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Nuestra primera cita fue como debía de ser, en la playa.

Corrías con una increíble euforia al mar mientras tu cabello bailó al compás de las corrientes saladas del aire. Yo fui detrás de ti, intentando seguir tu paso.

¿Te he mencionado que ese bikini que usaste aquella vez me dejó sin palabras? Sabías usar tus encantos conmigo eh.

Y otra vez Lucy, tarareabas aquella melodía con tu angelical voz. Y te amaba cada vez más.

—Cuéntame sobre ti.

—¿Sobre mi? No hay mucho, la verdad.

—¡Vamos Natsu! Ayer nos la pasamos hablando de mi, ¿qué hay de ti?

—Uhh... –Me recosté en la húmeda arena, tú continuaste mi acción acostándote a mi lado. Las olas de mar que se deshacían a cada paso tocaban nuestros pies para después seguir su camino atrás. —No lo sé... yo, me falta menos de un semestre para acabar la universidad, me gusta la comida picante, prefiero el calor que el frío... tengo un gato llamado Happy.

—¿Y qué es lo que estudias? –Me volteaste a ver con esa mirada curiosa que te caracterizaba, tus ojos cafés analizaron mis expresiones y tú mejilla derecha se recostó en la arena provocando que pequeños granos se pegaran en ti.

—Estudio cinematografía.

—¡Vaya! Eso es genial, ¿por qué quisiste esa carrera?

—Bueno, verás, desde que tengo memoria mi papá se sentaba en la sala y ponía variedad de películas, no importaba el género, yo me quedaba pegado viéndolas. Cuando crecí mientras mis amigos preferían el fútbol yo quería quedarme encerrado en casa a ver más películas o ir al cine. Ni siquiera puedo contarte la cantidad de veces que he ido al cine, la mayoría solo, pero es que observar una buena película me causa muchísima satisfacción. Hay muchas películas basuras, unas otras bastantes buenas pero, ni siquiera llevo la cuenta de cuántas he llegado a ver. La semana pasada se estrenó una que...

Me quedé callado, dándome cuenta que volvía hablar muy emocionado de mis cosas y del posible rechazo que podía causar en ti, siempre me sucedía que en temas que me gustaban me extendía siempre de más quedando como un raro. ¡Oh no! ¿Y si tú me empezabas a ver como un raro?

Cuando volteé para examinarte, fue algo totalmente contrario. Tú rostro emanaba una sonrisa boba mientras me veías y tus pupilas se dilataban mientras un destello surgía de ellos. Me quedé sorprendido.

—¡Vamos! ¿Por qué paras? –Te alzaste, fingiendo estar indignada. —Descubrí que te ves bastante guapo hablando de los temas que te apasionan, aparte, ¿sabes qué se me antoja hacer en nuestra próxima salida? Ver películas.

❝ Aguas revueltas ❞ ━ NaLu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora