Quédate

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Un poco de contenido emocional entre Narcissa y Cahya en este capítulo, ¡disfrutad! <3

La vida regresó a lo normal, o lo que fuera, en la casa señorial. Sin embargo, todo pareció cambiar durante los siguientes años.

Lucius se comprometió a su trabajo más que a su familia, pasaba mucho tiempo en el Ministerio, en su oficina-sin ser interrumpido, bebiendo Firewhiskey solo en la noche, o dormido. Él estaba bien, solo se había convertido mucho en sí mismo, mucho en su padre. Todos alrededor de él habían aceptado este cambio como la nueva normalidad.

Sin embargo, los argumentos y peleas con Narcissa habían aumentado mucho más a medida que pasaban los meses. No siempre eran peleas intensas- incluso no siempre eran peleas, pero Lucius había hecho (o no hecho) algo, dicho algo, que Narcissa había criticado con razón. Todos sabían que Lucius no tomaba criticismo bien, tomaba las críticas de su esposa como si fueran traición.

Cahya o interfiere con los conflictos para que paren, o al menos facilitarlos, o mantenía a su pobre niño lejos de ellos. Ella se había hecho muy cercana con Draco incluso si él fuera aún solo un niño, era casi como si ella fuese su única amiga, siempre le había dicho que la llamara Cahya por esa misma razón- la etiqueta de un miembro de familia (o etiquetarse como si fuese un miembro de la familia) pudo haber sido poco atractivo para él si quisiera ir a ella cuando lo necesitara.

Ella sabía que si alguien podía enseñarle a Draco, con sutileza claro, moralidad y valores genuinos, sería ella misma- y seguiría haciendo eso mientras ella pudiera, ella nunca tuvo la oportunidad, o alguien con quien compartir sus dudas y preguntas.

Algunas veces lo llevaría a los jardines, algo que ella sabía muy bien que Lucius no aprobaba por alguna razón patética y desinteresante. Pero así podía alejarlo de los conflictos. Cuando Narcissa podía, trataba de emitir un encanto silenciador para proteger a su hijo también, pero no siempre era fácil predecir dónde y cuándo sería la siguiente exploción de Lucius, y no siempre estaban en cuartos privados. Ella se sentía culpable también.

Parecía que Cahya se había convertido en el soporte emocional de Narcissa y su hijo. Narcissa, ella solo tenía que calmar y reasegurar. Reasegurar que ella no era una mala madre. Reasegurar que todo estará bien.

Casi todas estas ocasiones Cahya recuerda perfectamente.

Cahya estaba recostada en su cama anormalmente grande, sobre las sábanas esmeralda mientras jugaba con su varita.

Lumos. Nox. Lumos. Nox.— Era puro aburrimiento.

Aburrimiento hasta que escuchó un toque ligero en su puerta. Ella movió su varita con fuerza para abrir su puerta y dejar pasar a quien sea que había tocado. Sus ojos, los ojos de ella, estaban rojizos y lloraban, sus mejillas estaban rojas igualmente y se miraba completamente derrotada.

Cahya inmediatamente saltó de su cama y caminó a ella, acompañándola adentro y cerrando la puerta.

—¿Qué te ha dicho?

Narcissa se sentó y Cahya hizo lo mismo.

—Lo usual.

—¿Entonces por qué parece que te ha afectado más de lo normal?

—Después de lo usual,— empezó a relatar. Lo "usual" era a menudo la nueva y creciente confianza de Lucius de decirle a Narcissa exactamente lo terrible que era en ser su esposa, lo terrible que es ella como persona, una bruja, ella no era- bueno trataba de no ser tan odiosa como él. Él se había convertido en un hombre más vil de lo anticipado, y seguía superando expectativas cada día.

ELLA :: HER- Narcissa Black Malfoy traducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora