Piero se dio cuenta que su abuela estaba llamando por teléfono a su padre y suspiro derrotado, ahora además de escuchar a sus padres también debería quizás escuchar el sermón de su abuela, no es que ella no le agradara, claro que si le preguntaban prefería a Blanca, su abuela materna, era más amorosa y ella no hacia diferencias entre sus nietos, porque francamente desde que el hermano de su Padre se fue de viaje a trabajar al extranjero y su primo Giulio comenzó a vivir con ella, sentía que él y sus hermanos pasaron a segundo plano, quizás ella quería de alguna manera compensar aquel amor paternal carente que posiblemente su primo sintió al no tener a sus padres con él, estos estaban divorciados, y al corto plazo ambos decidieron emprender en un futuro laboral en otro país, apelando a que su hijo ya había cumplido la mayoría de edad.
Podía entender un poco a su abuela, pero no hacía falta que mostrará a cada rato ese favoritismo, había intentado explicárselo más que nada a su madre, ya que hablarlo con Lorenzo le resultaría imposible, y aunque Clarice estaba secretamente de acuerdo con su hijo, solo le consolaba diciendo que pronto se le pasará, pero de ese "pronto" ya han pasado unos dos años y aún sigue igual.
-Hola Mamá- Hablo Lorenzo por el altavoz del celular -Voy manejando, puedo llamarte en un rato-
-Hola hijo, llamo solo para confirmar que Giulio te acompañara en la audiencia del caso Lacroix, necesito saber para alcanzar a enviar sus trajes a la tintorería-
Piero suspiró, su padre siempre debe tener a Giulio inmiscuido en todos sus asuntos, y se olvidó de la preocupación por todos los problemas que tenía por un momento, debido a que la tristeza y un poco de celos comenzaron a hacerse presenten en el adolescente, Giovanni lo notó, y aprovechando que su hermano aún mantenía aquel abrazo, le tomó su mano como muestra de consuelo, haciendo que Piero volteara a mirarlo.
-Cuando tu estés en la facultad, también lo acompañaras- le animó Giovanni.
Le había confesado a su hermano menor que le atraía el trabajo de su padre y la facultad de leyes, por eso no podía evitar el sentir celos al ver que su primo una vez más ocupara aquel lugar que le gustaría a él, recordando que desde que eran pequeños siempre lo desplazaba por su primo de una u otra manera, lamentablemente Lorenzo no se percataba del dolor que estaba haciendo sentir a su hijo, ya llevan unos tres años con la firma, y lejos de unirse más a su hijo y conocer su interés por ser abogado, cada día se distanciaba más.
-Claro- Respondió Piero con una media sonrisa, no muy convencido
-Si, es el viernes, así que hay tiempo- habló Lorenzo nuevamente
-Estupendo hijo, sé que Giulio lo hará de maravilla – canturreó -te dejo, saludos a Clarice y a mis nietos –
Piero tenia presente ese día en su cabeza, pero en ese momento no lograba recordar que era lo que debía hacer, se dijo para si mismo que si fuera importante pronto se acordaría, además su mente solo estaba agradeciendo internamente de que su padre no mencionara el incidente con su abuela, porque no tenía ánimos para estar escuchando consejos de crianzas, ni como debían actuar con ellos.
-Cuando lleguemos, quiero se aseen y bajen a cenar- ordenó Lorenzo, volviendo nuevamente a su tono serio
-Pero aún es muy temprano- cuestionó Piero sorprendido
-Lo sé, hoy cenaremos antes –
Los hermanos sabían por qué pasaría esto, ambos acaban cansados después de que los castigan y terminan profundamente dormidos sin ganas de cenar, algo que no era admisible en su casa.
- ¿Entendieron? -
-Si – dijeron al unísono
Por su parte ninguno de los dos tenía ganas de llegar a su casa, ni muchos menos enfrentar a su mamá, si su papá cuando se enoja se les eriza la piel, con su madre es de temer, puede ser la mujer más amorosa y cálida, pero cuando hacen una travesura hay que tener cuidado.
ESTÁS LEYENDO
Improvisando
FanfictionUA. Una Familia tradicional con tres hijos, de los cuales dos son adolescentes propensos a comportarse como jóvenes de su edad. Atención, contiene Spanking Paternal, si no gusta, no lea.