Recuerdos de una pasión

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México toco uno de sus hombros y al sentir el espeso liquido puso su mano frente a él, jugaba con el entre los dedos como si nunca antes hubiese visto algo igual, los otros norteamericanos buscaron con que limpiarlo, pero cuando se aproximaron para retirarlo este simplemente los metió a su boca absorbiéndolo todo.


-If you want so much that it is inside you, I will help you (Si tanto deseas que este dentro de ti, yo te ayudare)- Dijo el estadounidense excitado por sus propias palabras. Estiro las piernas del tricolor y lo acomodo de tal forma que su estrada estuviera expuesta, se relamió los labios chupo su dedo y lo introdujo en el contrario, el tricolor solo gimió ante la sensación. Se iba a  ir de espaldas cuando el bicolor de parche lo sostuvo con un brazo y al igual que el estadounidense lo penetro, miro al de barras y comento -Planlagde du ikke at beholde alt det sjove? (¿No pensabas quedarte con toda la diversión?- USA solo refunfuño, pues el pequeño país seguía perdido en la lujuria.


Canadá llego ante ellos y sin previo aviso introdujo dos dedos, no espero a que el contrario se acostumbrara a la sensación cuando ya estaba creando movimientos que lo dilataran. -Nous pouvons tous être les premiers, il suffit juste d'être bien préparé (Todos podemos ser los primeros, solo se debe preparar adecuadamente)- Explico el canadiense ante las miradas recriminatorias de los demás. Lagrimas comenzaron a rodar por los ojos del mexicano, las representaciones se preocuparon he iban a parar cuando escucharon el susurro del menor - No... No m-me puedo contener, e-es tan placentero-


El libido aumento y sin pensarlo imitaron lo que hacia el de hoja de maple con la diferencia de estocadas, el tricolor de emblema no aguanto el ritmo viniéndose en su abdomen y en su mayoría manchando las manos de los profanadores. La satisfacción de todos se reflejaba en su cara, aun respiraban irracionalmente, mas eso no los sacio era momento de consumar la pación.


Tomaron al tricolor por debajo de los hombros y lo mantenían elevado, mientras realizaban una especie de circulo, al asegurarse de estar lo suficientemente cercas comenzaron a bajar al latino poco a poco, quien lo sostenía era el canadiense por tal motivo quedo frente a este, mientras a sus costados estaban los otros dos norteamericanos. A pesar de la exhaustiva preparación la entrada seguía siendo estrecha y sus miembros eran apretados constantemente, sino fuera por la lubricación natural del mexicano lo hubieran roto o esa era la sensación que tenían.


Sentir sus miembros restregándose uno contra otro al igual que escuchar los jadeos era un poco incomodo, sin embargo todo cambio al entrar por completo en el mexicano, puesto que se corrió regalándoles un excitante gemido envuelto en el palpitar de sus paredes, era el estasis total. Hambrientos de repetir la experiencia tomaron las caderas de México, llegando a coordinarse de modo que se auto penetrará, regalándoles los mas hermosos sonidos que habían escuchado en sus vidas.


Amaban ver como ese cuerpo se retorcía en el gozo del desenfreno, cada que arqueaba su espalda y encogía los dedos podían sentir como sus cuerpos eran sacudidos por corrientes eléctricas que los sumergían en sus mas profundos deseos, que eran complacidos por ese pequeño cuerpo que recorrían con sus bocas reclamando cada centímetro de piel, marcando la noche de desenfreno y palpando su exuberante amor en recuerdos de una consumada pasión.


Al finalizar salieron del latino que apenas se mantenía consiente y aun jadeantes de las exigencias grabadas en su cuerpo, contemplaron su obra al levantarlo para recostarlo en su cama, puesto que por sus piernas se deslizaba el blanco liquido que dejaron dentro de él. Con la mas profunda delicadeza posaron un beso en sus sonrojadas mejillas, a lo mejor era en arrepentimiento de arremeter contra este una y otra vez dejando que su garganta excluyera su hermosa voz sustituyéndola por un sonido ronco, o puede que sea en agradecimiento al permitirles demostrar sus sentimientos. Una o la otra, tal vez ambas en realidad no lo sabían pues en sus memorias quedaría grabado ese día, lo resguardarían como su mas preciado tesoro, dando pie a juramentos de amor eterno y protección.


Ese día durmieron los cuatro en la misma cama, Groenlandia quedo en medio y encima de este el mexicano, mientras que los otros estaban en los lados sosteniendo sus palmas. A la mañana siguiente como era de suponerse el tricolor ni siquiera podía sostenerse, fue dejado dentro de la tina de baño con agua tibia, USA pesco un resfriado por no quitarse la ropa húmeda a tiempo. Canadá limpiaba el desastre causado de su pasión desenfrenada, del mismo modo las tareas del groenlandés no eran sencillas, pues tuvo que excusarse por la repentina ausencia de la representación de esas tierras.


Para evitar cualquier roce de los ciudadanos con las representaciones todos asistieron al cierre de la fiesta, la mayor parte del tiempo el tricolor de escudo se la paso en los brazos de los países, pues aun el dolor en su parte baja le impedía caminar correctamente. Podían inventar una caída pero temían que el pueblo pensara que los otros norteamericanos lastimaron a su bello país. Así que fingieron, he intentaron que México no se quedara parado mucho tiempo o realizara actividades que le exigieran un esfuerzo físico.


Afortunadamente todos cayeron en su mentira o eso fue lo que pensaron hasta que se despidieron en la noche, ya que llamaron los ciudadanos al latino. Cuando este regreso su rostro estaba completamente rojo, subió al coche en la parte de atrás sin decir ni una sola palabra. Angustiados por su actitud a medio camino decidieron indagar y ahí fue cuando se enteraron que los del pueblo sabían lo ocurrido esa noche.


Los humanos hicieron rondas para protección de su país y por supuesto la de los demás, a medida que avanzaba la noche ruidos extraños salían de la cabaña, estuvieron apunto de derribar la puerta hasta que escucharon como el mexicano llamaba a los otros en busca de cariño por así decirlo. En pocas palabras, de nada sirvió su actuación pues ellos ya estaban enterados, solo llamaron a su representación para felicitarlo por su gran pegue y de paso regalarle una pomada que lo ayudaría a recuperarse rápido.


Un silencio incomodo se acento en el carro, hasta que el mismo mexicano lo rompió con su risa, en verdad que no se les pasaba nada a su pueblo lo bueno era que no se lo contarían a nadie, pero teme haber traumatizado a los jóvenes que ayudaban a sus padres. Ante esa idea un poco aterradora las risas estallaron y los chistes que se generaron a partir de ese momento no se dejaron esperar, sin duda un muy lindo recuerdo.

 [...]


Es por ello que las palabras del norcoreano habían lastimado sus corazones. México confiaba en ellos, así que era ilógico que les ocultara información... Aunque... En realidad esto no era del todo cierto, pues por algo terminaron con este. USA remolineaba su cabello intentando alejar ese pensamiento de su cabeza, en aquellos tiempos todo parecía tan claro que no saben en que punto se fue por la borda.


Canadá tomo la batuta e indico que era momento de abandonar el lugar, pues si la guardia unida notaba su presencia serian sometidos a interrogatorios con preguntas que no deseaban responder, el groenlandés apago su cigarrillo para meterse al coche. Aun quedan asuntos pendientes, no era el momento de perderse en recuerdos y mas cuando ellos dejaron que su vida se convirtiera en eso.



DesaparecidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora