Mitsuya.

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En un día tan importante como el día de san Valentín, tu estabas llorando en el salón de cocina con tú uniforme completamente sucio y una torta cruda/quemada sobre la mesa, queriendo aprovechar el día para confesarte con el chico que te gustaba, presidente del club de al lado del de cocina, decidiste aprovechar y usar tú puesto como única integrante del club para cocinarle algo, las recetas de galletas, como las de chocolates, estaban muy usadas en estas fechas, por lo que pensaste de inmediato en hacerle un pastel, todo iba bien, se veía fabuloso, solo faltaba hornearlo, ese fue el problema, por ir al baño no te fijaste en que el horno estaba mal cerrado y hablando con una amiga no notaste que el pastel llevaba más tiempo del que debía en el horno, cuando llegaste a la sala, intentando sacarlo del horno sin cuidado con tus manos te quemaste y el pastel cayó sobre ti. La torta en forma de corazón ahora estaba sobre la mesa, toda desarmada, con el relleno crudo y la base negra, sumamente quemada.

La puerta del salón se abrió en pleno llanto, no tenías ganas de hablar con nadie, esperabas que al ver tú lamentable situación comprendiera que debía irse, aunque claramente tú no contabas con esa suerte, pues lograste escuchar como la voz de un muchacho pregunto ¿estás bien? ,y tú claramente antes de ver quien era decidiste solo abrir la boca.

-¿Te parece que estoy bien, idiota?, no, no estoy bien, puse mi mayor esfuerzo en un pastel para confesarme con el chico que me gusta, que es presidente de un club lleno de chicas guapísimas y termina siendo una mierda, no cerré bien el horno por estar haciéndome pipí y de camino aquí se me paso el rato hablando con una amiga, ahora el puto pastel esta quemado y crudo a la vez, yo estoy llena de torta porque se me cayó, y una chica mucho más guapa se declarara a Mitsuya y él aceptará, y serán novios, y luego se casarán, y tendrán una casa, con tres niños, cuatros perros, tres gatos, un hámster, dos hurones y un conejo, y ella le preparara feas cenas para cuando el regrese de su trabajó como diseñador y yo viviré sola y soltera toda mi vida porque no soy capaz de decir lo mucho que me gusta.

-Pues a decir verdad, con un niño estoy bien, puede ser un niño, un perro y un gato ¿bien?, sobre lo de las chicas de mi club, si son muy guapas, pero ninguna es mi tipo, lo de trabajar como diseñador, pues si me veo, regresar a casa con la cena, pues solo si quieres, también debes tener sueños que cumplir ¿no? Y lo de que te gustó, pues también me gustas, el pastel lo podemos arreglar, ¿una cita luego de que puedas cambiarte el uniforme sucio?

Lo tenías frente a ti, te acababas de confesar de la forma más absurda y humillante que podía existir y el solo te sonreía, el únicamente te sonreía con diversión, aquel chico quería matarte de un para cardiaco.

-S-si, yo tengo ropa de cambio en mi casillero ¿realmente eres tú?

-Realmente soy yo, ahora, veámonos en veinte minutos en la entrada del colegio, debo organizar el club antes de irme, ¿sí?

-Claro, en veinte minutos nos vemos ahíyo, perdón por hablarte así.

-Tienes carácter eso me gusta de ti, no me molesta en lo absoluto.

Tokyo Revengers One Shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora