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– Mi vecino se prostituye –
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Narra Chirai
Kami ¿Qué hice para que me odies así?.
En verdad ¿Justo hoy alguien tenía que venir a "visitar" a mi vecino?. Claro, con un nombre como Ricardo Fornica, entiendo que a otra cosa no te puedes dedicar.
Pero ese tipo se pasaba de la raya.
Chico promiscuo.
Todos los días una nueva clienta: jóvenes, de mediana edad, ancianas. La mayoría de las veces las saca a comer fuera, o que se yo que hace con ellas; pero precisamente hoy —este día— se tenía que quedar en su departamento.
Para entrar un poco en contexto: los dos dejamos a Lemo en su casa, después vinimos a mi apartamento como pactamos en su coche. Pero aquí estábamos, en el pasillo del quinto piso, algo desconcertados por lo que acabamos de escuchar —bueno— mas Broly que yo. Yo sé lo que pasa ahí dentro.
Muero de vergüenza y tengo que correr en busca de Broly, para evitar que cometa una locura.
—¡N-no abras la puerta! —le exijo exaltata. En forma de escudo humano cubro la entrada del departamento 5C, mas bien protejo la inocencia de Broly a toda costa— e-es solo el ruidoso de mi vecino. No le hagas caso.
—Tengo que ayudar —persistía con un semblante preocupado.
Con ambas palmas lo separé del picaporte empujando su pecho. Retrocedió un par de pasos atrás y no parecía entender un carajo de nada.
En tanto a mí, con cada exclamación que escuchaba como: ¡O si! o ¡Mas rápido, no te detengas! sentía que moriría de la vergüenza. Sinceramente, si la tierra me tragara me haría un favor.
—Solo ignora esos... sonidos -finalicé y lo tomé de la mano para arrastrarlo a mi departamento.
Con incomodidad, rebuscaba en mi bolso las pequeñas llaves de la puerta principal, de reojo veía como Broly se moria por "ayudar" a la mujer.
—¡Pero la está golpeando! —insistió de nuevo y me miraba como si realmente fuera una persona cruel.
Mi mente evitando prestar atención a esos gemidos, jadeos y palabras lascivas.
Y realmente el vecino estaba golpeando el lugar correcto. La mujer que lo acompaña no dejaba de gritar como si estuviese en celo.
—No la está golpeando —corregí, sintiendo como la mano de Broly sujetaba las llaves que eran de mi pertenencia.
Quise buscar alguna manera de explicarle lo que sucedía. Por mucho que me esforcé, no se me ocurrió nada.
Es decir ¿Como le explicas a alguien con mentalidad de niño que es el sexo?.
