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Capítulo 5: Un granito de arena

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Capítulo 5: Un granito de arena

El tirón albino sonrió mostrando sus dientes afilados, nadó hacia "el trono" aquel lugar que le pertenece al líder de cada hogar de algún especie de sirenas.

—¿Y que hay de los antiguos habitantes de aquí? —preguntó mirando a uno de sus ayudantes.

—Hemos asesinado a cada uno —respondió firme aquel tritón Albino. —Solo las sirenas pequeñas quedaron de prisioneros

—¿A cada uno? —preguntó dudando.

—A cada uno —afirmó.

—No a todos —dijo una sirena albina, la misma que había peleado con Amy y su madre.

—¿A que te refieres con que no a todos?  —preguntó confundido mirándola.

—Hay una sobreviviente que logró escapar

—¿¡Qué?! —preguntó exaltado. —¡Encuéntrenla ahora!

—Lo haremos señor —asintió la chica, luego soltó una sonrisa maliciosa.

[...]

La chica cargaba en una canasta toda la fruta que había comprado con el señor Dan, la mayoría de esta era sandía, luego de unos minutos llegó a aquel callejón donde seguro estaría Eliza.

—Eliza, he comprado fruta —dijo emocionada la chica.

—Oh, me alegro mucho —sonrió. —¿Pero como la compraste?

—Con monedas y billetes

—Dinero

—Ah si dinero —dijo entre risas un poco apenada, debía de cambiar su lenguaje poco a poco.

—¿Trabajaste?

—Traba ¿que? Yo solo vi como un chico tomó un monedero que no era suyo y corrió, lo atrapé y la señora me dio el dinero

—Oh vaya, eres muy valiente ____, me alegro —sonrió.

—Pero vamos, coma —dijo sentándose junto a ella.

Juntas disfrutaron de aquella deliciosa y dulce fruta, la noche cayó y de nuevo durmieron ahí, _____ no podía dormir, durante el día trataba de ser fuerte, ocultaba sus verdaderos sentimientos con una sonrisa y buen entusiasmo, pero durante la noche estos salían a la luz, extrañaba a su madre y a su hermana, todo aquello había ocurrido muy inesperado. Comenzó a sollozar, Eliza la escuchó, se acercó a ella y acarició su hombro

—Todo estará bien —susurró la señora.

_____ limpiaba sus lágrimas, Eliza la abrazó y acarició su cabello, mientras la sirena se desahogaba en su hombro, Eliza sabía sobre el verdadero sentimiento de ____ ella había pasado por eso, también trataba de ocultar sus sentimientos pero había lugares y momentos en los que no podía controlarse, y lloraba extrañando a su hija.

A la mañana siguiente, ____ despertó y de nuevo Eliza no estaba con ella, el sol alumbraba perfectamente el día.  Caminó un poco y en una esquina vio una bolsa llena de ropa, se acercó y comenzó a mirar dentro de ella, había ropa de mujer muy bonita.

—¿Te gusta esa ropa? —preguntó un adolescente de 15 años aproximadamente.

—Sí, es bonita

—Puedes llevártela,  mi mamá insistía en que la tirara a la basura, pero es mucho mejor que tu le des uso —dijo con una leve sonrisa.

—Muchas gracias —agradeció con una sonrisa tomando la bolsa.

Se fue rápidamente cargando su bolsa, al llegar a su hogar con Eliza, vio que ella estaba ahí, sentada acomodando unos cartones, ella se emocionó al verla y poderle dar la noticia.

—Eliza, que bueno que estas aquí —dijo sentándose junto a ella.

—¿Qué pasa? —la miró y río levemente al verla emocionada.

—He conseguido esta ropa —respondió sacando dicha ropa de la bolsa.

Eliza sonrió, mientras sacaban la ropa la dividían, había tamaños más pequeños, otros justos para Eliza y algunas blusas y vestidos para _____, Eliza le daba ideas para combinar esa ropa, luego de eso fueron a un pequeño arrollo cerca del mar para lavarla junto al resto de ropa sucia que ya tenía Eliza.

—¿Aquí lava su ropa? —preguntó curiosa la sirena.

—Sí  —asintió metiéndose un poco al agua.

—¿Y tengo que entrar? —preguntó un poco con miedo.

—Para mayor comodidad, sí —asintió.

—Yo... yo... no recordaba que tengo algo que hacer —dijo nerviosa, jugando con sus dedos. —Nos vemos más tarde —dicho eso salió corriendo de ahí como si alguien la perseguía, dejando a Eliza confundida.

Ya que estuvo lejos la chica, dejó de correr para ahora caminar, mientras caminaba pensaba un poco temerosa ¿Qué pasaba si toca el agua? ¿Podría convertirse en sirena? Y si Eliza la viera ¿Qué haría? era su mayor temor, que fuera rechazada por los humanos.

Ocean Eyes [Tom Holland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora