34. Ficción y Realidad

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Su cuerpo empezaba a despertarse sintiendo un gran calor en su cuerpo, trató de entre sueños salirse de la las sábanas, pero aun así el calor permanecía; abrió los ojos para encontrarse en la habitación del Sunny hecha en llamas, apresuradamente giró a su lado y vio como sus brazos estaban hechos llamas, y entre ellos estaba el cuerpo de Quilla inerte, la mujer gritó asustada al ver esa imagen.

Y despertó exaltada, lo primero que hizo fue ver que todo estaba completamente normal, aunque su grito despertó en llantos a la pequeña; ella la tomó en brazos y empezó a acunarla para calmarla del susto que le había brindado, cuando de pronto el silbido de un cañón le hizo caer en cuenta del movimiento en la parte exterior.

No tuvo ni tiempo a reaccionar cuando Zoro ya había invadido la habitación, cerciorándose sobre el grito que había escuchado.

- Mierda - dijo acercándose - creí que había pasado algo.

- Estoy - trataba de no sonar mal - estamos bien.

- Tienen que ir abajo - dijo tratando de agarrar en brazos a la mujer con su hija, pero el hombro de la mujer se convirtió en llamas inmediatamente - ¡(Tn)_______!

- No me toques - lo fulminó - no me toques - empezó a agitarse.

- Oye - agarró su cara - abajo hay un escondite preparado para ustedes ¿Sí? - déjame llevarlas - la mujer miró a Zoro con duda, pero después de oír otro silbido de cañón esta vez dándole al barco, asintió a modo de respuesta. Por lo que después de mucho tiempo, el peliverde sintió la piel de la mujer mientras caminaba con ellas en brazos para ponerlas en el cuarto donde habían estado Inti y Quilla durante la batalla con Doflamingo.

- ¿Dónde está Inti? - preguntó una vez encontrándose en ese cuarto seguro.

- Ese gato está que nos ayuda a pelear, ¿Quieres que lo traiga?

- Sí, por favor.

Zoro solo asintió para retirarse corriendo, mientras que la mujer le daba biberón a Quilla de un almacén que también estaba en esa habitación. La pesadilla que había tenido, hacía que su corazón latiera a mil por hora y más cuando veía a su hija de aquella manera, con esos ojos que parecían iluminar todo. Se sintió culpable, y no tardó en derramar lágrimas al sentirse tan poca cosa y nada merecedora de su pequeña.

Un rasgueo en la puerta le hizo saber de qué su amigo estaba ahí, por lo que abrió inmediatamente para dejarlo pasar y caerse derrotada en el lomo del animal.

- ¿Qué tan grave es? - le preguntó mientras se acurrucaba junto a su hija en él. El animal respondió y como por instinto, ella entendió - Así de grave ¿Eh? - ella miró a su pequeña que jugaba con el pelo de su amigo, mientras le hacía caras a su madre - necesito que te quedes aquí, Inti - dijo mientras levantaba a su hija y la colocaba en un corralito que estaba ahí - iré a ayudar.

* * *

- ¿Desde cuándo los marines tienen esa tecnología? - preguntaba Usopp mientras derribaba los cañones con sus armas.

- ¡¿No podemos usar el Coup de Burst?!

- ¡No tenemos cola, hermana Nami! La usamos toda.

- ¡Gomu gomu nooooooo...!

- "Hoturabi" - se escuchó a lo lejos de la batalla, haciendo que todos se distrajeran ante un montón de luces que daban la sensación de luciérnagas en el aire, que se dirigían hacia el bando enemigo - "Hidaruma" - Todos vieron como esas pequeñas luciérnagas se expandieron como pólvora en el cuerpo de los marines haciendo que estos se quejaran de dolor, o carbonizara partes de sus cuerpos.

Lost (Zororo Roronoa x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora