~Sweet Coffe~ (Cha Eunwoo)

☕12☕

—¿Cómo te sientes?.

—Mejor, gracias Zoé—Kat sonrió dandole un leve abrazo a su hermana—Odio tener esos ataques.

—¿Que fue lo que pasó?.

—Estaba estudiando para mañana y de pronto comenzó a faltarme el aire, y comencé a sudar frío. Es demasiado feo, no puedo explicarlo.

—Entiendo, no pienses en eso y descansa, ¿Okey?.

—Sip, ¿Te quedarás hoy aquí?.

—Obvio.

Zoé dejo un pequeño beso en la frente de su hermana, caminó hacia la puerta y apagó las luces. Salió cerrando la puerta, bajo las escaleras hasta la planta baja, fue directo al sofá y tomo asiento en este. Recargando su cabeza en el respaldo de este. Suspiro, se preguntaba cómo estaba el señor Lee, ¿Había cenado ya?, ¿Ya estaba dormido?, ¿Lo podría llamar?, ¿Porque te preocupas por el?.

Tomo su móvil y entro a la aplicación, Eunwoo aún no respondía su mensaje. De seguro está dormido, no le tomo importancia y se levantó, camino hacia la cocina y prepara una tasa de café. Sus pensamientos eran confusos, pero de algo estaba segura, no dejaría solo al señor Lee, la necesitaba aunque él no lo aceptará, se quedaría a su lado todo este tiempo. Hasta que ese momento llegué, dónde el esté mejor y pueda regresar a esa felicidad.

Escucho como tocaban la puerta, frunció el seño. ¿Quien podía ser?, Su hermano estaba trabajando, Dafne había dicho que no podía venir, ¿Entonces quien era?, Tomo un cuchillo de la cocina y se acercó a la puerta con lentitud. No era normal que alguien tocara la puerta ha altas horas de la noche, dónde ella vivía no era un barrio peligroso sin embargo no había que descartar eso.

Abrió la puerta lista para atacar a la persona, sin embargo se detuvo al ver quién era. Quiso maldecir, gritarle, pegarle, y en un momento abrazarlo, aunque eso era inadecuado en estos momentos. No entendía porque el estaba aquí, ¿No sé suponía que la quería lejos?, ¿Ahora venía?, ¿Pediría perdón?, ¿La besaría?.

¡¿Porque la besaría?!.

¡Zoé controlaté, por favor!.

—¿Podrías bajar eso?—volvió en si al escuchar la voz del señor Lee.

—Perdón señor Lee—bajo aquel cuchillo. Río nerviosa.

—¿Querías matarme?, ¡¿Es enserio?!.

Zoé perdió noción del tiempo al verlo parado ahí, enfrente de ella. La sonrisa del señor Lee, aquella sonrisa que muy pocas veces era vista en sus labios, esa sonrisa que le llegaba a erizar la piel, sus labios, esos bonitos labios que había probado por accidente, sinceramente si esperaba volverlos a probar. Era loco, pero su único deseo era poder volver a sentir aquel sentimiento, la adrenalina que transmitían sus labios al estar contra los suyos. Zoé sabía que al tener ese tipo de pensamientos estaba rompiendo las reglas. Era como si estaba cometiendo un delito.

Zoé sabía que aquello estaba mal.

Pero no podía negar que el señor Lee, llegaba a captar su atención más de lo que debía. No le gustaba, tampoco estaba enamorada. Simplemente...

El era Feo.

—¿Estás bien?, ¿Te sucede algo?.

Entonces Zoé entro en razón...

¡¿Que hacía el aquí?!.

¡¿Y porque le hablaba tan informalmente?!.

—¿Que hace aquí señor Lee?—se cruzó de brazos enfrente de el.