Remordimientos

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Los gemidos resonaban por toda la habitación, el calor que emanaba de aquellos cuerpos demostraba todo el amor que se tenían. Groenlandia recorría con su boca el pequeño cuerpo del tricolor, amaba el sabor que este tenia, los roces en sus pieles desnudas, como al deslizar sus dedos por las finas hebras castañas el contrario sonreía. En un rápido movimiento apreso los labios del mexicano formando un apasionado beso, en verdad no comprende como ha vivido hasta ahora sin el latino a su lado.

Separaron sus bocas respirando agitadamente, la isla se encontraba detrás del tricolor ambos estaban sentados sobre la cama y este ultimo posicionado entre las piernas del contrario, Groenlandia aprovecho la postura capturando el miembro ajeno y realizando un vaivén tan lento que parecía una tortura, al notar la inquietud del pequeño país  hizo lo que parecía imposible, bajo aun mas el ritmo. México comenzó a temblar se contenía, no quería presionar al bicolor de parche, pero su cuerpo estaba tan excitado que no aguantaría mucho las débiles caricias.

Apenado giro y con unas lagrimas acumuladas en sus largas pestañas pidió en un hilo de voz  aumentar la atención en la zona, el groelandés quería molestar al latino pues no había podido sacar de su mente el hecho de que a pesar de sus salidas y encuentros amorosos no sabia tantas cosas de él, como los hermanos norteamericanos y era natural ya que ellos tres se conocieron desde colonias y a  lo largo de su historia, para bien o para mal sus vidas han estado enlazadas.

Era tonto desear tener esa misma conexión y lo sabia, pero le angustiaba que ese hecho lo dejara en desventaja a la hora de que México decidiera con quien pasaría el resto de su vida, era egoísta mas quería conocer todas las facetas del pequeño país dejarle una marca no solo en su cuerpo, si no en su alma que le diera una oportunidad, no obstante ver su carita sonrojada y al borde de las lagrimas altero su corazón.

Lamio la mejilla del contrario apartando la lagrima de su vista y sin ningún aviso aumento brusca mente el ritmo del vaivén en el miembro ajeno, sintiendo como se estremeció al instante sacándole un grito de placer. Mas rápido, mas fuerte, mas gemidos que deleiten a sus oídos, con la mano libre que le quedaba se dirigió a la entrada e introdujo un dedo, no busco por mucho tiempo cuando encontró la posición perfecta y metió el segundo estirando ese anillo carnoso que pronto seria invadido por algo mas grande.

México advirtió que se vendría en cualquier momento, así que el bicolor de ojo gris encajo tres dedos en forma de embestidas profundas, el de emblema apretó las sabanas y en un lascivo grito dejo salir todo lo que había estado conteniendo. Groenlandia recostó bocarriba al contrario y bajo la intensa mirada de este, froto su mano que aun contenía la semilla del país en su miembro ocupándolo como lubricante para después posicionarse en la entrada que había estado preparando.

Ni tiempo le dio al tricolor de objetar cuando ya se encontraba siendo llenado, maldición no sabia cuando se volvió tan bueno el bicolor, las embestidas eran certeras sin ninguna duda solo dejaba emerger su deseo, mas de cierta forma lo hacia sentir protegido como si calculase cada movimiento para evitar lastimarlo y que solo obtuviera placer. Inconscientemente le dio una tierna mirada acompañado de una amplia sonrisa, esto hizo saltar de alegría el corazón de la isla uniéndose en un nuevo beso, pero lento disfrutando del momento que compartían.

Tomo las piernas del mexicano y las separo aun mas de lo que ya se encontraban, quería llegar  afondo estar donde ningún otro, sentir su calidez y mejor aun su amor. México lo llamo con los brazos haciendo que el otro volviera a bajar y ser capturado en un abrazo, el tricolor lamio su oreja y susurro lo bien que se sentía, haciendo que el contrario se emocionara de mas lanzando al carajo toda la delicadeza y tomándolo con mayor vigor.

El tiempo paso volando ni siquiera recuerda cuantas veces se a corrido, pero el dolor en su parte baja y las múltiples marcas que rodeaban no solo su cuerpo si no también la piel de su acompañante delataba su apasionante encuentro, el latino monto al contrario dispuesto a continuar con la diversión. Groenlandia sonrió ante el acto y se dispuso a ayudarlo tomo sus caderas subiendo y bajándolo, chupando los hermosos botones rosados sensibles tras tanta atención recibida.

Una vez mas se corrió en el interior del país que al momento de sacar su miembro de este escurrió el exceso por sus piernas, ver eso hizo que se pusiera de nueva cuenta duro mas no deseaba presionar al tricolor acomodarlo en su pecho , por su parte este no se dio cuenta solo se acomodo y le miro el rostro para decirle - Yo te.. Te a...- Al final la frase quedo incompleta. pues el cansancio le gano y quedo completamente dormido, el groelandés sonrió y beso su frente ya se había esforzado lo suficiente en ese momento, estaba seguro que después escucharía lo que quería decirle.

[...]

Gran error, nunca mas pudo tener dicha conversación aquellas palabras se quedaron incompletas y ahora parecía imposible, sus colores lucían opacos todo el vigor que tenia se esfumo, solo se encontraba postrado en esa cama.

En un instante los hermanos norteamericanos estaban al rededor de la cama, Groenlandia seguía con las imágenes de su ultima vez con el mexicano. Se acerco lentamente como si arrastrara una cadena, probablemente era su propio remordimiento. Al estar lo suficientemente cercas acaricio delicadamente su mejilla esperando quizás que con el roce despertara, sin embargo no obtuvo respuesta alguna.

Aun intentando procesar lo que sus sentidos les trasmitían, el que estaba frente a ellos era ¡México! La representación que tanto habían estado buscando sin descanso. Al que amaron, no, mejor dicho al que aun aman ¿Entonces, porque su corazones pesaban tanto? Canadá tenia un nudo en la garganta, portaba varios recuerdos con aquel tricolor de emblema y el único que seguía repitiéndose en su mete era el día que tomo la estúpida decisión de abandonarlo.

Por otro lado USA, no estaba mejor y al igual que los dos anteriores también las escenas con México venias a su mente y paraban en esa sonrisa triste. se cuestionaba porque nunca decidió investigar ir mas allá, solo se conformo con piezas sin ver el panorama, el mexicano no se merecía eso, fue un tonto y lo peor es que quien pago por sus errores era la representación que mas ama.

Guatemala por fin bajo la mano que aun sostenía del castaño, tomo un momento mirando los rostros angustiados llenos de dolor de los contrarios y tallo los dientes por el enojo que solo le provocaban. Cuan hipócritas podían ser, su dolor no es por el pequeño país en la cama, son sus remordimientos que los atan, si de verdad lo querían nunca se hubieran ido a refugiar en los brazos de otras representaciones, se abrían quedado intentando reparar su relación.

Claro que para el guatemalteco ellos no eran los únicos culpables, amaba con locura a México no obstante aun tenia la cordura suficiente como para saber que lo que mantenían con el tricolor no duraría, desde un inicio era una locura creer que un "amor" si es que se le podía decir así, tan difuminado era fácil de perder. 

Se levanto, acaricio el rostro del contrario y tomo su mentón levantándolo un poco para plantar un tierno beso, trasmitiendo lo que hace años enterró en el fondo de su corazón. Acción que por supuesto molesto a todos los norteamericanos, ya que se estaba sobrepasando con el tricolor al no poder moverse, esto no se quedaría así.

DesaparecidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora