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Universo B, Marbella. 31 de Julio, 7:59 am.


Greco caminaba por comisaria buscando a Viktor; el ruso no se encontraba en su despacho, no estaba en la recepción, no estaba procesando a nadie, ni siquiera estaba en radio, pero cuando llegó vio su auto estacionado en el parking así que definitivamente se encontraba allí. Buscó de sector en sector, revisó cada oficina ocupada o vacía pero no tenía idea de dónde se encontraba.

Pasó por la oficina de Montoya, la puerta estaba abierta así que mientras caminaba se asomó por el umbral y se detuvo de golpe cuando finalmente lo encontró. Viktor estaba sentado en el borde del escritorio, tenía los brazos cruzados y parecía tener los ojos pegados al espejo.

—Gracias por pasar a recogerme, ¿eh? —Greco se acercó al escritorio, se cruzó de brazos y se quedó viendo el espejo.

—Llegaba tarde.

Rodríguez miró el cabello de Viktor en el reflejo, estaba ligeramente húmedo por la ducha—Ya, ya, que era broma hombre. Y bueno, ¿qué estamos haciendo? —le preguntó esta vez girándose para mirarlo.

Viktor continuó mirando el espejo sin responder, parecía sumamente concentrado en hacerlo pero Greco no estaba seguro si era su reflejo lo que veía con tanta determinación o si era otra cosa.

—¿Volkov?

—¿Hay algún registro del FBI en la ciudad?

—¿Registro? ¿Que si el FBI está en Marbella? —Viktor asintió— Que yo sepa no, de todas formas no es como que el FBI tenga alguna razón para venir a aquí.

Viktor asintió lentamente, entonces ningún agente del FBI estaba en la ciudad, al menos no que ellos supieran. Aun así, aunque la respuesta de Greco hubiera sido afirmativa, no explicaba en lo más mínimo lo que sucedió la noche anterior. Viktor usualmente se quedaba despierto gran parte de la noche por el insomnio y las pesadillas, pero lo que vio en esa oficina fue suficiente como para que se olvidara de sus problemas y solo pudiera pensar en eso toda la madrugada.

¿Era producto de su imaginación? ¿un efecto secundario del cansancio? ¿vio un fantasma o era su mente haciéndole pasar un mal rato nada más? No sabía qué pensar, pero definitivamente no podía seguir perdiendo el tiempo con tonterías.

—Vale, a trabajar— el ruso se levantó, tomó su radio y entró a la frecuencia de siempre— Montoya, desaloje su oficina.

—10-4 señor.

Greco y Viktor salieron de comisaria dispuestos a realizar un patrullaje mañanero. Esta vez utilizaron el patrulla del ruso quien prefería conducir por el día de hoy. Rodríguez lo miró detenidamente por unos segundos, el ruso se veía extraño, como si algo le sucediera. Greco ya había notado esas sensaciones en Viktor, pero no se había acostumbrado a percibirlo de esa manera, así que terminaba preocupándose por él, aunque Greco sabía que por más que preguntase, él jamás le diría qué pasaba por su mente.

—¿Y que tal con la investigación de Ignacio?

Viktor suspiró, la verdad era que después de lo sucedido le costó mucho concentrarse en los archivos, se puso paranoico con el espejo, por eso sintió la necesidad de ir a revisarlo apenas puso un pie en comisaría.

—Nada de utilidad por el momento. Ignacio tenía una fachada muy sólida, encontrar a la verdadera cabeza del negocio será difícil.

—Mmm, sí, aunque no es la primera vez que nos pasa. ¿Y Marco?

—Encontré algunos contactos suyos en la calle, valdría la pena vigilarlos a ver si nos llevan a alguien o algún lugar.

—Deberíamos dividirnos, García y yo iremos a por uno.

Away (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora