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Baekhyun se detuvo a mirar su rostro en el baño de la empresa, se retoco el maquillaje para ocultar las ojeras que tenía, hacia dos semanas que trabajaba con Chanyeol, y eran las jornadas laborales más largas que había tenido.

Su jefe le cargaba de trabajo hasta el máximo y muchas veces se tenía que quedar tiempo extra en la oficina mientras el muy hijo de puta se iba y le restregaba en la cara a un tal Mackenyu, un japones de infarto que ha venido varias veces en su búsqueda.

Su trato se ha vuelto aún más frio después del beso, solo habla si es necesario pero la mayoría del tiempo ignora al doncel, pero la situación se tornó peor un día que vino Kris a recoger a Sohyun y Chanyeol vio a su hermano; no vio a su hijo ya que su hermano estaba llegando y él lo retiraría de la guardería directamente, desde ese día empezó a ignorarlo.

El doncel salió del servicio y se dirigió a la sala de juntas donde había una reunión con un nuevo socio, entró en la sala y dejó todo listo; desde las carpetas, pasando por las bebidas hasta el proyector de video parala presentación de la agencia.

Acomodó su traje color crema y su cabello de forma que se viera presentable para recibir a los invitados.

Se ubicó de pie en la entrada para que pudieran entrar, el primero fue Chanyeol que pasó y ni dijo un "buenos días", seguido entró Kibum.

—Buenos días Baekhyun, querido— guiño un ojo y se comió con la mirada el pequeño cuerpo del secretario.

—Buenos días— respondió cortante, luego entro una señora de unos cuarenta años y de muy buena presencia.

La señora Bae Joohyun, una cliente en potencia.

—Buenos días— dijo al entrar y todos respondimos.

Durante toda la reunión Chanyeol se dedicó a ladrar órdenes,  entre el genio de él y las miradas lascivas del cerdo de Kibum lo iban a volver loco, pero de desesperación.

—Me gustaría hacer el trato como ya he dicho— comenzó hablar la señora Bae —solo si hacemos los cambios que me parecen justos.

—Y estamos de acuerdo— refuto mi jefe.

—Mañana a primera hora firmaremos ¿te parece?

—Es perfecto —dijo poniéndose de pie.

—Bien, a las 8 nos encontramos, ya que salgo a las 11 para Italia y no quiero dejar ningún cabo suelto.

—Mi secretario lo tendrá listo para mañana.

¡Hijo de puta!

¿Acaso no veía lo cansado que estaba?, pero él quería su renuncia y no se lo iba a poner fácil, recordé.

Una vez terminada la reunión todos se fueron hasta sus respectivas oficinas y el doncel se fue detrás de Chanyeol para tomar nota.

—Para mañana a primera hora necesito ese contrato listo para firmar con las nuevas modificaciones —dijo mientras miraba su móvil.

—Chanyeol. No creo que sea posible— trate de hablar con calma —para esta tarde me pediste los informes del estudio financiero de los últimos cuatro años y aún estoy revisándolos para entregártelos.

—¿Acaso te pregunte? —dijo levantando la mirada de su móvil, me miró y por un minuto pude ver remordimiento, él sabía que me estaba explotando, pero se recuperó y se puso de pie —me voy a almorzar y tu deberías comenzar desde ahora lo que te pedí, para que te rinda.

—No me voy a quedar horas extras mientras tú te vas por ahí con el tal Mackenyu y me dejas con todo —reclamo.

—¿Celoso?— arqueó su ceja, el doncel sintió que se ruborizó desde la punta del dedo de mi pie hasta la raíz de su cabello.

Una nueva oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora