Errores diferentes

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Lorenzo y Clarice se acercaron hasta quedar en frente de sus hijos, y estos los observaban atentamente, estaban nerviosos y ansioso por lo que se les avecinaba.

-Ahora queremos saber todo lo que paso, desde el momento en que los deje en la casa de Richard- Dijo Clarice seriamente.

-Estábamos allí jugando con la consola – comenzó Piero a relatar, ya que no quería involucrar más a su hermano por sus planes fallidos -Hasta que nos llamó un amigo porque necesitaba nuestra ayuda-

Sus padres asintieron, ambos sabían que Piero no estaba mintiendo, siempre desde muy pequeño era capaz de afrontar cada una de sus travesuras, y Clarice lo incitó a continuar.

-Entonces, tuvimos que ir a su encuentro, pero luego nos dio hambre, fue cuando entramos al almacén y esos tipos comenzaron a insultar al vendedor, el señor era de edad y con Ian lo defendimos sin pensar en que todo terminaría en un pleito y mucho menos que llegaría la policía- Relato lentamente sin quitarla la vista a sus padres.

-A mí me pidieron que me quedará en casa, pero yo insistí en que los quería acompañar- Se apresuro a decir Giovanni, no quería que sus padres pensarán que todo era culpa de su hermano, cuando fue él el que les rogó que lo llevaran con ellos -No querían llevarme, pero yo se los pedí-

-De acuerdo, ¿y a ustedes quien les dio permiso para salir de la casa de su tío a ver a su amigo? - Interrogó Lorenzo severamente con una mirada acusadora -No solamente traicionan nuestra confianza, sino que también la de Richard-

-No nos íbamos a demorar papá- añadió bajito Giovanni

-No importa si se hubieran demorado 5 minutos o 3 horas hijos - Dijo Clarice más calmada que su esposo -Le debieron haber preguntado si podían salir, o si él mismo los podía llevar-

-Pero no lo hicieron- Puntualizó Lorenzo molesto observando a sus hijos con el ceño fruncido- ¡No lo hicieron porque donde iban era a conseguir bebidas y alcohol! -

A Piero se le erizaron los pelos, su padre estaba subiendo lentamente el tono de voz y este ya era amenazante sin la necesidad de hacerlo, había llegado el momento de aclarar esa parte de la historia.

-Estoy esperando a que lo expliquen jovencitos- Exclamó severamente su papá.

Sin embargo, las palabras no le salían, no sabía como explicar el tema de las botellas sin llegar a involucrar a sus amigos, porque de seguro su papá estaría llamando a los otros padres a contarles que planeaban una fiesta sin adultos en casa y con alcohol, no importaba si ya no podría asistir a la fiesta por estar castigado, no los iba a delatar.

- ¿Y bien? - Exigió fría y seriamente Lorenzo, poniendo más nerviosos a sus hijos.

-Es porque con Ian queríamos probar- Dijo despacio Piero, no le costó admitirlo porque no era del todo mentira, a pesar de que a él no le llamara mucho la atención el beber alcohol, si tenía la intención de probar -Pero nosotros lo conseguimos sin que Giovanni se diera cuenta papá- Terminó de relatar con toda la convicción y sinceridad que lo caracterizaba, porque era la absoluta verdad.

Lorenzo se enojó aún más, su hijo recién había cumplido los 16 años y ya estaba pensando en beber alcohol, qué pasaría después, ¿terminaría borracho?, no quiso seguir imaginándoselo porque solo ayudaba que su ira creciera.

- ¡Tienes 16 años Hijo!, no puedes beber -le dijo su madre

-Pero no lo hice- les debatió

-Y me alegro, porque entonces la situación sería mucho peor - Le respondió Clarice

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