Tokyo Revengers One Shot's

Mikey.

Comer dulces con tú novio era normal en una cita con él, más bien, que tú novio se comiera todos los dulces que compraste era normal en una cita con él, también era normal tener al menos una hora de la cita con Draken como acompañante, lo que no era normal era tener que meterte en una pelea con dos muchachos de una pandilla que apenas comenzaba porque tú novio decidió que te miraban demasiado. Mikey no salía con cualquier chica, eso lo supiste desde el momento que comenzó a gustarte, pero tenías claro que cambiar por el tampoco era una opción en lo absoluto, tenías dignidad y personalidad propia, aquello que pensaste que te alejaba de sus estándares te acercó a ellos, lo único que debiste aprender en el tiempo para salir con él fue a defenderte, tanto verbal como físicamente, el rubio no podía estar todo el tiempo contigo y siendo novia de Mikey era casi imposible esconderte por lo que defenderte a ti misma a veces era necesario.

-Mierda Mikey, ¿justo hoy debías ponerte celoso?

Le reclamaste mientras esquivabas un golpe del muchacho frente a ti, tú pareja solo se divertía esquivando golpes, en definitiva aquel día tenía ganas de pelear, pero tú tenías hambre y estabas cansada por los deberes de la escuela por lo que decidiste acabar aquello de una vez, una patada, de las que Mikey te enseño con esmero, fue dada justo en la cabeza de quien te atacaba dejándolo en el piso sin esfuerzo, antes de que el otro chico logrará reaccionar correctamente a la situación ya lo tenías en el piso, con su rostro siendo brutalmente golpeado sin parar.

-Ya amor, los dejaste todo golpeados, vámonos ya me aburrí.

Negando con tú ceño fruncido lo seguiste, no sin antes limpiar tus nudillos en tu uniforme, caminaron hasta la motocicleta de tú novio, cuando se montaron y tu estuviste abrazado a su cintura el avanzó a toda velocidad por las calles, podías sentir como su aroma azotaba contra tu nariz gracias a la fuerte brisa que los golpeaba, también lograbas captar los latidos de su corazón con una de tus manos, eran rápidos y erráticos, llenos de emoción, ver su pelo ondeando te hacía sentir feliz, sentías que ambos eran libres en momentos como ese.

-Te amo Mikey.

Le dijiste al oído, sabías que el no te respondería, no era de decir sus sentimientos, aunque no te desagradaba aquello, el los expresaba de otras formas. El problema llegó cuando notaste que su error fue desconcentrarse de su alrededor, Izana los buscaba para hacer sufrir a Mikey, lo supiste cuando una moto que iba en sentido contrario al de ustedes de jalo del cabello, soltaste a tu novio por inercia, podría caer contigo si lo seguías abrazando, fuiste arrastrada por al menos diez cuadras por quien reconociste apenas como Kisaki, podías escuchar la moto tan distinguible de tú rubio novio cuando finalmente te dejaron tirada, escuchabas sus suplicas porque te quedarás con él, sin embargo, antes de escuchar lo último que tenía para decir o siquiera poder decirle tú algo tus ojos se cerraron y tú respiración se cortó para siempre.

-Te amo, por favor cásate conmigo... ¿Amor?... ¡No, no amor!