CHAPTER NINE

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«¿CUÁNTO MÁS TENGO QUE ESPERAR?,¿CUANTAS NOCHES TENGO QUE QUEDARME DESPIERTO? HASTA QUE PUEDA VERTE

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«¿CUÁNTO MÁS TENGO QUE ESPERAR?,
¿CUANTAS NOCHES TENGO QUE QUEDARME DESPIERTO?
HASTA QUE PUEDA VERTE.
HASTA QUE PUEDA CONOCERTE

— ¿ESTÁS BIEN? —pregunta Rosé preocupada entrando en la habitación bajo la mirada atenta de Woo Bin y Yi Jung—. Cuando Woo Bin sunbae me llamó salí rápidamente de casa a venir a verte. ¿Cómo te sientes? ¿Te duele mucho la mejilla?

Laura rió ante el montón de preguntas de su amiga, pero, soltó un quejito al sentir una crema fría hacer contacto en la piel de su mejilla.

—Auch... —se queja la latina mirando al enfermero quien se disculpa con un asentimiento. Ferreira golpea a su lado de la camilla mirando a su amiga quien se sienta a su lado mirando al par de F4 quienes estaban de brazos cruzados.

—Salga —dice Woo Bin con voz seria mirando al enfermero quien asiente otra vez y sale de la habitación. El mafioso cambia su expresión y sonríe a su novia para luego acercarse a ella y darle un tierno beso en los labios.

Ella ríe como niña chiquita y mira a Yi Jung quien tenía una expresión de disgusto marcada en su rostro.

—Ustedes me dan diabetes —murmura el artista cerámico haciendo reír a Rosé.

— ¿Tus padres saben que estás aquí, Lau? —pregunta

—Uhm, pues mi papá... —parecía que a Laura le costara hablar de su padre y el alfarero junto con la pelinegra no entendían porqué—. Mi papá se volvió loco cuando supo que tuve un "accidente" y mi madre tuvo que calmarlo como pudo; tuve que rogarle que no volviera a Corea por esta estupidez.

La joven latina bajó la mirada sintiendo las lagrimas acumularse en sus ojos y Woo Bin le toma de la mano, acariciando con sus pulgares el dorso de ésta.

La joven latina bajó la mirada sintiendo las lagrimas acumularse en sus ojos y Woo Bin le toma de la mano, acariciando con sus pulgares el dorso de ésta

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LAURA ESTABA EN SU HABITACIÓN DEL HOTEL donde se encontraban con los chicos, Jan Di y Ga Eul. La latina solo aceptó ir porque Jun Pyo le rogó que los acompañara pero mientras ellos esquiaban ella estaba hablando por teléfono con uno de sus infiltrados en Cuba.

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