• • • C A U S A L I D A D • • •

Cambios.

La infancia de Louis había sido, la mejor de todas, en palabras de él.

Tenía la fortuna de gozar de unos padres que se amaban de verdad y por ende, su infancia fue la más feliz, no podía pedir nada más.

Su madre lo amaba, lo consentía, jugaba con el cuando sus amigos estaban ocupados, le preparaba sus comidas favoritas y para los días lluviosos le llevaba té y galletas recién horneadas a su habitación, tal vez, si tenía suerte, se podrían recostar un rato entre la calidez de las mantas, con su padre iban al sendero de la escuela Lane a jugar o al río bybrook, en casa jugaban con los juguetes o lo ayudaba a estudiar. En familia, todos los fines de semana iban a la iglesia por la mañana, regresaban a casa para desayunar, Aby preparaba el almuerzo para William y él, se iba a trabajar a la estación de policía.

Por las tardes Louis salía a jugar con su mejor amigo Zayn, un chico de piel y ojos trigueños, con cejas y pestañas bien pobladas, cabello azabache, labios pomposos y cuerpo delgado, era dos años menor que él y por eso, Louis, lo había nombrado como su hermanito menor.

Podían pasar las horas en el patio de la iglesia o en el sendero de la escuela Lane, y Zayn todo el fin de semana, dormiría en casa de Louis, ambos hablando hasta la madrugada sobre tonterías.

En el mes de Febrero, dos meses después haber cumplido los 13 años, Louis le dice adiós a su papá, y lo entierran en el cementerio del pueblo.

Él y su madre, se mudan de casa, pues no es lo mismo sin su papá, ya no se siente como un hogar, aunque no se van muy lejos, apenas a unos cuantos metros de su antigua vivienda, ahora viven en la última casa de west street.

Es una casa más pequeña, de un tamaño adecuado para dos personas y algún invitado, construida de piedra dorada, de un tejado y con chimenea, al ser la última casa de la calle, solo tienen vecinos por un costado, al otro lado no hay más que árboles, como si fuera un pequeño o gran jardín, al frente de la casa, la ladrona del protagonismo son las azaleas blancas, el jardín trasero y el costado de la casa continúo al bosque está rodeada por una cerca de madera decorada con enredaderas, todo vuelve a ser tranquilo allí, pero siempre recuerda y extraña a su padre.

Junio de 1858 . . .

Calor, calor, calor, sí, es verano y debería de hacer calor, pero no es razón para que haga tanto como ahora, sobre todo, por qué es de madrugada y la temperatura  suele bajar más en estas horas.

Calor, es todo lo que puede sentir Louis y... ¿Agua? Okay, él obviamente está sudando, y cree entre sueños, que también se ha... No, no, no se siente tanto dolor al orinar y oh, maldición, Zayn está durmiendo a su lado, es fin de semana y por lo tanto se a quedado a dormir en su casa, solo espera no haberlo ensuciado y de repente empieza a escuchar a Zayn hablándole y moviéndolo  suavemente para despertarlo.

—Lou... Lou—llama en voz baja para despertar a Louis sin asustarlo.

—Mmmm—se queja Louis.

—Lou, por favor despierta— dice un Zayn ya muy preocupado— estás sudando mucho.

—Me duele, Zayn, me duele enserio.

—¿Que? Espera, le avisaré a Aby—dice—creo que estas entrando en celo.

Oh, piensa Louis, entonces esa es la cosa, no es un sueño, ni mucho menos ha mojado la cama, bueno sí, pero no de lo que el creía y prefería realmente.

—¿Lou? Cariño, ¿estás bien?—llega a la habitación, Aby.

—Mamá he mojado la cama, tengo mucho calor y duele, duele mucho.

—Oh amor, me temo estás entrando en celo, en tu primer celo.

—Lo se—responde Louis—pero no sabía que dolería tanto ¿Cuando pasara?

—En un par de días tal vez, pero estarás bien, te cuidare mientras tanto—le dice Aby.

—¿En donde está Zayn?

—Se quedó afuera— contesta la omega—sabe lo que está pasando y no quiere entrar.

—No haremos nada de cualquier modo— contesta Louis, conteniendo un gemido de dolor.

—Lo se, pero igual no quiere incomodarte, dormirá en otra habitación hasta que amanezca y luego irá a casa.

La cosa es así, Zayn no le haría nada a Louis y Louis nada a él, pues Zayn todavía no se ha presentado, y bueno, ni lo hará, sus padres son betas y bien, el maldito también lo es, además ellos dos son como hermanos.

—Vamos, ve a darte un baño de agua fría, te ayudará a bajar el calor—propone Aby.

Y de repente, Louis siente una nueva oleada de calor, expulsa lubricante y feromonas, aquí, se ha dado cuenta de varias cosas que no había notado antes: su habitación ha adquirio un nuevo olor, mango, piña y coco, siente un vacío de algo que no sabe que, apenas tiene unos pocos segundos para maldecir por haberse presentado como omega, antes de que una punzada de dolor lo atraviese desde el vientre hasta la columna vertebral.

Y es así, como un chico de orbes azuladas, cabello castaño, piel blanca, nariz de botón respingona y en general, un chico muy atractivo, se presenta como omega, el único chico omega en pueblo de Castle Combe, en donde todos lo conocen y el realmente espera, que por su casta no lo traten diferente, además, lo conocen de toda la vida, prácticamente desde bebé y el que sea omega, no cambiará las cosas ¿Verdad?

Pero cuando el celo de Louis pasa, y todos en el pueblo se enteran que se presento como omega, lo miran con lástima, despreció o asco, solamente los más cercanos a él, lo siguen tratando con normalidad, como si el hecho de ser omega no les importará o incomodará en lo más mínimo y Louis está satisfecho con eso, por qué la gente a la que el ama, lo sigue amando de vuelta igual.

Es un poco incómodo ser un omega en pueblo como lo es Castle Combe, un pueblo en donde todos se conocen, y se enteran rápido de los acontecimientos, pues Louis, muy constante, está escuchando las fantasías que de los alfas más jóvenes tienen con el.

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Oficialmente este es el primer capítulo, si soy sincera no se que estoy haciendo, pero igual espero que les guste.

-Eve...