Nuestra madre. (Diabolik Lovers)

Capítulo 12: Karl Heinz/Tougo Sakamaki.

Decididos a ayudar a librar a su madre de la maldición, los 10 vampiros fueron en busca de aquel que aunque no les gustara, era su padre.

Karl Heinz, desde que se enteró que Hikari seguía con vida, quería ir a verla, quería abrazarla y besarla y decirle que la había extrañado, pero sabía que Hikari, iba a rechazarlo, que estaría muy enojada con él y que jamás le perdonaría lo que había hecho con sus hijos.

Creyó que cuando el intentara llevarse a sus hijos con la ayuda de sus otras tres esposas, Hikari cambiaría de opinión y aceptaría su plan iría con él pero no fue así. Ella lo enfrentó para tratar de evitar que se llevara a sus hijos, luchó y después creyó que Hikari había muerto; eso es lo que había dicho Cordelia, que Hikari estaba muerta.
En ese momento, se dio cuenta de que había perdido a la mujer que amaba por culpa de sus ambiciones. Ya no podía dar marcha atrás a lo que había hecho, solo le quedaba seguir hacia adelante con su plan.

Cuando Ryouta, apareció en la mansión frente a ellos y les dijo que Hikari seguía viva y que Cordelia le había lanzado una maldición, supo que ese había sido el plan de Cordelia, que esa había sido su venganza contra él, porque Hikari lo iba a odiar cuando despertara por todo lo que le habían hecho a sus hijos.
Si él hubiera sabido que Hikari no estaba muerta, sino que Cordelia le había lanzado una maldición, el la habría vuelto a buscarla de inmediato para romper la maldición, habría dado marcha atrás a sus planes y habría obtenido el perdón de Hikari rápidamente.
Así los dos podrían haber visto crecer a sus hijos juntos, podría besarla todos los días y Hikari le prepararía postres que habría compartido con ella y sus hijos.

Pero fue ambicioso, egoísta y sobre todo, muy estúpido y había perdido todo lo que realmente amaba por eso.

Ahora sólo se conformaba con verla de lejos junto a sus hijos.
No le sorprendió que haya acogido a los Mukami como a sus hijos, después de todo, Hikari siempre había sido una mujer con un gran corazón.

Los chicos encontraron a su padre después de un rato de haberlo estado buscando.

Se acercaron a él, sabían que el ya sabía que ellos estaban ahí pero, él aun seguía viendo por la ventana de espaldas a ellos.
Les habló después de unos momentos.

-No los esperaba aquí- les dijo Karl- ¿Qué es lo que necesitan?

-Queremos que nos muestres las maldiciones- le dijo Ayato si rodeos.

-¿Porqué quieren que les muestre eso?- preguntó con un mal presentimiento.

-La maldición que Cordelia le lanzó a mamá no desapareció- le dijo Reiji.

-La maldición esta matando a mamá lentamente. En algunos meses mamá va a morir si no hacemos algo- dijo Kanato.

Tougo sintió como si le callera encima un balde de agua helada.
Hikari moriría realmente si no hacían algo.

Prefería mil veces verla de lejos y feliz con sus hijos que tener que verla morir, no lo soportaría esta vez.
Si ella moría, esta vez realmente enloquecería.
No había podido hacer nada antes pero esta vez sería diferente, esta vez iba a hacer algo por salvarla.

Los chicos vieron perfectamente bien como el semblante de Karl Heinz, se había descompuesto después de escuchar lo que dijo Kanato. Vieron el miedo reflejado en sus ojos, el mismo miedo que sentían ellos antes la idea de Hikari muriera.
Supieron también en ese momento, que el iba a ayudarlos sin necesidad de forzarlo.

Aunque a ninguno le gustó la idea de que su padre tuviera sentimientos por su madre, no lo querían cerca de ella y mucho menos querían verlo a el tratando de conquistar a su madre otra vez.

Karl observó el osito que sostenía Kanato y no pudo evitar sonreír pues recordaba perfectamente bien cuando se le regaló a Hikari.
A los 10 vampiros les causó escalofríos la forma tan tierna de sonreír de su padre cuando vio a shiro, el osito que su madre le había dado a Kanato.

-¿Qué tanto le vez a mi shiro?- le preguntó Kanato con molestia.

-Así que así lo llamaste- dijo Karl- Solo recordaba el día en que se lo di a tu madre. Sera mejor que nos pongamos a buscar la forma de romper esa maldición de una vez.

Los chicos agradecieron que cambiara de tema y se enfocaran en lo que era mas importante. Buscar una forma de salvar a Hikari.

Los 11 vampiros fueron a la biblioteca de Karl Heinz para comenzar a buscar en los libros mas antiguos que había ahí.

Raito que había estado observando todas las reacciones del que se hacía llamar su padre, no pudo o mejor dicho, no quizo evitar hacer la pregunta que se había formado en su cabeza mientras buscaban, así que la hizo siendo escuchado por todos.

-¿Qué es lo sientes realmente por nuestra mamá?- le preguntó a Karl Heinz.

Todos los demás voltearon a ver, todos querían escuchar la respuesta de Tougo.

-La amo- respondió Karl Heinz- Aunque a estas alturas ya no importa, su madre no va a perdonarme por lo que hice, probablemente querrá matarme y no puedo culparla por eso.

Los chicos prefirieron no decirle que su madre aun tenía sentimientos por el, ese sería el castigo para su padre.
Después de todo, su madre ya les había dicho que no regresaría con él.
Pero no le darían a él la oportunidad de que reconquistara a su madre, porque sabían que existía una posibilidad de que ella lo perdonara.

Siguieron buscando por un rato más. Después los chicos volvieron con su madre, no querían preocuparla. Y Karl siguió buscando por su cuenta.

Continuará...

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Les traigo el siguiente capítulo de esta historia.

Espero que les guste.

Una pregunta.

¿Les gustaría que Hikari perdonara a papamaki y se reconciliara con el?

Obvio no se lo pondría fácil a papamaki pero me gustaría saber su opinión.
Dejenme su respuesta en comentarios.

Gracias por leer.
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Les mando un abrazo.
🥰