Noche de revelaciones

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Los norteamericanos salieron de la habitación, sin decir palabra alguna entraron al elevador dónde USA apretó el botón para subir, los otros dos pensaron que aún estaba en shock y no se daba cuenta de lo que hacía. Groenlandia iba a presionar el botón del estacionamiento, pero fue interrumpido por el estadounidense negando con la cabeza.

Tres pisos más arriba se encontraba la habitación del ruso. Hace horas cuando preguntaron a la recepcionista por la habitación del guatemalteco, USA también lo hizo por la de Rusia, pues prefería no perder tiempo. Las palabras del bicolor celeste se reproducían en su mente una y otra vez carcomiéndolo en culpabilidad, pero tenía que saber toda la verdad.

Canadá colocó una mano en el hombro de su hermano, comprendía lo que estaba pensando, todos habían malinterpretado las acciones del guatemalteco y el tricolor al principio. De no ser, porque aclararon sus dudas en ese preciso momento, se hubieran ido con la misma idea que el estadounidense.

No lo justificaban del todo, ya que México intento explicarlo, pero no le dió oportunidad de hacerlo. Así que también compartía la culpa, si ambas representaciones no se hubiesen centrado en pelear y hubieran sido más claras este incidente no se abría dado.

El timbre del elevador sonó anunciando la llegada al piso, el estadounidense ya no estaba seguro de querer escuchar lo que el eslavo pueda decir, un miedo se apoderó de él. La isla tomo el otro hombro impulsando lo a salir -Nu er vi sammen (Ahora estamos juntos)- Dándole el valor necesario.

Tocaron la habitación sin recibir contestación alguna, la incidencia se volvía más notoria al cortar los espacios entre cada golpe haciéndolos casi seguidos, las puertas del ascensor fueron abiertas cosa que distrajo a USA dirigiendo su mirada en esa dirección.

Se imagino a México correr hasta ellas, gritándole a las personas para que no las cerrarán y una vez adentro giro en dirección a los contrarios -!USA¡- Dijo al notar su presencia sonriéndole tan amable como solía hacerlo.

Con forme se iban cerrando, el tricolor cambio su rostro a uno dolido y se abrazo a si mismo, como la última vez que lo vio -¿Po... Por qué?- Pregunto entre sollozos, el estadounidense quiso ir al ascensor, pero la puerta del eslavo fue abierta.

Rusia salió con un pans holgado y camisa de tirantes, su cabello estaba suelto y algo desalineado -Что они хотят? (¿Qué quieren?)- Cuestionó molesto y no era para menos, ya que lo habían despertado. USA se maldijo a si mismo por dejarse llevar por su imaginación, era obvio que el tricolor de emblema no estaba ahí, pero su conciencia no dejaría de remarcarle la injusticia que cometió.

Aún con los ojos cristalizados miro al contrario intentando mantener el tono neutro de su voz, preguntando si les dejaría pasar y hablar sobre México, el otro negó no estaba de humor para ello, ni eran las horas pertinentes y aunque así fuera no hablaría con ellos.

Los norteamericanos comprendían que era tarde, pero no estaban dispuestos a darse por vencidos. Se quedarían a hacer guardia fuera de su puerta, lo seguirían a todos lados he incluso se pegarían a él como sanguijuelas de ser necesario, hasta que hablara con estos.

La sola idea le repugnaba al eslavo, de mala gana se aparto de la puerta dejándolos pasar quería que fueran breves, pues no desperdiciaría su noche en ese trío. Los contrarios asintieron y lanzaron las preguntas.

¿Qué hacía México en tu apartamento? Y ¿Qué tienen que ver con el chófer acusado de traficar drogas? Apenas escucho las interrogantes, Rusia palideció tenía una noción de lo que le cuestionarían, más nunca pensó que fuera ese tema.

El eslavo intento evadirlas, al desconocer dichos eventos de lo que hablaban, más USA tomo su celular enviando un par de mensajes en pocos segundos recibió la contestación a estos mostrándole las fotos al ruso.

Este suspiro resignado, pero se negó contundentemente a hablar, había hecho una promesa. Solo les aclaro que nunca estuvieron juntos México y él de manera romántica. A estas alturas los contrarios exonerarían al tricolor de cualquier cosa, incluso si alguien venía y mostraba fotos de él cometiendo un crímen.

No obstante, no podía quedar el asunto al aire, está vez irían al final de todo. Volvieron a insistir, recibiendo nuevamente una negativa. Finalmente preguntaron a quien hizo la promesa quiso negarse a decirlo, pero USA hizo su movida, diciendo que el chófer declaró que era inocente y todos los cargos imputados habían sido plantados.

Sí hasta ahora guardo silencio era porque temía por su vida, más ahora que México desapareció ya no tiene porqué seguir cayado, pues el culpable de todo fue el tricolor de emblema. Aclaro que fue una audiencia privada y por eso el público aún no se ha enterado, también desean mantener buena relación con el país vecino por lo que el proceso será sin cámaras pero al final todo será revelado.

Rusia estalló en cólera azotando su mano en la barra de la pequeña cocina -Это ложь, эту тему нужно переделать в тюрьме! (!Eso es mentira, ese sujeto debe refundirse en la cárcel!)- Grito sin medir sus palabras. Haciendo que los contrarios lo mirasen buscando respuestas.

Al notar su error el ruso dejo el cartón de jugo que previamente había sacado del refrigerador, para mantenerse despierto en la charla, pero parece que ya no es necesario. Revelo que le hizo la promesa al mexicano, pero no con las intenciones que piensan, si no para proteger al estadounidense. El último mencionado, llevo una mano a su pecho, cuántas injusticias seguía cometiendo.

                                                              [...]
En la pasada junta antes de Marruecos, Rusia olvidó entregar unos papeles, por lo que tuvo que viajar a las tierras del norteamericano de barras, para su sorpresa se encontró a México, el cual asistió a una junta como castigo por los retrasos acumulados.

No hablaron mucho tiempo, pues México comento que quería darle una sorpresa a USA, ya que nadie sabía de su llegada. Despidiéndose de forma rápida, el eslavo entro a la oficina de la organización que ya lo esperaba.

No tardó más de 20 minutos, cuando salió directo al estacionamiento. Odiaba hacer largos viajes por cosas que podías enviar por e-mail, más a veces ONU era muy quisquilloso con esos asuntos.

Al sacar las llaves de su pantalón cayeron y en un vano intento por atraparlas terminó empujándolas dos hileras más adelante, maldiciéndose internamente colocó su portafolio encima del auto y se dirigió a buscarlas. No tardó mucho cuando las halló, apenas se estaba levantando del piso cuando escucho un murmullo, al prestarle más atención las palabras fueron más claras -It's useless fighting, I promise you will enjoy. It just let it take effect (Es inútil pelear, te prometo que lo disfrutaras. Solo deja que haga efecto)-

Por algún motivo, esa frase le provocó un escalofrió que sacudió su ser. Buscó con la mirada en todas direcciones, pero el lugar se encontraba aparentemente vacío y con tantos coches era difícil tener buena visión. Pensó en presionar la alarma de su auto, mas se arrepintió de último momento temiendo que se asustara y perdiera cualquier pista. Aún ideaba que hacer, cuando escucho un fuerte ruido segundo de un grito - Damn! (!Maldición!)- 

Siguió el sonido encontrándose con una terrible escena, un humano con solo la parte superior del traje sobándose la nuca por un aparente golpe en su estomago, ya que tenia marcado la suela de un zapato en este y del auto sobresalían dos piernas claramente no humanas por el color de estas, temiendo lo peor corrió hasta el sitio confirmando su sospecha.

DesaparecidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora