5. El Junior

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Dejamos de discutir por el bien de Lia que se estaba empezando a estresar. Cuando salimos en su choche, sin excepciones, ella es la que conduce. Cualquier cosa la puede estresar, y si se estresa manejando un auto las cosas no van bien.

Una ocasión en particular, nos dirigíamos a un lugar citado para una pelea ilegal, mi plan no era pelar pero en el camino mi adrenalina iba aumentando y decidí que iba a pelear. Como siempre Ruth no lo aceptó y empezamos a discutir.

- No creo que sea tan mala idea pelear, serán novatos.- Le dije al público en general ( Lía y Ruth)

- Si, no es mala idea pero no lo vas a hacer, no siempre las buenas ideas dependen de buenos colaboradores.- dijo Ruth con su tono de mamá que siempre utiliza para evitar que yo haga algo, lo cual me enojó.

- Insinúas que no soy capaz de llevar a cabo una buena idea? Te recuerdo que la seguridad no siempre te lleva a los mejores lugares!- fui soltando subiendo la voz. Ya me tenía harta que siempre trate de hacer todo de la manera segura. Pero era mi amiga y la quería.

- Chicas ya, no es bueno que peleen tanto.- Lía intervino con voz sigilosa.

- No! Pero tampoco la violencia, tan sólo piensa un poco antes de golpear a alguien! Usa algún día tu maldito cerebro si es que existe!- ignoró la advertencia de Lía. Dijo eso con tanta furia que las venas de su cuello se saltaban.

- Ya cállate!!!- solté a Ruth, pero provoqué que Lía perdiera en control de su convertible y chocáramos con un árbol. Ah pero este no era cualquier árbol, tenía que ser el árbol de mi maldita suerte y estaba más ancho que la Muralla China.

Lia y Ruth gritaron y a mi no me quedó más remedio que aferrarme al asiento con los ojos bien abiertos y la boca abierta. Ese era un buen momento para tomar una foto y burlarse de nuestras caras, pero no era muy prudente.

Sólo se sintió el carro sacudiéndose y después empezó el humo. Salimos lo más rápido que pudimos, ya habíamos observado esa escena en las peleas ilegales. En las peleas también existe una zona dedicada a las carreras de autos, o arrancones ilegales. Cuándo salimos y nos alejamos el coche nuevo de Lia comenzó a incendiarse. No teníamos las palabras para lamentarnos y tampoco las palabras para explicarles a sus papás como sucedió. Desde entonces peleo todas las veces que puedo, para poder pagar el coche de Lia con el dinero de las apuestas. Ruth insiste ser mi "manager", pero si se lo permito solo me conseguirá rivales fáciles.

- Llegamos! Por fin!- dijo Ruth demasiado emocionada. Como si se muriera de hambre. Pero yo se que nuestra mini-pelea le incomodó todo el camino.

Todas bajamos en silencio apreciando el nuevo local, aún lo estaban pintando. Una de las cosas que me provocan vomitar aparte de azufre es el olor a pintura fresca.

Después de entrar nos dimos cuenta que el mesero formaba parte de los arrancones ilegales, pero por política debíamos actuar como si no lo conociéramos.

Ya puedo percibir el olor de la pizza.


- Le puedo retirar?- pregunta el "no muy común" camarero.

- Claro- respondí con rapidez, y ágilmente coloque un pedazo de papel que preparé antes citándolo en la cocina.

- Voy al baño.- dije cortante a Ruth y Lia, es así como siempre les aviso algo. Porque yo no pido permiso yo solamente aviso.

Camino por el pequeño local hasta llegar a la cocina, donde no pido permiso para entrar, y tampoco aviso. Solo entro.

- Por qué no estas en los arrancones?- le suelto directamente, así como la respuesta que espero.

Heart-BreakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora