All Done For You (Andy Biersack)

Lovesick

Al escuchar las palabras de Andy sentí como un escalofrio recorría todo mi cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies.
Elisa: No, Andy, no quiero seguir.
Andy: ¡Joder Elisa!
El chico se separó de mi de una forma bastante brusca, y salió del baño rapidamente. Yo no me moví, solo fijé la mirada en el suelo y suspiré. Después de unos escasos minutos volví a mi asiento, Andy le había pedido a CC que le cambiara el sitio, para no tener que sentarse a mi lado. Yo hice una mueca de desagrado por el comportamiento de Andy y me senté, en silencio, mirando por la ventana del avión.
CC: Hey, Eli... ¿Qué te pasa?
Elisa: Hm, nada, estoy bien.
CC: ¿Estás segura, pequeña?
Como respuesta a aquella pregunta solo asentí, con una leve sonrisa forzada dibujada en el rostro, y Chris me abrazó. Aquel abrazo me hizo sentir un poco mejor, CC siempre me hacia sentir mejor, por eso era mi mejor amigo.
El resto del viaje me quedé dormida, cuando llegamos a nuestro destino los chicos me despertaron.
Cuando salimos del taxi que nos llevó a nuestro hotel me di cuenta de en lo precioso que era Paris, casi tanto como me lo había imaginado.
Elisa: Buen momento para estar en "La ciudad del amor"...
Susurré pensando que nadie lo escucharía. Pero me equivoqué, Andy lo hizo, me miró de arriba a abajo y negando con la cabeza andó más deprisa hacia su habitación, adelantándonos a todos. Los chicos me miraron confundidos y yo solo me encogí de hombros, a veces era mejor dejar que Andy se tranquilizara solo, ya que tenía muy mal humor, y solía ser muy orgulloso.
Aquel día fue muy tranquilo, pero no conseguía sacarme a Andy de la cabeza. Decidí salir de mi habitación y darme una vuelta por el hotel. Me puse mi chaqueta de cuero de color blanco, y me recogí la melena en una coleta.
Bajé hasta el primer piso y entré a la cafetería del hotel, la cual era preciosa, un lugar sin duda, muy francés. Me senté en una de las mesas junto a las grandes ventanas de la habitación, a través de las cuales podías ver a la gente pasar, y el parque que habia frente al hotel. Y, efectivamente, como en las películas, si alzabas un poco la vista podías ver la torre Eiffel.
Le pedía a la camarera un Capuccino y cuando lo trajo empecé a darle pequeños tragos, saboreándolo bien, percatándome de cada sabor. En ese momento levanté la mirada de la ventana y vi como Andy entraba en la cafetería. Me miró, aparté la mirada y suspiré, realmente no quería saber nada de él en ese momento. El chico se acabó acercando a mi mesa, lentamente, y una vez llegó me miró y preguntó de forma muy tímida si podía sentarse, yo, sin mirarle a la cara, asentí.
Andy: Eli...Por favor, mírame.
Elisa: ¿Para qué? Estoy harta de hacer lo que tu quieras. Solo lo arreglamos cuando tú quieres, si discutimos soy yo la que tiene que asumir la culpa, cuando muchas veces no es mia, y tengo que aguantar tu estupidez, y tu comportamiento inmaduro cuando simplemente no te doy lo que quieres. Eres como un niño.
Andy: Y tú te comportas como una señorita de compañía, jugando a dos bandas.
Elisa: ¡¿ME ESTÁS LLAMANDO PUTA?!
En ese momento me levanté de mi asiento, le miré con asco y salí de allí. Me dirigí a la salida del hotel y en el camino me encontré con Jinxx, este intentó pararme, pero yo solo le di un pequeño empujón y seguí mi camino.
No conocía las calles de París, pero me daba igual perderme, yo tan solo andé, sin pensar, no sabía hacia donde me dirigía, y me daba igual, solo quería alejarme de allí, alejarme de Andy... Pensaba que de esa forma podría huir del problema, pero no era así. Llegué a una calle sin salida, bastante oscura, como pensaba, me había perdido por completo. Intenté salir de allí, pero en ese mismo instante sentí un fuerte dolor en el costado, y caí al suelo. Dolorida, lo último que escuché antes de dormirme, fue mi nombre, a Andy gritándolo.

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A los pocos que me seguís, siento mucho tardar tanto en publicar, pero no me llega la inspiración, y cuando lo hace, no tengo tiempo de escribir. Intentaré hacerlo más a menudo.