Lorenzo pensaba en su familia mientras iba de camino a su hogar, después de haber estado ese sábado en la oficina repasando los antecedentes que su sobrino le había pedido, pensando que solo sería una visita rápida, casi iban a ser las ocho de la noche, y luego de dejar a Giulio en su casa, por fin se dirigía a la suya.
Paso por su cabeza el buen lío en que se metieron sus dos hijos el día anterior, pero rápidamente sacudió su cabeza, no sé quiso atormentar más con aquellos recuerdos, ya fueron sancionados, y el mismo les aseguró que después de un castigo es borrón y cuenta nueva, sin embargo, otro momento invadió en su memoria, el dibujo de su hija pequeña, ¿Por qué magdalena lo dibuja como si tuviera las orejas tan grandes como los elfos de "El señor de los anillos", varias veces Clarice le ha dicho en tono de broma que le hace falta escuchar mejor, y que su niña también se lo señalará no dejaba de pensar que quizás, ellos así lo sentían, puede que más de una vez haya sido distraído por el exceso de trabajo. No pudo evitar recordar, aquella ocasión en que actuó sin oír ni preguntar primero, sacando conclusiones apresuradas, y actuando con ira debido al susto de la situación, sin siquiera detenerse a escuchar a su hijo.
Ese error lo cometió cuando Piero tenia 14 años, no habían pasado ni dos años de ese día, pero lo recordaba muy bien, se le hacía imposible olvidarlo.
El se encontraba en el despacho trabajando, mientras que su esposa estaba preparando un almuerzo improvisado, ya que en un principio los planes para ese día eran salir y comer fuera, sin embargo, una llamada de imprevisto cambio los planes, y él tuvo que suspender todo, y dirigirse al estudio para preparar unos escritos, en esa ocasión a Giovanni no le molesto en lo más mínimo, ya que estaba concentrado terminado una de sus pinturas.
Su pequeña Magdalena comenzó a hacer una pataleta, debido a que ella quería ir al parque y subirse a los juegos, con mucha paciencia Clarice le explico la situación de la forma más entendible para que lo pudiera comprender, prometiéndole que la próxima semana sin falta saldrían y ella podría subirse a todos los juegos que quisiera, la niña, no muy convencida hizo que su madre hiciera una "pinky promise" y así sellar el acuerdo, pero además de eso, se le ocurrió pedirle permiso a su madre para jugar al castillo encantado en el patio trasero.
Por otra parte, a Piero no le extraño en lo más mínimo que su padre cambiara los planes a último minuto, usualmente estaba siendo algo habitual, no hizo ningún comentario al respecto, pero la expresión en su cara no pasó desapercibida por Lorenzo. Se encontraba en la planta baja, con su pelota de futbol para salir al patio, ya que tenía prohibido volver a jugar en la casa después de varios incidentes previos, advirtiéndole que para la próxima habría consecuencias más graves. Estaba a punto de salir, cuando sintió el timbre de la puerta, y su madre se apresura a atender, notó que era la vecina y que le pedía ayuda con algo domestico en su casa, a lo que Piero no le presto mayor importancia, tomó su pelota y se dirigió a la cocina para coger algo para comer, antes del almuerzo, sin embargo, en ese momento que esta revisando la alacena, se percata que del horno comienza a salir fuego, pero no era una llamita de vela de cumpleaños, era verdaderamente una llama inmensa que estaba a punto de alcanzar el mueble y amenazaba con llegar al techo de la cocina.
Asustado, deja la pelota en el fregadero e intenta hacer lo que para el en ese momento era lo más lógico, aventarle agua al fuego para que este se apague, empieza a juntar agua en un vaso para tirarle, sin saber realmente lo que estaba haciendo, cuando estaba a punto de lanzarle el agua, siente que alguien lo abraza por detrás y lo jala rápidamente, más no de forma brusca hacia un costado, Piero no sabía que estaba pasando, y al voltearse se da cuenta que era su padre, quien en cosa de segundos logra apagar el fuego por completo, una calma invade de forma inmediata al pequeño, sin embargo, esta no dura ni un segundo al captar la ira de su padre, pudo notar que le hizo un chequeo fugaz, pero antes de decir cualquier cosa, Lorenzo se le adelantó.
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Improvisando
FanficUA. Una Familia tradicional con tres hijos, de los cuales dos son adolescentes propensos a comportarse como jóvenes de su edad. Atención, contiene Spanking Paternal, si no gusta, no lea.