron el chico guapo del cual nadie sabia su apellido. Pero era guapo. Y estaba bueno. Es lo que importa.

Como respuesta le hice un gesto de reproche y meneé mi cabeza hacia los lados. Y cuando giré a la derecha me percaté de que Lionel el Junior estaba ahí.

- No te preocupes, yo me encargo de ella- dijo el Junior a mi amiga con una descarada sonrisa en su cara perfecta de Junior. - Ven Hall, vamos a donde quieras- dijo tomandome la mano. De la cual me solté en el mismo instante.

Lia me miró con un gesto de impresionada-divertida o algo así. E hice el mismo gesto de reproche al darme cuenta de que lo aprobaba, solo que esta vez lo hice con real desprecio e ira. - Bueno, entonces vamonos Aaron-.

Perra. No me puede estar haciendo esto. Hoy es el día en que todos me avandonan?

- Nos vamos?- dijo Lionel con tono paciente y divertido.

- Emm...-

Heart-BreakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora