Compañía en la obscuridad [Glare 1/3]

Capítulo 7: El 3er López

La semana después de la fiesta todo el mundo habló de Agustina y de mí.

Agus, Axel y yo nos volvimos más unidos, pasamos todos los almuerzos juntos en las gradas del campo de fútbol o debajo de ellas en ocasiones.

Somos un grupito de 3 y Axel emocionado no nombró la triple A, lo dijo por las pilas AAA cómo si fuéramos energía positiva pero a mí me sonó más a la dictadura militar así que nuestro apodo murió rápido.

Ya pasaron un par de semanas de la fiesta, el otoño ya comenzó a hacer estragos en las hojas de los árboles y eso significa que mi cumpleaños esta a la vuelta de la esquina.

Estoy saliendo del instituto, camino hacía Agustina, Braian y el 3er López.

Estas semanas Agus y yo nos hicimos amigas de Braian y cómo es el mejor amigo de Matias López eso nos acercó a él también.

Es lindo, su pelo es más oscuro que el de sus hermanos y sus ojos algo más claros, mientras el resto de los Lopez tienen ojos y pelo castaños, el tiene el pelo negro y ojos marrón claro casi miel.

Lo he notado mirándome, Agustina se pone intensa cuándo el y yo estamos cerca diciendo que le gusto pero no lo creo, es demasiado atractivo, va a 6to y es el más popular, jamás se fijaría en mí.

De Valentín ni rastro estas semanas, casi no viene a clase y cuándo lo hace sólo duerme en su mesa, idiotaaaa. Agradezco que no se haya acercado.

Llego hasta adónde están Agustina, Braian y Matías. Todos voltean a verme.

- Hablando de Roma...-

- Qué?-

-Axel se enteró por facebook que este fin de semana es tu cumpleaños y acaba de irse después de contarnos.- Agustina dice mirando a Axel que me saluda a distancia subiéndose al auto.

-No podes cumplir 17 sin festejar.- dice Braian decidido y firme.

-Solo por esta vez, concuerdo con ellos.- contesta Matias llevándose la mano por la nuca.

Matías habla poco cuándo estamos en ronda, sé muy poco de él pero tiene esa presencia que me hace sentir cómoda a su lado.

Agustina y Braian me dicen que ya se van porque tienen que cambiarse para la clase de francés a la que por suerte no me apunté.

Matías y yo quedamos solos.

-Todo bien?-

Dice con las manos en los bolsillos del blazer del colegio, acercándose.

-Si, por qué?-

-Por nada. Ya hiciste planes para festejar los 17?-

-No, no creo que haga nada.-

-Bueno no los hagas.-

-Se puede saber por qué?- contesto levantando las cejas y cruzándome de brazos.

-Si lo digo no es sorpresa.-

Me dice sonriendo, se acerca y me saluda en el cachete con delicadeza, pausándose con sus labios sobre mi piel cómo si quisiera que durara más que un saludo normal, se separa y el estar tan cerca de él me aumenta las palpitaciones.  Me mira y sonríe.

-Hasta mañana mejillas sonrojadas.-

En ese momento noto el calor en ellas, seguro estoy roja cómo un tomate. Mierda.

-Hasta mañana sonrisa arrogante.- Me apuro a contestar.

Lo veo irse y me sonrío. Ese hombre tiene un súper poder para ponerme nerviosa.