-No te estoy pidiendo ir al altar, esto es difícil de explicar todo está sonando tan cursi ya.
Aquellas palabras salieron de la boca toda nerviosa del muchacho de 15 años frente a ti, no podía ser cierto aquello que te proponía, el acababa de matar a su mejor amigo hace menos de una hora y tenía el descaro de huir de la escena para plantarse frente a tú casa, Huir, ese era su plan, pero huir a tú lado, ¿es que acaso ya debía ser internado en el psiquiatra en lugar del reformatorio?
-Kazutora, son diez años por lo que acabas de hacer, mataste a Keisuke, a tú mejor amigo, ¿acaso estás demente?, no me iré contigo solo porque si, debes entregarte, tienes que hacerlo.
-No, no puedo entregarme, necesito estar a tu lado, se que es lo que Baji hubiese querido yo no lo mate, te prometo que no lo hice
-Kazutora cariño, incluso si no fuiste directamente tú, debes entregarte, lo apuñalaste tengo una vida Kazutora, no puedo dejarla por ti tengo hermanos pequeños a los que cuidar y si me fuera mi madre, ella simplemente sufriría demasiado, no puedo hacerle esto a mi familia, debes comprenderme por favor
Tus ojos estaban humedecidos, cuando conociste a Kazutora, con solo ocho años pensaste que el estaría a tu lado siempre, eran muy buenos amigos hasta que Keisuke entro en su vida, el de cabello de dos colores se fue alejando de ti por la pandilla, por sus otros amigos, hasta que mató a alguien, estuviste años yendo a verlo a aquel reformatorio a escondidas de tú madre, intentando ayudarlo, deseabas que el contrario saliera pronto para poder abrazarlo nuevamente, aunque el solo estaba preocupado por aquella pandilla, siempre guardaste tus sentimientos, no deseabas llenarlo de más problemas de los que ya tenía, tú no querías ser egoísta. Apenas salió del reformatorio formalizaron su relación, tras años de espera podrías estar a su lado, y tan solo un mes luego de eso, mes en el que jamás estuvo más de veinte minutos a tú lado, lo tenías frente a ti, podías sentir tú corazón latir con fuerza, intentando que la opresión en tú garganta se fuera tosiste un poco, pero no podrías evitar dejarlo, debías valorarte y aquel muchacho no era para ti, aunque te obligaras a estar con él no serías feliz.
-Perdóname Kazutora, pero es momento de alejarme de ti
Cerraste la puerta en la cara del chico, mientras tus mejillas se bañaban de lagrimas saladas, tú pecho dolía y tú mente te recriminaba lo que acababas de hacer, lo habías dejado ir totalmente, ya nunca más lo verías, el estaría años en aquel lugar encerrado y tú seguirías con tú vida como debiste hacerlo desde un principio. Escuchaste la sirena de la policía cerca y lo viste por la ventana de tú cuarto, solo podías pensar en los momentos juntos mientras jugabas con la pulsera que hace años él te había regalado.
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Tokyo Revengers One Shot's
RandomOne shots en su mayoría cortos. Sin una descripción clara de t/n. Lector Masculino y Femenino. Sin editar, quizás faltas de ortografías o falta de coherencia.