Han pasado 7 largas primaveras desde que tenia 12 años hasta la actualidad, y siempre era lo mismo. Todos los días se reunían a primera hora de la mañana para hablar sobre los ridículos ataques de Eggman y de cómo a pesar de su vejez sigue teniendo...
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Nuevamente se encontraban en otra reunión 《Como cosa rara》pensó la única eriza del lugar. Rodando los ojos y dando leves suspiros divagaba en su mente para no caer en la locura de escuchar a su compañero precoz hablar de lo mismo cada día todos los días desde hace 7 años.
Muchas cosas pasaban por su aburrida mente, cosas como 《que iba a hacer para cenar》《enseñarle el nuevo movimiento que boxeo que aprendió a knuckels》《Preguntarle al azabache por las nuevas armas que encontró en un lugar muy legal pero no iba a decir donde para evitarse problemas》《romper la monotonía 》《Buscar aventuras por su cuenta o quizás solo probar algo nuevo》《Dejar el equipo》
Ese último pensamiento taladró por varios minutos su cabeza, hasta que decidida asintió y se levantó de la mesa con determinación impresionando a todos los presentes.
- Los amo, pero hasta aquí llego yo. Renuncio oficialmente al Team Sonic.
Todos los ojos se posaron en ella muy impactados, jamás se esperaron que aquella frase saliera de la boca de la rosada.
Sonic se río nerviosamente pensando que era broma. Nunca había estado tan equivocado.
- Vamos ammes, dices eso por que la última vez que hicimos una fiesta en tu casa rompimos el lavamanos ¿Verdad?
Todos rieron en voz baja por eso, menos la única chica que estaba ahí.
- Tails, Sonic, Knuckles - Mientras los mencionaba miraba a cada uno de los varones - De verdad, los amo y ustedes son mi hogar. Pero no puedo más con esta rutina, la monotonía me va a desquiciar y siento que si no hago algo nuevo mi cabeza va a estallar. Solo quiero descansar de lo mismo de siempre.
Las risas pararon y el silencio reinó en el ambiente.
- Amelia ¿Lo dices en serio? -Pregunta un zorro con un semblante de preocupación
-Les estoy agradecida a todos y cada uno de este equipo, me encanta pasar el tiempo con ustedes que son mi familia. Pero les juro que si no salgo de aquí terminaré matando a alguien.
Todas las miradas se posaron en el cobalto. Él solo pasó su saliva en seco.
- Pero ammes no... - intenta articular más palabras pero le es imposible por el nerviosismo
- Pero nada Sonic. Espero que respeten mi decisión. Además, no es como si fuese a morir.
Los chicos se miraron entre sí y luego soltaron un sonoro suspiro.
- Amy, te apoyaremos en lo que sea que quieras hacer. Y si eso es abrir tus alas y volar lejos de aquí, lo aceptamos - Dice firmemente el rojo.
- Gracias mamá knuckles - sonrisas tristes aparecieron en los rostros de ellos - Nos veremos después...
Luego de decir eso, la pelirosa sale del taller mecánico del zorro sin mirar atrás, dejando a su ex equipo con lagrimas silenciosas y rebeldes recorriendo sus mejillas.
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