O5; síntomas

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—Déjame llevarte al lado oscuro, Lucy Heartfilia. –Te susurraba con aquella mascara ridícula de Darth Vader mientras caminábamos por el supermercado.

—¡Acepto! –Mencionaste emocionada mientras te apegabas a mis hombros. —Debes de dejar de ver tanto Star Wars, cariño. ¿En verdad te gusta tanto?

—Es, de hecho, de mis sagas favoritas.

—¿Sabes qué es lo gracioso? Que siempre que intento mencionar una película que me ha aparecido, ¡tú ya la has visto! ¿Cómo es eso posible?

—Créeme que jamás me aburrirá de ver películas, ¿ya te había dicho, no? Cuando acabe la universidad, tomaré mi maleta, te tomaré a ti, y me iré a Hollywood a grabar mi primera película.

Me sonreíste, me sonreíste aceptando un futuro conmigo. Me sonreíste a pesar de llevar muy poco tiempo de relación de novios, y en ningún momento dudaste en decirme que no.

Pero algo siempre tiene que tropezar en mis planes, ¿no?

Ese día, ese mismo día en el que te prometí llevarte a Hollywood a vivir conmigo. Empezaba a sentir la fatiga recorriendo mi cuerpo mientras que cualquier mínima cosa me mareaba.

Cuando te pase a dejar a tu casa para irme a la mía, después de despedirme y de acostarme dispuesto a dormir preparado para las clases de mañana, la nariz comenzó a sangrarme mientras me sentía cada vez más cansado.

Lucy, mi Lucy, perdóname por nunca haberte avisado desde un primer momento, pero ese estúpido temor que desde que tengo memoria me acompaña, me meneo la cabeza diciéndome que no lo haga.

Cuando comencé a sentirme mal, hice un último esfuerzo en pararme y agarrar mi celular. Te escribí un mensaje, temeroso por los síntomas que aparecían en mí y yo sin siquiera comprenderlo.

"Perdóname la hora, amor. Ya sé que me había despedido para dormir pero, yo sólo quiero saber algo... no, no quiero saber, necesito saber, ¿te quedarás conmigo por siempre?"

Dejé el celular en mi mesita de noche, cerrando de nuevo los ojos intentando comprender los nuevos síntomas que se adueñaban y ceñían en cada rincón de mi cuerpo. Cuando mi celular vibró y leí tu mensaje, supe que todo iba estar bien.

"Por siempre, Natsu. Por siempre me quedaré contigo."

Esa sonrisa se volvía a dibujar en mi rostro, tú siempre me brindaste ese sentimiento de confianza que casi nunca experimentaba, tú siempre me brindaste todo lo que estaba falto y lo que no, con tu sola existencia llenabas de alegría mi ser, por eso, era casi imposible no enamorarse de ti.

Con tus palabras me tranquilicé, sonreí y me recosté. Intentando conciliar el sueño con aquellas nuevas sensaciones que aparecían en mi cuerpo.

❝ Aguas revueltas ❞ ━ NaLu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora