Capitulo 23

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Mew realmente era un tonto, sus celos eran absurdos e injustificados, lo que me hacía preguntarme, ¿Si siempre había sido tan estúpido?

¡Él siempre logra sacarme de quicio!

A pesar de lo que hizo, admito, que lo que hizo fue muy romántico, de hecho, jamás espere que me propusiera matrimonio con algo tan único, algo que no a todas las personas se les hubiera ocurrido hacer.

Con la cinta de sus tennis.... ¿Por qué no un anillo?

Es extraño, ¿verdad?, Por lo tanto, me preguntaba por qué no me había dado un anillo, no es que me quejara de cómo me lo había pedido, pero eso no significaba que no deseaba un hermoso anillo en mi dedo, algo con lo que pudiera comprobar que de verdad me había pedido que me casara con él.

No puedo usar la cinta en mi dedo todo el tiempo o la gente creerá que soy un estúpido

Guarde la cinta en una pequeña caja y la coloco en la mesilla de noche junto a mi cama, sentía como un adolescente el cual había recibido un regalo de su primer novio, y aunque admitía que era ridículo, para mí era un símbolo de que Mew me quería, de que quería vivir conmigo y de que quería un futuro conmigo.

también sabía muy bien que esto no era un sueño vuelto realidad, mi cuento de hadas no era tan perfecto como el de Cenicienta, porque mi anillo de compromiso resulto ser la agujeta de sus zapatos y la forma en la que lo hizo, haciéndolo difícil de olvidar.

Bueno, quizás él sea el único hombre en el planeta que pide matrimonio con una agujeta, ¡Y me dejo caminando descalzo!

Definitivamente nunca se sabía que haría, de hecho, aborrecía eso de él, siempre hacia las cosas sin pensarlo antes, especialmente cuando estaba celoso, y yo que le pasaba todo porque lo amaba

¿Qué sucede conmigo? ¿Debería casarme con un hombre como él?

Y nos encontrábamos de nuevo en mitad de una pelea, como de costumbre, no se disculpó por haber aventado mis tennis al agua, y actuaba como si nada hubiera pasado, llevábamos tres días sin vernos, no me había llamado y solo había mandado un mensaje dándome buenos días.

Es ridículo, ¿verdad?

Después de eso, volvió a desaparecer, era como si la tierra se lo hubiera tragado, y yo ya no estaba dispuesto a andar buscándolo, eso solo me hacía enloquecer, además de que terminaba enejándome porque no me buscaba y al final terminaba con mi energía drenadas.

¡Maldito seas Mew!

Quizás esto era a lo que se refería Aye, al decirme que debía ser paciente con Mew, ya sabía de antemano que era muy entregado a su trabajo y por eso siempre estaba ocupado, de hecho, le había pedido a Plan que lo investigara por mí, ya que Ae hubiera terminado dándome un sermón.

- Relájate, no es como si te estuviera engañando – me dijo Plan, yo le mire con el ceño fruncido, esa noche había decidió pasar un rato juntos en el bar que más frecuentábamos, pero los detectives más ocupados de todo Tailandia no habían podido venir.

- ¡Ese sujeto no tiene nada que ver conmigo! – declare molesto

- Tendrás que acostumbrarte P, ese es uno de sus malos hábitos – me dijo al tiempo en que me daba una palmada en la espalda, yo me limite a beber de mi cerveza

- ¡Ni siquiera le importo, Plan! – grite logrando que uno de los tipos de la otra mesa me mirada, pero no me importo - ¡Es como si no tuviera novio, mucho menos un prometido!

¡Hey, soy tu futuro esposo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora