Destinos encontrados

Debería alejarme, pero no puedo

Lena pov

—Hey Luthor, no puedes seguir asi

—Basta Sam —exclame avergonzada, mientras limpiaba mis lágrimas.

Ella comenzó a negar mientras se dirigía a mi escritorio.

—Estoy comenzando a creer que tienes una obsesión con ese animal —señalo el pingüino de peluche idéntico al que había comprado para Denisse, por si algún día se perdía el suyo. Desde que había salido de sus vidas lo tenia como recordatorio de la que un día creí hija.

—Sam…

—Porque no las buscas?

—No puedo perdonarla, quiero pero no puedo. Mi orgullo no me lo permite

—Deja que pase el tiempo, ella recapacitarara

—Ya lo hizo —le cuento sobre la visita de Kara

—Entonces?

—Tengo dignidad.

—Pero Lena… —me reprocha.

Aún me duelen sus palabras, puedo —perdonarla todo menos que me hiciera parte de su familia, que me hiciera querer a su niña como mia para que luego me saliera con que no soy su madre. ¿Entiendes como duele eso?

****

Narrador 3ra persona

Kara se había mudado a National City, si quería recuperar a Lena tenía que empezar por estar cerca de ella, no podía hacerlo desde otra ciudad.

Busco a Samantha para que la ayudara a recuperar a Lena, y pese a las renuciencias de esta al principio, aceptó. Lo hizo porque ella también se había en cariñado con la niña pero sobre todo porque su amiga estaba sufriendo.

Sam marco a la empresa para avisar que no se presentaría a trabajar porque se sentía mal, lo cual era una mentira pero no podía decirle a Lena que en realidad Kara iba a irle a dejar a la niña en lo que ella asistía a una junta laboral.

Kara dejo a la pequeña con Samantha para que la cuidara, y entro un momento a darle unas indicaciones a la castaña cuando el timbre sono. Samantha salió abrir con Denisse en brazos y se llevó una sorpresa al encontrar a Lena en la puerta mirándola sorprendida. Cuando le dijeron que su amiga se había reportado enferma, Lena no lo pensó dos veces en abandonar su trabajo para ir a verla, debía ser algo grave porque Samantha nunca faltaba al trabajo así se estuviera muriendo. Pero mayor fue su sorpresa al verla bien y con su pequeña en brazos, sus ojos se pusieron llorosos cuando la niña extendió su manito llamándola —Ma-ma

En ese momento Lena recordó las palabras de Kara y su corazón volvió a romperse.

Denisse seguía llamandola.

—Ma..ma —comenzo a llorar al ver que Lena no la tomaba en brazos.

En su mente infantil no entendía porque su mamá no la quería.

Destrozada, Lena se marchó huyendo del lugar.

Denisse no era su hija, Kara lo había dejado lo suficiente claro.

Kara que había observado todo desde lejos la observó marchar con los ojos llorosos.

—Le negué el derecho a Lena de ser tu madre. —se disculpo con su hija tomándola en brazos, el llanto de Denisse era desgarrador y Kara la trataba de calmar impotente.

Pero Lena no pudo irse demasiado lejos, no podía hacerlo cuando escuchaba los gritos de desesperación de Denisse pidiendo a su mamá. Ella le estaba haciendo eso.

Sin poder resistirlo más Lena se acercó a Sam quien había tomado a la pequeña en sus brazos, pues el estado alterado de la rubia no ayuda a calmar a Denisse. Lena tomo a Denisse en sus brazos y comenzó hablarle. La pequeña se pegó a su pecho entre hipidos.

—Pingüina —murmuro limpiando las lágrimas de la niña con ternura.

—Ma

Lena volteó a ver a Kara.

Está asintio.

—Si cariño, es mamá

Denisse se aferró con sus brazos a su madre y Lena la arropo apretándola contra si.

—Te extrañe hija.

Kara observó la escena con lágrimas en los ojos y temerosa se acercó a ellas, uniéndose al abrazo.

A partir de ese momento Denisse no quiso separarse de Lena. Y para no seguir molestando a Sam, Kara le ofreció a Lena acompañarlas a su hogar, está demás decir que no se presentó a la junta.

Se despidieron de Samantha y está miro a Lena con una disculpa, sabía que más tarde hablarían pero Lena no podía enojarse completamente con ella, pues estuvo apoyando a las mujeres de su vida.

***

Hora las tarde, Kara entro en silencio a la habitación en la que Lena y la pequeña Denisse dormían plácidamente.

Con pasos inseguros y tratando de hacer el menor ruido posible para no despertarlas, se acercó en silencio a la cama donde las contemplo dormir; Lena dormía de medio lado, su cabello extendido en la almohada y su brazo izquierdo cubría protectora a la pequeña Denis quien dormía boca arriba con brazos y piernas extendidas en el centro de la cama y una almohada a su costado derecho para evitar accidentes.

Lena se despertó al sentirse observada.

—Lo siento, no quería levantarte — se disculpo Kara avergonzada.

Lena sonrió suavemente.

—No preocupes, ya es tarde y tengo que irme. —murmuro mirando la hora.

Kara suspiro y decidió cambiar de tema. No quería que Lena se fuera.

—Te dió mucho trabajo?

—No. Estaba agotada de tanto jugar. —murmuro agotada. Para ella también había sido un día largo.

—Ella te ama

—Y yo a ella —reconocio Lena, lo que ya ambas sabían.

—Lo siento, siento haberles echo esto. Las hice sufrir a ambas. ¿Puedes perdonarme? —pregunto sentándose a su lado y tomando sus manos entre las suyas.

—Kara…

Negó.

—Se que te negué a Denisse, por un hombre que nunca nos valoró, tu nos apoyaste desde un principio, nos aceptaste y recibiste en tu vida. Sin embargó me equivoqué. Te herí y te hice marchar por mi culpa. Por creer en las mentiras de un hombre que solo queria arruinar mi vida. A él le gustaba el poder, el poder jugar con las personas y yo fui el blanco perfecto, pero gracias a ti pude librarme de el.

Lena jadeo sorprendida.

¿Mike ya no estaba en sus vidas?

—No se que decirte.

—Dime que aún me amas, que me perdonas. —suplico acercando su rostro al de la otra mujer.

—Te amo — sonrió. No tenía caso negarlo, ambas se habían equivocado.

—Eso está bien porque yo también lo hago. —tomo su rostro entre sus manos y la besó castamente —te juro que voy a dedicar mi vida a recompensar cada lágrima que derramaste por mi culpa.

Lena limpio con ternura la lágrima que escapo del ojo derecho de la rubia.

—Ahora estás aquí, eso es todo lo que importa.

Fin

Creí que nunca la iba a poder terminar 🤯

Fue un largo camino el que tuvieron que seguir nuestras chicas, pero nadie puede luchar contra el destino.
Estaba escrito que sus caminos iban a juntarse y nadie puede interponerse entre "destinos encontrados"

Gracias por acompañarme en esta locura.

Nos leemos en la próxima.