— ¿Estás bien? — preguntó una voz que reconoció al instante por lo que volteó y ahí estaba, su lindo omega con el cabello mojado y una bata de baño cubriendo su cuerpo húmedo. — Estás temblando, ¿ocurrió algo? — preguntó suavemente llevando su mano a la frente del alfa para verificar que no tuviera fiebre. Éste la tomó de inmediato y lo jaló para abrazarlo y apretarlo entre sus fuertes brazos. — Emm...¿Estás bien? — preguntó intentando separarse para ver qué pasaba pero Samuel solo lo abrazó con más fuerza. Pasaron unos minutos hasta que su agarre se fue haciendo más suave y habló.
— Creí que algo te había pasado — dijo por fin soltando feromonas para aligerar el ambiente, pero un olor amargo también se hizo presente y éste al darse cuenta rápidamente se separó para ver qué ocurría
— Oh, lo siento tanto...hice que te sintieras mal — hablaba el pequeño omega entre sollozos al sentirse culpable por hacer sentir mal a su alfa. — Soy una mala persona p-por hacerte sentir mal — y lloró aun más fuerte, alarmando a su pareja que rápidamente lo abrazó de nuevo para tranquilizarlo y sentarse con él en el sillón.
— Rubén ya habíamos hablado de esto, tranquilo, solo me asusté al no verte en la casa, pero ya pasó chiqui, solo recuerda que debes avisarme cuando vayas a nadar al lago, ¿está bien? — el menor solo asintió, no podía hablar aun, aparte que tenía hipo.
— Vi que hiciste un pastel — volvió a asentir — ¿Qué te parece si comemos mientras vemos una película en la cama? — un pequeño "sí" se escucho y Samuel se levantó del sillón para tomar a Rubén y ponerlo en su espalda mientras agarraba el pastel entre sus manos y subía las escaleras para ir a su ha habitación.
— ¿Podemos ir a la mía? — preguntó Rubén de repente a lo que Samuel no pudo decir que no, sabía lo sensible que era Rubén después de llorar así que se encargaba de consentirlo lo más que podía cuando cosas así pasaban.
Llegaron a la habitación y Rubén bajó de su espalda para poner una película. Mientras qué Samuel se recostaba en la cama esperando pacientemente.
La habitación de Rubén era enteramente rosa en diferentes tonos, mayormente bajos.
Con una cama suave y en colores neutrales, no muy chillones, algunas luces y varios peluches para estar acompañado. Suele dormir las siestas en esa habitación cuando Samuel esta ocupado o no esta en casa.
Dos armarios con bastante ropa, ya que a Samuel le encanta comprarle y verlo usándola.
Y más cosas Rosas, obviamente. Aunque también blancos y color crema.
Un peinador para ver como le quedan sus atuendos y de vez en cuando ponerse algo de maquillaje.
A un lado un baño con una enorme tina para darse relajantes baños de burbujas cuando esta aburrido.
Cuando termino de poner la película se recostó en la cama junto al pelinegro y se quedaron ahí hasta quedarse dormidos.
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