Curiosidad o labor.

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2 de agosto de 1860

Todos lo días,todos los días Adam, el aspirante a policía, va casa de Aby, siempre a la misma hora, algunas veces a llevar los encargos y otras veces simplemente llega con las manos vacías y es cuando más tarda en esa casa.

Y él, lo sabe, lo observa todos los días, lleva haciendolo durante cuatro meses, en ese tiempo se pudo dar cuenta,que Adam no entro a la casa por una semana, que Aby era la que salía y recibía las cosas, Adam se iba y Aby volvia adentro, lo cual es muy extraño, ya que todos los días había estado entrando a la casa, después de esa semana volvió a entrar como de costumbre.

Le parecía muy extraño, que un chico como él, con tanto dinero, le estuviese haciendo los encargos a una omega enlazada, por qué si, él sabía que Aby estaba enlazada y no había motivo alguno para que ella no pudiese salir por su cuenta a hacer sus encargos; era bien sabido en el pueblo, que a las omegas marcadas, no se les hacía nada, no mientras no se metieran con los jinetes. No podía ser que Aby no saliera por que estuviese enferma, se veía perfectamente sana, simplemente no se explicaba el por qué no había salido de su casa nunca, durante tantos meses.

Tampoco podía ser que Adam fuera su alfa y por eso le llevaba las cosas, pues no dormían en la misma casa y durante esos cuatro meses, no se había mostrado amorosos el uno con el otro.

No sabía que se fuera a vigilar a Adam durante tanto tiempo, según él, solo el suficiente como para planear el asalto, pero con los pocos días que lo siguió y vio su extraña rutina, Liam decidió comentarle a Harry, lo que había estado observando, a partir de entonces él se había encargado de vigilar a Adam, día y noche, confirmando que su rutina era extraña.

Durante todo ese tiempo, Adam no se había percatado de que era vigilado día y noche, durante cuatro meses, así que como cualquier otro día, después de visitar a Aby, se subió a su caballo y se fue a casa antes de que empezará el toque de queda, por lo que al igual que otras veces, no se dio cuenta que desde la seguridad de las sombras un hombre lo observaba irse.

—Ya falta poco— susurro el jinete.

Cuando Adam dejo de verse por el camino empedrado, el jinete que estaba camuflado entre las sombras, se acercó a la casa de la cual el otro hombre había salido, y observo más de cerca la casa, se asomo un poco por las ventanas, intentado ver algo que le llamase la atención, cuando se asomo por otra ventana, un delicado y encantador olor, le llegó a la nariz, al corazón y a su alfa, mío, pensó inmediatamente, mío, mío, pero al recordar que en esa casa solo vivía Aby, estuvo a punto de huir si no hubiese sido por lo que escucho segundos después.

—¡Louuu! Ven a cenar cariño.

—¡Ya voy mami!

Esa voz, suave y dulce, con tres palabras formó la más bella melodía que jamás había escuchado, con tres palabras que ni siquiera eran dirigidas hacia él, su alfa se regocijo y derritió en su interior, no podía imaginar, como sería que aquella voz, se dirigiese hacia él, simplemente no podía esperar.

Tenía que alejarse de la casa de inmediato si no quería que alguien lo viese, aún así, si lo vieran, no le harían nada, pero quería asegurarse de a quien le pertenecía esa melódica voz, así que siguió viendo por cada hueco de cada ventana de aquella casa, intentando ser sigiloso, pero su alfa estaba cada vez más inquieto y molesto, por no poder escuchar esa voz o ver a su dueño, que de vez en cuando tenía que ahogar un gruñido de molestía, para no ser descubierto.

Debía de alejarse de esa casa, pero no podía, no quería, así que lo mejor que se le pudo ocurrir en ese momento, con su parte racional que estaba empezando a desaparecer, empezó a observar la casa para descifrar en qué habitación podría dormir la encantadora voz y regreso a dónde aquel exquisito olor, lo invadió; intentando ver por dónde las cortinas se lo permitían, a los pocos minutos, vio una silueta ingresar por la puerta de la habitación, la silueta menuda de un chico, un chico, no sabe cuánto tiempo la silueta se quedó al pie de la puerta, cuando escucho un gemido lastimero que provenía de aquel pequeño inmóvil cuerpo, que le hizo volver su cordura.

—¿Ho-la?

Bien, puede que tal vez y solo tal vez, Harry sienta que está a punto de desfallecer, por qué bien, ha sido descubierto y por qué ha escuchado esa voz de nuevo.

Con toda la dignidad que han le queda por haber sido descubierto, se endereza y con lentitud, pero a paso firme se aleja de la casa, para adentrarse al bosque frente a está, para encontrar a su caballo, subirse, e ir al cuartel con su gente.

Harry va montado en su caballo, pero su mente va en una nube, de confusión y deseo, cree que ha descubierto el secreto de Aby y Adam, empieza a creer que Aby no sale de casa, para no dejar solo al omega y que alguien pueda entrar a la casa o que esté escape. La razón por la que Adam va a la casa, es para ver al omega, y eso, hace que el alfa de Harry se retuerza de celos en su interior, por qué ese omega es suyo, el lo sabe, y ahora tienen un motivo más para deshacerse de Adam.

Esa noche, Louis no duerme, por el miedo y sobre todo curiosidad de aquella sombra que vio frente a su ventana, por la confusión que tiene por sentirse "llamado" y no saber por quien.

Esa noche, más tarde, Harry entra en celo y Louis sin saber por qué, también.

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Siento que voy muy rápido y muy lento a la vez, pero irá agarrando forma.

-Eve...

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