¿Qué pasaría si los hermanos Sakamaki descubrieran que les han mentido durante toda su vida?
Las mujeres que creían que eran sus madres, en realidad no eran nada suyo y descubrirán la verdad muy pronto.
¿Cuál será su reacción al saber quién es su ve...
Cuando Hikari dijo que se haría cargo también de los Mukami, los Sakamaki no estaban muy contentos de que su madre quisiera cuidar también de los cuatro vampiros. Aceptaron a regañadientes solo por que querían ver feliz a su madre. Porque ellos podrían ser unos sádicos y lo que quieran pero la jefa, es la jefa y ellos querían que Hikari estuviera feliz.
No les gustaba ni una chingada la idea de que los Mukamis vivieran bajo el mismo techo que ellos pero, eso era lo que quería su madre y eso es lo que harían. Sakamakis y Mukamis se odiarían en silencio mientras convivían en la misma casa para hacer feliz a su madre.
Porque Hikari les había dicho a los Mukami que la llamaran mamá.
El resto de la familia que también estaban afuera cuando llegaron los Mukami, los aceptaron muy bien también.
-Muy bien- hablo Hikari- Ahora que la cigüeña me ha traído 4 niños será mejor que les prepare sus habitaciones, mientras tanto vayan por sus cosas- les dijo a los Mukami- Cuando regresen, sus habitaciones estarán listas para que se instalen.
-¿Ir... Por nuestras... Cosas?- preguntó Azusa.
-Si, para que se vengan a vivir aquí con su madre- respondió el abuelo de los Sakamaki y también de los Mukami ahora.
-¿Nosotros?¿Nos van a aceptar así de fácil?- preguntó Kou.
-Claro que si- le respondió Hikari mientras ella peinaba con sus manos el cabello de Raito y después le acomodaba el sombrero- Estas perfecto mi cielo- le dijo a Raito a lo cual es abrazo a su madre y le dio un beso en la frente (Si, lo se es raro de ver)- Para cuando regresen sus habitaciones ya van a estar listas.
Le dio ella también un beso en la frente a Raito y después se acercó a los 4 Mukamis.
-Vayan con cuidado, los estaré esperando- les dijo a los Mukami.
Los cuatro asintieron y fueron a preparar sus cosas para mudarse con Hikari y los Sakamaki.
-Aun no entiendo porque quieres hacerte responsable de ellos, mamá- Dijo Ayato.
-Porque, también fueron víctimas de su padre, también intentó usarlos a ellos para sus planes- le respondió Hikari- No solo no pude protegerlos a ustedes como se debía, si no que, su padre involucró en sus planes demasiadas personas inocentes que terminaron sufriendo. Se que no puedo cambiar el pasado, pero quiero hacer lo que pueda para mejorar nuestro futuro juntos y pues incluir a cuatro personas mas no nos hara ningún daño. Iniciemos todos juntos de nuevo y seamos felices de ahora en adelante- le dijo a sus hijos.
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Los seis hermanos no sabían que decir ante lo dicho por su madre y no porque no estuvieran de acuerdo en iniciar de nuevo y ser felices juntó a su madre aunque eso incluyera convivir con los Mukami, lo que los dejaba sin palabras era que su madre se culpara de no poder protegerlos, no les gustaba que su madre se culpara a si misma de lo que había sucedido, sobre todo por que ella también había sido una víctima mas de Karl Heinz y sus esposas. Ellos estaban muy conscientes de que Hikari había luchado con uñas y dientes para tratar de protegerlos de los planes de su padre, pero que había sido vencida porque la atacaron cuando estaba vulnerable, después de todo, Karl y las esposas la atacaron cuando habían pasado unos cuantos días de que su madre diera a luz a Subaru. Sabían que no estaba en condiciones para pelear y la atacaron, aun así, su madre intentó protegerlos. No solo a ellos los habían alejado de su verdadera madre, también a ella le habían arrebatado la oportunidad de verlos crecer, de jugar con ellos cuando eran niños.
Les habían arrebatado muchos cosas a los siete, pero ahí estaba su madre, pidiéndoles dejar el pasado atrás, pidiéndoles iniciar de nuevo para ser felices juntos; dándoles una nueva esperanza y ellos no se negarían a aceptar esta nueva oportunidad que les daba la vida para estar juntos.
-Mamá, Azusa lanzó a mi teddy a la chimenea- dijo Kanato lo primero que le vino a la cabeza.
-Mmm, no puedo regresarte a teddy pero, si puedo darte un nuevo osito de felpa- le dijo- Ven conmigo.
No solo Kanato siguió a Hikari, los otros cinco también la siguieron.
Hikari llegó a una habitación que ellos no habían visto antes. Abrió la puerta y entró al lugar y ellos la imitaron.
El lugar estaba bien ordenado y limpio. Era la habitación de una chica y los seis hermanos tenían curiosidad de a quien pertenecía.
-Esta era mi antigua habitación, de antes de que me fuera con su padre- les dijo Hikari al ver la duda y curiosidad en la cara de sus hijos.
En la cama de dicha habitación, había un osito de felpa de color blanco con ojos verdes y con un listón negro en el cuello que tenía un moño del lado derecho. Incluso ellos reconocían que era un peluche muy lindo.
Hikari tomó el osito de la cama y se lo entregó a Kanato.
-Toma, es tuyo ahora- le dijo al entregarle el osito.
Kanato lo tomó y lo abrazó como lo hacía con teddy.
-¿Ese oso...?- intentó preguntar Subaru.
-Fue el primer regalo que me dio su padre- respondió la pregunta que no acabó de hacer su hijo.
-Mamá ¿aún conservas lo que te dio esa persona?- le preguntó Shu.
-Si. Es complicado- dijo Hikari.
-Aun lo amas- lo dijo Raito mas como una afirmación que como una pregunta.
-En parte es así pero, no puedo perdonarle lo que nos hizo- les dijo.
-Si él te pidiera otra oportunidad ¿lo aceptarías de nuevo a tu lado?- preguntó Ayato.
-No, no lo haría- le respondió segura de lo que decía.
Los seis se tranquilizaron al escuchar la respuesta de su madre. Ninguno quería que su madre y Karl fueran una pareja nuevamente. Su madre era demasiado buena y hermosa como para estar con un infeliz como lo era su padre.
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Kanato entendió que si bien, su madre no quería estar de nuevo con esa persona, el osito de felpa que le dio, era importante para ella, asi que decidió que lo cuidaría mucho, porque su madre le había confiado algo que era muy valioso para ella. Al nuevo osito lo llamó shiro debido a su color blanco.
Hikari fue a preparar 4 habitaciones para los Mukami.
Kanato había decidido mostrarle la casa a shiro y los demás hermanos regresaron al jardín con sus abuelos, el bisabuelo y su tío Ryouta.
Los Mukami llegaron con sus maletas y Hikari fue a llevarlos a las que serían sus nuevas habitaciones.
-Si quieren hacer algún cambio en sus habitaciones pueden hacerlo, solo avisenme por si necesitan que les compre pintura o alguna otra cosa- les dijo Hikari para darles también un beso en la frente a los cuatro y salir del lugar para que ellos acomodaran sus cosas agusto.
Los cuatro se sonrojaron por el beso que les acababa de dar su ahora madre en la frente.
Continuará...
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Disculpen la demora, pero ya esta con ustedes el siguiente capítulo.
Espero que les guste. Gracias por leer. ⭐ Les mando un abrazo. 🥰
