— ¡Hola, Luzu! — saludó Rubén con su característico buen humor.
— ¡Hola, Rabis! ¿Y esa felicidad? — preguntó mientras tomaba de su té.
— No es nada, solo quería platicar contigo un rato, aunque sea por video llamada.
Así como Samuel, Willy prefirió llevar a Luzu a un lugar alejado de la ciudad, Andorra era un lugar tranquilo para vivir. Los omegas podían salir sin la preocupación de que algún Alfa les pueda hacer daño. Pues la mayoría estaban casados o muy viejos como para poder moverse bien.
— Bien, ¿hay alguna buena nueva que me quieras contar?
— Pues por ahora todo esta muy tranquilo ya sabe-
— ¿La cuna podría ser color café bajo...? ¡Oh, hola Luzu!
— ¿Cuna? Espera...¡¿ESPERA QUÉ?!
— ¡Sorpresa! — gritó la pareja con entusiasmo.
— ¡No me jodan! ¡Guillermo! ¡Guillermo ven acá! — gritaba Luzu con desesperación, cosa que Willy escuchó desde afuera en el jardín.
— ¡¿Qué pasó?! — preguntó el recién llegado.
— ¡Rubius y Vege van a ser padres!
— ¿Qué? ¿Enserio? ¡Felicidades!
— Gracias — Dijeron ambos al mismo tiempo para que después Vegetta saliera del alcance de la cámara, volviendo minutos después con una sonografia
— Es apenas del tamaño de una lenteja.
— ¡Aaww es tan cute! ¡Willy tengamos uno! ¡Yo también quiero una lenteja!
Nadie dijo nada después de 30 segundos hasta que Willy rompió el silencio.
— ¡Bien! ¡Hay que hacer una lenteja!
La llamada termino ahí, pobre Luzu.
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