¿Qué pasaría si los hermanos Sakamaki descubrieran que les han mentido durante toda su vida?
Las mujeres que creían que eran sus madres, en realidad no eran nada suyo y descubrirán la verdad muy pronto.
¿Cuál será su reacción al saber quién es su ve...
Los Mukami acomodaron sus cosas en sus nuevas habitaciones. Aun se sentían un poco avergonzados por el beso que les había dado Hikari en la frente. Después de todo, ninguno de ellos estaba acostumbrado a recibir afecto materno. Lo que si era cierto, es que sentían mucho respeto por Hikari y los hacía sentir una calidez que hasta ahora era desconocida para ellos.
Mientras los Mukami acomodaban sus cosas y los Sakamaki estaban con sus abuelos. Hikari decidió que les pondría algunas reglas a los chicos para que las cosas no fueran a salirse de control.
Hikari no era tonta, ella sabía perfectamente bien que sus hijos biológicos y sus cuatro hijos adoptivos, no se llevaban muy bien que digamos. Por eso, decidió que haría un pequeño conjunto de reglas para tratar de evitar futuros problemas. Además, tenía la esperanza de que con el tiempo y la convivencia, los diez vampiros pudieran llevarse bien.
Así que Hikari se puso manos a la obra con las reglas. Que fueron cinco reglas en total. Hikari pensó que esas serían suficientes reglas para los chicos.
Uno de los sirvientes de la mansión, el mayordomo para ser mas específicos, toco la puerta de la oficina en la que se encontraba Hikari. Entró cuando escuchó que Hikari le dijo que podía pasar.
-Señora, los arreglos que pidió para el jardín trasero están listos- le dijo el mayordomo de la casa.
-Muchas gracias por avisarme- le agradeció Hikari- Por favor llama a mis hijos a la sala y diles que enseguida los alcanzó. A por cierto, ¿Ya esta listo el arreglo con el banco de sangre?
-Así mi señora, el banco de sangre accedió a enviarnos cierta cantidad por semana tal como la señora pidió.
-Muchas gracias otra vez por tu ayuda.
-No tiene nada que agradecerme- le dijo el mayordomo- Ahora, iré a llamar a los jovenes amos.
Hikari asintió para después terminar de escribir las reglas que había pensado para sus hijos.
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El mayordomo se dirigió primero al jardín delantero, que era donde se encontraban los seis Sakamaki con sus abuelos y su tío, haciéndole una que otra broma a este último.
-Disculpen jovenes amos pero la señora Hikari me pidió que los llamara para que fueran a la sala, parece ser que tiene algo que comunicarles- le dijo a los hermanos Sakamaki.
Los seis hermanos se vieron uno al otro como esperando a que alguno tuviera la respuesta del porque su madre los había mandado llamar. Como vieron que ninguno tenía ni idea del porque, Reiji le dijo al mayordomo que ya iban. El mayordomo se retiró para ir a avisarle a los Mukami y los Sakamaki comenzaron a caminar rumbo a la sala para ver a su madre.
El mayordomo encontró a todos los Mukamis afuera de la habitación Y les pasó el mismo mensaje que a los Sakamaki.
A los Mukami también los sorprendió un poco que Hikari los llamara pero se limitaron a asentir a comenzar a caminar hacia la sala para ver a Hikari.
