Me alejaba cada vez más de la puerta del aula. Seguí el pasillo hasta las escaleras y bajé los tres pares. Una por una. Cuando llegué a la planta baja me percaté de que estaba nublado, lo cual no era malo, me gustaban los días lluviosos. Llegué a la zona donde se encontraba el escritorio de la recepcionista, la cual había sido acusada de acostarse con el director, y ya estaba bastante enojada como para tratar de ser amable con alguien más entonces simplemente la pasé.
- Yo supongo que debería supervisar un poco más a los profesores. La edad afecta a los oídos, ya sabe.-
- Bueno esto no pasa muy a menudo. Tiene razón, es por eso que contratamos al señor Mushroom, necesitamos a personas más actualizadas, lo tomaré en cuenta señor Aigner.-
Esa voz conocida, lo debí suponer. Me alejé de la puerta en cuanto reconocí la voz del junior hablando con el director, en el acto tropecé con un pequeño bote de basura fuera de lugar, haciendo que la secretaria se percatara de mi presencia.
- Oh, toma asiento, disculpa, el director te atenderá en un momento.-
- No, ya me i...
- Wow. Señorita Hall, que sorpresa. No se preocupe, ya me encargué de su asunto. Denada.-
Mi mirada amenazadora fue suficiente como para dejar en claro que me molestaba cuando la gente creía que no era capáz de hacer algo. Sin dar aviso me jaló del brazo y me arrastró al pasillo fuera de las oficinas.
- Dije de-na-da.- me acorraló de nuevo contra la pared como lo hizo en los casilleros.
- No me importa lo que digas.- sabía que un golpe en cualquier parte sería inutil para safarme, cualquier maniobra también lo sería, entonces opté por un truco de la vieja escuela. Tomé todo el impulso que pude en mi garganta y le escupí en la cara. Su expresión fue lo mejor del día. Aflojó su agarre para limpiarse y en eso me safé caminando como normalmente, sabía que no iría trás de mi pero por si las moscas tomé el elevador.
Claro, no pudo alcanzarme. Mas bien parecía que ya no estaba siguiendome. Ya no quería verlo. Casi siempre le doy a las personas una oportunidad, si me molestan demasiado, las aparto, si parecen tener potencial de amigos, les doy otra oportunidad. El caso de Lionel es el primero.
Había dedicado demasiado tiempo de mis pensamientos en el Junior, es hora de usar el cerebro para cosas más importantes. Como interrogar a Ruth.
Después de un tiempo infernal en el elevador (infernal para personas claustrofobicas como yo) cuando llegue al piso tres caminé por los pasillos, no prestando atención a nada, solo pensando en el interrogatorio que le haría a Ruth.
No tiene nada de malo si tus amigas coquetean con chicos, es por eso que con Lia no me preocupo. Pero si tu amiga, la que nunca sale con nadie más que contigo, te ignora por tu enemigo, solo significa una cosa. Traición. A menos que tenga una muy buena razón.
Cuando llegué al salón las clases seguían normalmente. Sin ver a nadie me senté. Estuve sentada sin poner atención a la clase pensando, hasta que sonó la campana de la salida.
Como aún no me acostumbro al nuevo horario me estoy muriendo de hambre y Lia y Ruth quedaron conmigo de ir a comer a un restaurante nuevo de pizzas.
- Hola, lista?- dijo la desaparecida Ruth. Me sacó de mis pensamientos, cosa que me molesta de la gente, pero si es ella no hay problema.
- Si - dije, - Por cierto, se puede saber porque me ignoraron todo el maldito día?- Le reclamé. Ya no podía con más. Me estaban ignorando. Y a mi nadie me ignora.
- Julia, después de todas tus asañas y logros, vas a reclamar como una niña pequeña?- Lo dijo. Dijo lo de los logros. En voz alta.
- No hay otra manera de reclamar, y quizá de una vez por todas puedas tratar de no hablar de esto en público.- Le advertí en tono amenazante, ese era el único tono que podía utilizar con alguien que habla de ese tema en público.
- Nadie aqui se imagina lo que hacemos fuera de la escuela. Somos comunes.- Lo dijo como en un susurro que solo yo escuché, pero podría haber sido suficiente para cualquier sapo.
Sin más remedio ante la falta de cerebro de Ruth la arrastré hasta la salida de la preparatoria para subirnos al Jeep de Lia e irnos a comer, porque aún tenía hambre.
- Porque me ignoraban?- Le solté a Lia en cuanto nos subimos al auto.
- No te ignorábamos linda, solo nos divertíamos.- Contestó Lia ligeramente. Con una sonrisa de idiota que yo jamás e podido tener.
- Ok, contigo lo entiendo. Pero tu, Ruth? Jamás lo habías hecho, y mucho menos si se trata de Uziel. No entiendo nada.-
- Julia...- Ruth empezó de manera tímida.- Sabes que Uziel me puede ayudar con mi asunto.
- Tu asunto es más un capricho...
- Julia! yo quiero esto tanto como tu quieres las peleas.-
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Heart-Breaker
Teen FictionA Julia Hall no se le podría calificar como la típica adolescente que se comporta adecuadamente, mas bien seria todo lo contrario, y más si agregamos su aborrecimiento a los clichés. Esto nunca cambiará, a menos que...