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Conocer.

15 de agosto de 1860

Después del abrazo que marco Long Dean como el cofre para sus secretos, a la noche siguiente y como habían acordado, comienzan a crear recuerdos confidenciales, Harry llega en su caballo a la hora acordada y Louis ya está esperando.

—Hola—saluda Louis y Harry baja del caballo.

—¿Ya nos dejamos de formalidades?—inquiere elevando una ceja y tomando al omega por los brazos, un toque nunca se había sentido mejor

—Creo que ya ambos sabemos y quedó claro, que, eres mi alfa y yo tu omega— responde con la felicidad en su sonrisa—no veo que sea necesaria tanta seriedad.

—Mi omega—dice son poder creerlo  todavía y  sonríe a más no poder, para él es tan irreal, haber encontrado a su destinado, y Louis pudo haber caído al piso, no sabe si por la hermosa sonrisa del otro chico o por lo que acaba de decir, afortunadamente Harry lo está agarrando—Bien, mi omega,— dice acentuando lo último—sube, vamos a otro lugar.

Ambos suben al caballo, Louis frente a su alfa y se siente tan correcto estar entre sus brazos que no recuerda, que a la vez no lo es, no es correcto escapar de casa para estar entre los brazos de un desconocido, que no es correcto estar enamorado de un criminal; pero no le importa, por qué sabe que lo único correcto es lo que de verdad importa, lo único correcto es, que está en donde pertenece, en los brazos de su alma gemela, los brazos del amor de su vida.

Y Harry, Harry ya no tiene miedo de asustar a su pequeño chico, sabe que él lo ha aceptado a pesar de lo que hace, está realmente feliz por eso, también está feliz, por qué ahora puede acercar más hacía su pecho a su omega, por qué puede fortalecer su agarre al rededor de su cintura para hacerlo sentir protegido y no incómodo, por qué puede acercarse más a él y embriagarse de su dulce aroma.

La única preocupación de Louis ahora, es qué el tiempo pase rápido y tenga que volver pronto a casa, separarse del hombre que ahora lo refugia con sus brazos y pecho.
La preocupación de Harry ahora, es que Aby despierte y note la ausencia de su hijo, que alguien de los del pueblo los vea, sobretodo a su omega, pues sería peligroso para este, y es lo último que quiere Harry, de pronto también está preocupado por el futuro, por qué en algún momento con la vida que lleva, podría poner en riesgo a su chico, aunque no quisiera y en algún momento el también querra gritar a todos los vientos existentes, que el es verdadero y único favorito de Dios y como prueba de ello, le envío al más perfecto ángel, que es el encargado de guardar el paraíso en sus ojos.

—¿Que pasa?—pregunta Louis volteando a ver a Harry—¿Estás bien? ¿Por qué dejamos de avanzar?

—Todo bien—tranquiliza—solo me distraje.

Vuelven a avanzar, en silencio, solo disfrutando de la cabalgata nocturna y sobre todo, de sus presencias hasta que llegan a su destino, Long Dean y bajan del caballo.

—Prometo buscar un mejor lugar para traerte—dice Harry—algo para que estés más cómodo mientras pasamos el rato.

—No te preocupes, está bien y es lindo—realmente a Louis no le importa donde esté, siempre y cuando Harry este con él.

Harry camina hacia un árbol y se sienta con la espalda pegada al tronco de este.

—Ven—palmea su regazo con una mano y la otra la extiende para que Louis la tomé—siéntate conmigo.

Louis hace lo que le pide y cuando ya está sentado en su regazo, Harry no tarda en acurrucarlo contra su pecho, Louis recarga su cabeza en el hombro del alfa y este esconde su nariz en el cabello del omega, se quedan unos minutos así, hasta que Louis habla.

—Cuentame de ti.

—No hay...mucho que decir en realidad.

—Entonces ¿Me tendré que conformar con solo saber tu nombre?

—Bien, bien—Harry se rinde—¿Que es lo quieres saber?

—¿Cuál es tu color favorito?

—¿De verdad?—responde con burla en su voz—¿Eso quieres saber?

—Si,—y sin que Harry sepa, Louis está probando la paciencia del alfa—eso quiero saber.

—Bien,—le parece curioso que eso sea lo que quiere saber su omega—el azul, es mi favorito ¿Y el tuyo?

El resto de su rato juntos, Louis hace preguntas que parecen tontas, pero son necesarias, al menos para él y Harry solo contra ataca con las mismas preguntas '¿Y tú? ¿Que hay de ti? ¿Que me dices?', Louis muy gustoso las responde, Harry almacena la información que el otro chico le está dando y Louis hace lo mismo.

—D-de verdad—comienza dudoso—¿De verdad eres parte de los bandidos?—y se arrepiente al terminar la pregunta— olvídalo, es tonto, no debí...

—Ey, está bien, tranquilo—dice— y no es tonto, nada que venga de ti es tonto, de hecho—añade—estaba esperando a que me lo preguntarás.

—No tienes que decirme.

—Igual lo tienes que saber, entre más pronto mejor, para que sepas que es en lo que te estarás metiendo y tomes una decisión,—un toque de miedo se escucha en su voz— respondiendo a tu pregunta, sí, soy uno de ellos, de hecho, soy yo quien los dirije, el líder.

—De acuerdo.

—¿De acuerdo?

—Si bueno, se lo que haces, lo que hacen—corrige— lo he escuchado desde antes que llegarán, creo que me tendré que acostumbrar

—Lo sabes...bien, creo que no está demás decir que haré lo posible por mantenerte a salvo de mi y lo que me rodea.

—Lo se... gracias alfa.

Con eso último está más que convencido, que de ser necesario derramará la sangre de todo el pueblo y la de si mismo con tal de proteger Louis.

—Vamos,—Harry dice de repente—esta por amanecer y se darán cuenta que no estás.

—Mmm—se queja Louis haciendo un puchero, la está pasando muy bien y no quiere regresar a casa.

—Anda,—ayuda a su omega a levantarse—vamos, te llevaré a casa.

Ambos montan al caballo, ya en la parte trasera de la casa de Louis, Harry se despide prometiendo volver la siguiente noche.

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Ahora que stoy editando la historia, no me había dado cuenta que Louis tiene bien normalizado lo que hacer Harry, en conclusión, no seas como Louis.

-Eve...