La mejor sorpresa del mundo.

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Abrí los ojos. Estábamos en el instituto.

-¿Que hacemos aquí?

-Tenemos clase. Pensabas que íbamos a alguna sorpresa no?

-Pues...

-Cada cosa a su tiempo.- me giño un ojo. Le sonreí. Emily nos empezó a hablar sobre una poesía, Dylan, estaba muy atento, yo también. Mady... Bueno, digamos que Mady estaba muy a lo suyo, mirando por la ventana.

-Este escritor escribió esta maravillosa obra en honor a su mujer que...

-Emily-Mady se dirigió hacia ella.- hoy es un día muy especial para pegarnos estas chapas. Hoy es el cumpleaños de mi mejor amiga, te agradecería que hiciéramos algo, especial...

-A si que hoy es tu cumpleaños eeh? Felicidades Riley!- me cantaron esa putisima canción. La oí miles de veces durante el día.

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4,30, salimos del cole.

Me extrañe al no ver al chofer, claro que luego vino mi padre, en un coche gigante.

-Hola cumpleañera!- le sonreí.

-Hola papii!

-Cierra los ojos, te voy a llevar a un sitio muy especial. - cerré los ojos, llegamos, abrí los ojos sorprendida al ver que estavamos en el metro de Nueva York. Volví a mirar a mi padre.-Creo de que ya es hora de que seas libre Riley, toma - al abrir la mano pude ver lo que tenía. Una tarjeta del metro! No me lo podía creer. Mi padre me dejaba ir en metro!

-Aaaaaw! Te quierooo!- lo abraze.

-Y yo. Pero las sorpresas no se han acabado. Mady te tiene la ultima, pero para eso te tienes que ir en metro. Vamos!!

-Te quiero mucho pa. Me vooy.

Me fui con Mady en metro y llegamos a una estación que yo conocía muy bien. Central Park se observaba desde mis abiertos ojos azules. Nos adentramos en el parque y Mady se hizo paso entre los arbustos. Entonces llegamos a un sitio. Al verme llegar todos gritaron "Felicidades Riley" y yo como tradición los abraze muy feliz. Pasaba la tarde. Eran como las 6.30 cuando Mady desapareció por un momento para aparecer con un regalo.

-Aaaw, gracias Mady. Te quiero mucho de verdad.- lo abrí. No me lo podía creer. Hasta se me llegaron a caer algunas lagrimillas de alegría... Un precioso cachorrito ladraba sin parar. Lo abraze dulcemente. Después abraze a Mady de nuevo.- Se llamara Toby.

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