Causalidad. (Epílogo)

356 20 1
                                    

Deauville 1854

Era la tarde del Domingo, como todas las semanas, por la mañana, sus padres y el fueron a misa y casa solo regreso su mamá y él.

Su padre se había quedado en la parroquia, conversando con algunos otros fieles que los buscaban, con el fin de contarle los problemas de inseguridad en el pueblo, su padre era policía, el jefe para ser más precisos.

Parecía ser un padre ejemplar, en si, su familia parecía ser la familia perfecta y feliz, lo que nadie sabía era que al inicio de la semana, su padre, por pura diversión, golpeaba a su madre, para que al final de la semana estuviera recuperada para ir misa como si nada hubiese pasado, muy conciderado de su parte, según su padre.

Su mamá, todo el tiempo estando de malas, sabía que tanto ella como su padre, no sentían el más mínimo apreció por él, mantenían la apariencia de familia ejemplar por puro estatus, en esa casa, no había amor.

Su madre lo mando a buscar a su padre, sabía que no debía hacer aquello o también se ganaría una gran golpiza, justo como las que recibía su madre, aún así, solo por querer salir de aquella jaula que era su casa, salió en busca de su padre.

Camino por las calles empedradas, encontrándose en el camino con su mejor amigo Niall, sua amistad no era aprobada por sus padres debido a que el rubio no tenía el mismo nivel socioeconómico que ellos, pero esto no era obstáculo para Harry, pues si amigo era el único que le había demostrado un cariño real y el único al cual se podía aferrar.

Juntos buscaron al padre de Harry, no lo encontraron por ninguna lado, así que decidieron sentarse en la fuente de la plaza para pensar en donde más podría estar.

Pronto comenzó a sentir como que algo le faltaba, así que comenzó a revisar sus bolsillos para en caso de que algún chico más listo que él le hubiese hurtado.

—¿Que haces?— cuestionó un Niall de entonces 13 años.

—¿Me robaron algo?

—No se, ¿Te falta algo?— volvió a preguntar Niall.

—No sé.

Comenzó a caminar hacia la calle, como si lo jalaran con un hilo y la sensación de que algo le hacía falta lo comenzaba a preocupar.

Entonces, busco de dónde venía esa extraña energía que tanto le inquietaba dentro del pecho, sus ojos lo guiaron  hacia un pequeño chico de cabellos castaños, que estaba a unos cuantos metros, emanaba la misma inquietud que el sentía y probablemente buscaba lo mismo, muy pocos segundos después sus miradas conectaron, un sentimiento de alegría inundando su pecho y un miedo instalado en sus pensamientos.

En ese instante Harry lo supo, ese pequeño era su omega.

No sabía cómo reaccionar, hacia algunos meses se había presentado como alfa y hace unos días había sido su cumpleaños número 15 y jamás pensó que encontraría a su destinado tan pronto.

Pronto todo lo que le habían inculcado, empezó a invadir su mente, para él sería prácticamente imposible estar con ese chico.

El pueblo de Deauville, era un pueblo muy conservador, los omegas varones eran vistos como defectos y sus padres jamás le permitirían estar con su omega destinado, por puro tabú.

Claro que estaba feliz por encontrar a su pareja, pero viendo que la gente pasaba al lado del chico como si no fuera un omega varón en un pueblo donde este sería considerado un defecto y una deshonra, solo le hizo preocuparse más.

Probablemente el chico aún no sabía lo que le esperaba si se quedaba en ese pueblo, suponía aún no se había presentado, se quedaron viendo unos segundos más, hasta que el castaño le sonrió con mejillas rojas y curiosidad desbordante de los ojitos azules, solo entonces, Harry volvió a la realidad y sin saber que hacer, recordó que estaba en busca de su padre, devolvió una sonrisa lo más discreta que pudo y se fue, pero no recordaba, que era la primera vez que veía al chico y por lo tanto, no vivía en el pueblo.

• • • C A U S A L I D A D • • •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora