No era algo habitual de ella el pasar a esas horas por ahí, pero algo le decía que no era un mal día dar un paseo por las costas de la isla; Inti le acompañaba esa mañana siguiendo un poco extrañado al cambio de rutina de parte de su compañera.
Inti era un tigre blanco de bengala que había caído en sus manos cuando él era un cachorro. Unos traficantes de animales exóticos habían llegado a la isla por insumos y el pequeño tigre se había escapado de dónde lo tenían en cautiverio, la muchacha, de entonces veinte años, se había topado con él en el sendero del bosque camino a su casa; ella lo alimentó y cuidó, pues el pequeño estaba muy descuidado. Y desde entonces, se convirtió en su fiel compañero, adoptando una actitud doméstica con ella y los habitantes del pueblo; eran raras las ocasiones donde el felino mostraba su naturalidad, usualmente en una situación de peligro.
Ya llevaban tres años juntos y habían subsistido hasta en eso entonces como para vivir una vida cómoda, la joven en el día cantaba en las calles para ganarse unas monedas y en la noche, era camarera en un bar más o menos respetable; aunque había temporadas en donde llegaban a las justas a fin de mes.
— El mar hoy está distinto, ¿No lo crees, amigo? —Inti asintió la cabeza como si le entendiera, aunque ella de verdad creía que sí lo hacía; la conexión que habían logrado en esos 3 años le decía eso— Creo que tenemos un poco de dinero como para permitirnos un día libre de nuestro trabajo callejero —rió— tomemos este paseo como unas mini vacaciones —no era que se quejara de su vida, pero unas monedas de más, nunca estaban de más— antes de volver a trabajar en la noche —bufó— esperemos que Roky me deje cantar esta noche, necesitamos un poco más si es que queremos tu filete para la próxima semana, si no vas a terminar comiéndome a mí —Inti rugió como si le estuviera reclamando por su comentario— Es broma, es broma, amigo —carcajeó— yo sé que no lo harías.
Ambos siguieron caminando hasta que el tigre se detuvo y alzó su cabeza para olfatear, le preguntó al animal que era lo que pasaba; pero Inti solo salió corriendo, dejando a la mujer atónita y detrás. Ella corrió detrás de su amigo para ver que era lo que se traía y lo encontró en una posición de defensa y rugiendo a un bulto verde que sobresalía de la arena.
— Eh, amigo, calma —dijo mientras acariciaba su cabeza— Me acercaré. ¡Tranquilo, estaré bien! - dijo ante el rugido que había hecho por el comentario— no puedo ver desde acá.
(Tn)_______ se acercó con calma y un tanto temerosa, pues Inti tenía un instinto nato, él no se comportaba así por nada del mundo a menos que considerara esto una situación peligrosa.
Al acercarse más a ese gran bulto, visualizó unos pies en toda esa capa negra que lo cubría "¿Por qué había dicho que era verde?", se respondió así misma fijándose en que lo verde que habían visto sus ojos, era una cabellera, "¡Era un náufrago!" Se acercó rápidamente y volteó su cuerpo para fijarse bien en la persona.
Se fijó en el rostro del hombre que se encontraba con arena empapada, no solo con el agua, sino con sangre que salía de una herida que al parecer se encontraba aún abierta y parecía no querer cerrarse; acercó su oído a su nariz y comprobó su respiración, y al parecer también había pulso en su cuello, pero el hombre estaba inconsciente.
— ¡Inti! Ven ayúdame, tenemos que llevarlo a curar esa herida... y al parecer las otras —ordenó con un poco de miedo al ver cómo su ropa estaba empapada de sangre, lo más seguro es que esta, había sido esparcida por el mar— ¡Oh vamos, Inti! ¿Me vas a dejar cargarlo yo sola? —se quejó la joven al ver que el gato estaba en negatividad— ¡Bien! Cómo quieras.
Alzó el tronco del peliverde para tratar de cargarlo como un costal, y sintió que se iba a desfallecer, pues el hombre pesaba mucho. Hasta que el peso que intentaba cargar se volvió un poco más liviano, se asomó y vio como su amigo lo liberaba de esa carga colocando el cuerpo del espadachín en su lomo. La mujer le sonrió y terminó de levantar con todas sus fuerzas hasta colocarlo completamente sobre Inti.
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Lost (Zororo Roronoa x Reader)
FanficNo sabía ni dónde estaba, ni quién era, no sabía cómo había llegado ahí. Lo único que sabía, era que esos ojos grandes le estaban encantando de sobremanera. Créditos de la imagen: @ANASXART - ArtStation Los personajes no me pertenecen, son de Eiichi...