Su mente navegaba por sus pensamientos y aquellas palabras, encontraba alguna excusa para no aceptar esas palabras tan duras. Excusa tras excusa que hacía que comenzará a pensar que ella tenía razón, se maldecía. Su objetivo al venir aquí no era tener que aceptar las palabras de alguien como ella, ¿Que sabía ella de su vida?, ¿Estuvo en ese momento?, ¿Sabe la verdad?. Tan solo era una simple traductora.
Había sonado tan formal, tan profesional, tan diferente a lo que el creía que ella era. Se notaba que se tomaba demasiado encenrio su trabajo, no estaba con juegos lo cual llegaba a darle escalofríos. Pero de algo estaba seguro, ella no sabía nada de su vida al no saber nada no le daba el derecho de imponerle órdenes, así que el no tendría porque estar detrás de ella o haciendo lo que ella dijiera. El no estaba mal, estaba mejor que siempre.
Aquel accidente sólo había Sido eso.
Un accidente.
Aunque su mente le daba muchas señales que ella era mala, sabía muy bien que eso no era así. La imaginaba de otra manera, su sonrisa, sus ojos, su rostro tan delicado, la sentía como una muñeca de porcelana, sentía que si llegaba a tocar sus mejillas ella se rompería. Era alguien tan diferente, y aunque habeces llegaba a ser muy irritante. No podía negar que en estos dos días, había Sido una gran compañía.
Era extraño, se sentía bien con ella, sentía que al estar a su lado todo se calmaría, la sonrisa de Zoé era como su propia medicina, sus ojos eran como su marca personal de cocaína. Esos hermosos ojos lo hacían entrar a una realidad deseaba por el, era como si ellos le mostraban lo que el quería en realidad, aúnque podía ser algo dañino no le importaba. Porque se sentía seguro con solo verla.
Siempre se imagino a Sahaira de esa manera, muy dentro de el temía que Zoé fuera Sahaira, una parte de el estaría feliz de saberlo pero su contraparte estaría en una pasillo sin final. Siempre envidio la vida de Sahaira, ella tenía una vida plena y felíz, sin preocupaciones, ella era tan fácil, tan llena de esperanza, alguien totalmente diferente a el. Se sentía como un idiota al estarse comparando con alguien como Sahaira que lo único que a hecho ella es estar a su lado, que nisiquiera se tomó e tiempo de juzgarlo, se sentía un estúpido al darse cuenta que lo único que hizo fue el es dejarla sola por un año.
Sahaira y Zoé tenían razón.
El era Feo.
Muy Feo.
La puerta fue abierta, Dongmin vio hacia la dirección del sonido, por la puerta apareció Zoé con un sudadera super grande, un pantalón que estaba seguro era de dormir, sus calesitas de gatito y su cabello algo mojado siendo recogido por una media cola. Eunwoo trago saliva.
¿Porque aún así se veía hermosa?.
Lo volvería loco.
—¿Señorita Pacheco?—interrogó, sin embargo ella no respondió. Siguió su camino hacia el sofá y tomar asiento en este—Zoé....¿Acaso está sorda?, Señorita Pacheco.
—¿Me hablan?, ¿...?, Debo estar loca.
¿Lo estaba ignorando?.
—¿Que debemos ver?,¿Mmm?, ¿Mmm?, ¿Que debería de ver Zoé?, Ohh Zoé que deberías ver, ¿Comedia?, ¿Romance?, ¿Ficción?.
¿Acaso estaba cantado?.
—¡Ohhh Zoé que deberías ver!, ¡Ohhh Zoé, Zoé!—guardo silencio—Había hace una vez una chica llamada Zoé, ella no sabía que ver, ¡Que ver!, Entonces comenzó a cantar, ¡Zoeeeee que deberías ver!, ¡Ohh Zoé!.
¿Acaso estaba haciendo eso para ignorarlo?.
En toda su vida nadie lo había ignorado.
¿Zoé había dañado su ego?.
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~Sweet Coffe~ (Cha Eunwoo)
FanfictionNunca fui muy creyente a las lindas historias de Disney, nunca entendía porque llegaban a complicarse la vida de esa manera. Para mí gusto eso era algo absurdo. El principe siempre llegaba al rescate de la princesa. "Cómo si esas cosas sucedieran...