-CAPÍTULO 5-

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LOGAN

HORAS ANTES DE LA FIESTA

La cabeza me dolía de una manera horrible, parecía como si me estuvieran dando con un martillo desde dentro de ella.

Sinceramente lo que más me apetecía era acariciarme la garganta con un cúter. Y estaba planteándomelo realmente cuando alguien llamó a la puerta.

--Toc, toc, ¿puedo pasar bello durmiente? --escuché que me decía una voz que conocía demasiado bien mientras abrían la puerta.

Justo cuando vi que tenía ángulo cogí un cojín y se lo estampé en toda la cara al intruso que se paseaba por mi habitación como si fuera suya.

--Auch, joder que mal humor tienes por las mañanas. --me dijo Oliver mientras iba a colocar el cojín en su sitio de nuevo.

--Solo cuando tengo resaca. --puntualicé levantando las manos en señal de rendimiento.

--Bueno como sea, pero no te me alteres más que traigo la solución a tus problemas. --soltó y yo me incorporé tan rápido que la cabeza me empezó a dar vueltas.

--No voy a volver a beber nunca. --dije llevándome las manos a la cabeza, realmente me dolía mucho. En respuesta Oliver empezó a reírse, el sabía todas las veces que había dicho exactamente lo mismo y no lo había cumplido.

Pero la risa cesó tan repentinamente, quedándose tan serio como siempre estaba él, que tuve que abrir los ojos del todo para poder mirarle bien a la cara. Hasta ese gesto me costaba, me di de bofetadas mentalmente, ¿que decía?, no volvería a beber nunca más esta vez en serio.

--Logan tengo que hablar contigo --me dijo mientras me tendía el kit anti resaca por el que agradecí mentalmente.

--¿Qué has hecho ahora? --le contesté mientras levantaba la vista y lo miraba fijamente con los ojos entrecerrados.

--¿Te crees que siempre que vengo a hablar contigo es por que he hecho algo? --no respondí y seguí mirándolo entrecerrando aún más los ojos cuando se sentó a mi lado en la cama.

--Mejor lo dejo pasar. --dijo él más para si mismo que para mi mientras se pasaba una mano por el pelo y suspiraba-- es sobre la fiesta.--acabó diciendo.

La fiesta, mierda no me acordaba. Menos mal que Oliver y yo siempre alternábamos de casa para poder celebrar más fiestas y que nos diera tiempo a recoger más fácilmente. La fiesta de anoche fue en mi casa a si que no tendría que preocuparme por nada, a menos que...

--No tio, no puedo ponerme a limpiar todo este desastre para esta noche, ¿no ves la resaca que llevo? --solté frustrado-- además hoy te toca a ti.

--Ya ya losé créeme, pero no puedo... ya sabes... por mi prima. --me dijo entonces y ahí fue cuando lo entendí todo. Aún no entendía como me podía caer tan mal esa señora ni como Oliver la aguantaba.

En ese momento estaba entre la espada y la pared. Podía decirle a Oliver que no iba a ponerme a limpiar la casa por nada del mundo y dejar que se las arreglará como pudiese, o podía suspirar y hacerme un poco el dramático para al final acabar cediendo a limpiar todo.

Iba a decantarme por lo segundo cuando de repente me acordé de algo sumamente importante.

--Mierda Oliver yo tampoco puedo hacerla aquí hoy. --dije y el me miró con expresión confusa esperando a que continuara.

--Verás... es que ayer... bueno fui al café ese de la avenida, y allí conocí a una chica que me llamo mucho la atención, y cuando digo mucho --dije remarcando la palabra-- quiero decir muuuucho. --solté alargando la palabra mientras él ponía los ojos en blanco frustrado. Vi que abría la boca para decir algo, seguramente para quejarse, pero le interrumpí.

--Mira se que es mucho pedir pero tienes que solucionar lo que sea que te pase con tu tía, no puedo desperdiciar esta oportunidad, es que te lo juro esa chica realmente tiene algo y no solo por el cuerpo que tie...--no pude terminar la frase por que Owen me lanzó un cojín a la cara, exactamente el que yo le había lanzado antes, y ahora fui yo el que lo colocó en su sitio. Que irónico.

--No puedes estar hablando enserio ¿me estás pidiendo algo tan importante por una tía? Estás realment... --dijo pero ahora fui yo el que no le dejó terminar la frase.

--No, el que no puede estar hablando enserio eres tú, ¿de verdad no te acuerdas cuando yo hice lo de los coches con Camy por ti? --le solté señalándolo con mi dedo índice en forma de acusación.

--Sí pero... no es nada justo lo que estás haciendo... joder Logan es que no puedes estar hablando en serio... --empezó a soltar mientras se levantaba enfadado de la cama y de un momento a otro comenzó a pasearse por la habitación con una mano en la cabeza y otra en la cadera. Estuvo así durante un buen rato como si estuviera pensando hasta que de repente se paró en seco mirándome con una ceja enarcada.

--Está bien, hoy te la paso, pero solo hoy --me dijo con voz firme mientras que en mi rostro se formaba una gran sonrisa-- recuerda que me dijiste que si tenía problemas con mi prima te encargarías tu y no lo estás haciendo. --me reprochó pero yo estaba tan feliz en ese momento que mi primer impulso fue saltar y darle un abrazo de oso.

Mientras yo esbozaba una sonrisa cada vez más grande y Oliver no paraba de quejarse de que no podía respirar una pregunta rondo mi mente.

--Pero ¿y que harás con tu prima? --le pregunté con cierta preocupación y culpabilidad en el tono.

--No te preocupes ya me las arreglaré. --me contestó mientras se encogía de hombros.

Siempre que lo metía en algún lío me decía eso para que no me preocupara, pero yo sabía que siempre tenía que hacer grandes sacrificios por solucionarlos. Haber yo no dudaba de sus capacidades, ni mucho menos, pero si que me sentía un tanto culpable cuando algo así pasaba. Oliver debió de notarlo por que rápidamente dijo:

--Pero no te preocupes no va a ser algo demasiado difícil. --dijo con un tono suave mirándome mientras de repente comenzó a sonreír de forma pícara-- Aunque pensándolo mejor eres tú el que tiene mayores problemas por que son las 18:30 y tan solo tienes treinta minutos para prepararte para ese ligue tuyo, ya que la fiesta es a las 19:00.

Me quede unos segundo procesando todo con cara de asombro, ¡¿LAS SEIS Y MEDIA YA?! No me iba a dar tiempo, tenía que ducharme, arreglarme e ir a recoger a Mia, MIERDA.

Cuando por fin reaccioné me fui directamente al cuarto de baño y encendí la ducha. Mientras tanto Oliver se dedico a reírse de mi hasta que le saqué el dedo corazón y salió de la habitación todavía haciendo burlas.

Tendría que darme verdadera prisa si quería llegar a recoger a Mia a tiempo.

LA CHICA CARMESÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora