Capitulo 17

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El dulce aroma del café inundo mi nariz, me estire y abrí los ojos lentamente, me senté sobre las colchas, talle mis ojos y volví a estirarme, después observe a mi alrededor y me sorprendí al ver que era el último en levantarme.
 
¡Maldición, me he levantado tarde, qué vergüenza!
 
-          Buenos días, Gulf – P Hyeyoon me saludo desde lo lejos, ella y su esposo estaban preparando el desayuno, rápidamente me puse de pie y me dispuse a ayudarlos.
 
-          Lo siento, acabo de despertarme… es un mal hábito… - me desacomodé el cabello y después les hice una reverencia
 
-          Está bien, te verías muy cansado y no teníamos el corazón para despertarte – P Hyeyoon se rio
 
-          ¿Quieres café? – P Lee pregunto y yo asentí con la cabeza
 
-          ¿Dónde están los otros? – pregunte en cuanto P Lee me entrego una taza con café, olía delicioso, después le dio un beso en la mejilla a su esposa y nos dejó solos.
 
-          Mi papa, mi mama y mis hijos fueron al supermercado no tan lejos de aquí, no tardaran en regresar – P Hyeyoon me explico mientras embarraba mermelada en su pan tostado - ¿Quieres desayunar?
 
¿Dónde está?
 
-          Más tarde…. – le di un sorbo a mi café – Gracias por el café, es perfecto
 
-          No hay de que
 
-          P… - me mordí el labio y ella sonrió
 
-          Esta por ahí – dijo señalando hacia el muelle, Mew estaba sentado ahí
 
El muelle hacia sonidos raros a cada paso que daba, el aire de la mañana era tan fresco, nunca había sentido un aire tan limpio en la ciudad, el escenario frente a mí era tan hermoso como una pintura, el lago era muy claro y podía ver peces nadando dentro de él, noté que cerca había un pequeño bote, Mew se giró a verme y sonrió, aquel gesto me hizo detenerme un momento y luego me encontré sonriéndole, me senté a un lado de el en la orilla del muelle.
 
-          Buenos días, Gulf – me saludo, había cambiado su ropa, llevaba puesta una pantalonera negra y una camisa verde militar un poco grande para él y a su lado se encontraba un pequeño balde.
 
-          Buenos días – le dije sosteniendo mi taza con ambas manos y centré mi mirara en el lago.
 
-          ¿Es para mí? – me pregunto señalando la taza
 
-          Este es mi café, si tú quieres uno prepáratelo tú mismo – negué con la cabeza y le di un sorbo a mi bebida.
 
-          ¿Por qué siempre eres tan egoísta conmigo? ¡Déjame beber un sorbo! – me dijo arrebatándome la taza y le dio muchos sorbos
 
-          ¡Que grosero, es mío!
 
-          ¡Tenemos que compartir, recuérdalo! – me regreso la taza y después me pincho la mejilla
 
No empieces
 
-          ¡Cállate! – le dije haciendo berrinche
 
-          ¿Te gusta este lugar? – me pregunte, yo le mire de nuevo
 
-          Es hermoso, especialmente el lago
 
-          Pase mi niñez aquí, solíamos vivir aquí antes de que los negocios de mi papa se volvieran exitosos, nos quedamos con la casa por mi papa, creo que le hace recordar cómo es que iniciamos, después de todo este lugar tiene muchos recuerdos y lo amamos mucho.
 
-          Creo que yo también me estoy enamorando de este lugar – bebí otro sorbo
 
Y también de ti…
 
-          ¿En verdad? ¿Por qué? – me miro curioso, yo deje la taza a un lado mío
 
-          Siento que me da energía positiva – respondí mirando el agua moverse por el viento
 
-          ¿Cómo?
 
-          Tal vez dulces sueños – me encoge de hombros y Mew se soltó riendo
 
-          ¡Detente! – le di un golpe en el hombro
 
-          Entonces… - sujeto mis dedos y los dos nos quedamos mirando - ¿Estamos bien?
 
-          No lo sé – solté mi mano de su agarre, Mew suspiro, yo sé que quería regresar a su lado, sin embargo, también quería conocer sus sentimientos hacia mí, quiero saber que soy para el
 
-          Nunca fue mi intención lastimarte Gulf, tal vez tu pienses que es tonto y absurdo, pero lo que hice fue para darte un poco de espacio, sé que siempre has pensado que este arreglo matrimonial es ridículo y como ya lo había dicho antes, pensé que querrías una relación normal como las demás parejas, más nunca pensé en dejarte, solo esperaba que pudieras encontrar las respuestas que te hacían dudar de mí y estoy seguro de que lo hiciste, ¿así que estamos bien?
 
-          ¡No tan rápido, tú me ignoraste antes! – infle las mejillas
 
-          Por favor, Gulf, no seas así, ¿No puedes perdonarme? ¡Deberíamos reconciliarnos, abrazarnos y besarnos! – se desacomodo el cabello -  ¡Quiero besarte!
 
¡No me beses, no estoy listo!
 
-          ¡Pervertido! ¡Ya no quiero hablar de eso! – me levanté y fui hacia el balde - ¿Qué tiene la cubeta?
 
-          ¡No me evites! – Mew se puso de pie y yo me aleje de él acercándome más hacia la cubeta y mi corazón casi se sale de mi pecho al ver lo que había dentro
 
-          ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHH! ¿Qué están haciendo ahí? – grite frenéticamente y Mew me miro confundido
 
-          ¿Qué quieres decir? ¿Los gusanos? – Mew frunció el ceño – Mi papa y yo iremos a pescar más tarde, ellos son la carnada, los busque yo hace rato 
 
¡Los odio! ¡Son tan desagradables!
 
-          ¿Qué? – estaba comenzando a ponerme histérico - ¿Los tocaste con tus manos? ¿Mew, los tocaste y después me tocaste? – le grite molesto
 
¡Tengo que tomar un baño inmediatamente!
 
-          ¡AH, olvide que le tenías miedo a los gusanos, cálmate, pronto morirán cuando se los coman los peces – Mew metió la mano en el balde y se me quedo mirando, aquello me daba mala espina
 
¡Ni lo intentes!
 
-          ¿Qué haces? ¡No los toques son venenosos!
 
-          No son serpientes Gulf, no tienen veneno – tomo un gusano entre sus dedos y comenzó a acercarse – Míralo, es inofensivo
 
-          ¿Qué haces? ¡Aléjate Mew! – estaba verdaderamente furioso, daba brincos de un lado a otro, más el solo reía y reía, era obvio que le estaba divirtiendo mi miedo hacia esos desagradables gusanos, trate de correr hacia la casa, sin embargo, él estaba en mi camino.
 
-          Déjame besarte y lo mantendré lejos de ti – movió sus cejas de arriba abajo
 
-          ¡No es divertido, estúpido, mueve, debo lavas mis manos! – estaba poniéndome nervioso y tenía miedo, y no solo del gusano, sino que de verdad me besara
 
-          Te prometo que no te morderé y que será agradable - seguía avanzando, yo retrocedí hasta que sentí la barda tocar mi espalda, me quedé estático cuando se apegó más a mí, nuestros cuerpo se rozaban y el sostenía aun en su mano el asqueroso gusano, mi corazón latía alocadamente, cerré los ojos porque era consciente de que pronto iba a desmayarme.
 
¡Maldito Mew y maldito gusano!
 
Sentí que algo tocaba mis labios, abrí mis ojos lentamente, los labios de Mew estaban presionando los míos, se sentían tan suaves y calientes, estaba impactado, mis ojos se agradaron cuando el mordió mi labio, después lo lamio y volvió a morder expectante.
 
¡Dios mío, realmente está besándome! ¡Nos estamos besando!
 
Mew disfrutaba completamente mis labios, mientras yo era incapaz de hacer algo, a pesar de que la sensación que provocaba en mi era asombrosa por lo que sin darme cuenta le di el espacio para que su lengua explorara mi boca, mas no le respondí, quería hacerlo, pero solo me quede mirando lo que sucedía, no sé cuándo tiempo duro esto porque el continuaba besándome una y otra vez, de pronto se detuvo para tomar aire y yo me sentí decepcionado, quería que repitiera todo el proceso.
 
-          Te amo – me susurro
 
Me ama…. ¿escuche bien?
 
Mew me beso rápidamente y después me acaricio el cabello suavemente, yo seguía siendo una estatua perfecta frente a él.
 
-          Quiero tomar una ducha, puedes acompañarme si gustas – me guiño un ojo antes de caminar hacia la casa
 
¿Qué?.... Pero…. Espera…. ¿Qué es esto?
 
Sentí algo raro en mi cabeza, mire su mano y observe que ya no llevaba el gusano, el maldito animal volvió a removerse entre mi cabello, sentí que comenzaba a sudar al reconocer que Mew había dejado el gusano en mi cabeza.
 
¡Ayúdame mama!
 
-          ¡Mew regresa, no me dejes atrás o te juro que te voy a matar! – grite súper mega fuerte
 
Ya no sé qué sentir respecto a Mew, si feliz o enojado, no puedo aceptar lo que me hizo, se divirtió a mi costa dejando un asqueroso gusano en mi cabeza, me hizo una broma con la cosa que más odio en el mundo, de verdad como detesto a esa bestia.
 
¡Está loco!
 
No sé dónde había dejado su cerebro o quizá nunca ha tenido uno, él podía fácilmente ir por ahí haciendo tonterías sin pensar en las consecuencias de sus acciones y por ello me daban ganas de arrancarle la cabeza.
 
¡Pero antes quisiera golpearlo mil veces con una pala!
 
Hace que enloquezca y me pone nervioso todo el día, ni siquiera puedo mirarlo a los ojos, hice de todo con tal de evitarlo, no solo porque aún continuaba enojado con él y con su estúpido gusano, sino también por lo que me dijo.
 
Dijo que me amaba
 
Casi me desmaye al oír esas palabras y para colmo ese gusano no ayudaba en nada, era como estar en medio de una terrible pesadilla y un bello sueño, no sé cómo explicarlo, pero no podía negar que estaba muy feliz. Dios había escuchado mis plegarias y tenía mis preguntas respondidas, jamás imagine que él me amaba, eso me ponía eufórico, aliviado y orgulloso, me sentía en el mismísimo cielo.
 
Mas ya no le dije nada después de eso porque seguía molesto con él, además tenía que ser sincero conmigo mismo, aún tenía una pequeña duda en mi corazón, no sé porque tenía la impresión de que Mew estaba jugando conmigo nuevamente, ya que él siempre estaba lleno de misterios, tonterías y locuras, no podía predecir lo que haría, ¿Cómo era posible que le digieras alguien que lo amabas y al mismo tiempo le hacías pasar el peor momento de su vida?
 
Pero yo también lo amo, soy tan estúpido como, ¡maldición!
 
Después de su horrible broma decidí darle una cucharada de su propia medicina, no he hablaba ni una sola palabra con él desde entonces y eso que dijo las palabras mágicas, más eso no me haría desistir, eso no era fácil de perdonar, sino fuera por P Lee que me quito ese gusano estaría muerto, estaba bañando en sudor y mi corazón palpitaba más rápido de lo normal, después de eso me duche cinco veces seguidas y aun así no podía quitarme la sensación del animal en mi cuerpo, y aunque Mew fue regañado por su mama y P Hyeyoon, le dio igual y se fue en cuanto le hablaron de su trabajo.
 
¿Todos los detectives son tan ocupados como él? ¡Su trabajo apesta!
 
Ya habían pasado 4 días desde que lo estaba evitando, de hecho él había tratado de disculpase conmigo, había llamado y enviado mensajes con palabras llenas de remordimiento, pero yo los ignore, aun no era suficiente, lo que yo quería es que viniera a buscarme personalmente, que me abrazara y se disculpa mara sinceramente, así por lo menos podía tener un trato preferencial,  y como siempre no parecía que fuera a suceder, quizá estaba muy ocupado con su trabajo o quizá no se le había ocurrido, realmente quería verlo, extraño, ¿verdad?, como podías odiar alguien tanto y al mismo tiempo amarla tanto, ¿El amor es siempre tan raro o el raro soy yo?
 
Mew, ven a verme, tráeme una caja de chocolates, pídeme perdón y dime que me extrañas
 
Aun no comprendía la personalidad y el carácter de Mew, ya que todas las cosas que hacían eran verdaderamente fuera de este mundo, y a pesar de que me molesta, al mismo tiempo me emocionaba saber que más haría.
 
¡Haces que me duela la cabeza!
 
-          Perdón por hacerte esperar – la voz de alguien me hizo despertar de mis pensamientos, mire a Earth
 
-          Siéntate por favor – le dije mordiéndome el labio, lo había invitado a tomar el almuerzo conmigo, aun me sentía culpable por la escena que había causado la última vez Mew.
 
-          No deberías soñar despierto, Gulf – me dijo Earth en tono de juego
 
-          No lo hago, solo pienso en algo
 
-          ¿Pensando en qué? – pregunto mirándome con curiosidad, estaba comenzando a sentirme inquieto, no porque no me simpatizara, sino que me hacía sentirme incomodo
 
-          Trabajo – mentí
 
-          Te ves grandioso en rosa
 
-          Gracias, tú también eres muy atractivo – agache la cabeza
 
-          ¿Podemos ordenar ya? Tengo hambre – también el parecía nervioso, pero una así trataba con todas sus ganas de no hacerme sentir incomodo, Earth era verdaderamente amable
 
Y también era muy guapo

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