"09"

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Nuevo día, nuevas oportunidades.

Y para TaeHyun, como venía creyendo desde siempre, tales oportunidades sólo terminaban siendo para al final fracasar en todo.

El último examen de química le había salido mal, sus padres no querían dejarlo salir de casa por causa de ello —ni con amigos ni con nadie—, su banda favorita de K-Pop había anunciado comeback y él no tenía dinero para el nuevo álbum, tampoco había logrado terminar la tarea de hace una semana que debía de entregar ese día, se había dejado el dinero para su almuerzo en la mesa de su cocina y para terminar, el internet estaba fallando y a su celular se le había antojado apagarse de la nada sin importar que tuviera más de la mitad de carga todavía.

Hasta ahí todo muy lindo, considerando que iba apenas en martes y eran las nueve de la mañana. Mucho éxito le seguía esperando. Claro que sí.

De lo lindo, éxito, pero a la inversa.

—Hoy no estoy de ánimos, ve tú.

—Oh, vamos. ¿De nuevo, TaeHyun? —el nombrado resopló mientras que estampaba el rostro en su pupitre, Huening hizo una mueca ante el ruido seco que ocasionó tal acción y hasta sintió dolor— No mueras, ¿Es por BeomGyu hyung? —empezó— si es por eso, no te preocupes, yo te esconderé y él no pod-

—Ya, sácate el nombre de ese pobre chico de tu boca al menos por hoy, ¿Puedes? —suplicó, elevando consecutivamente el rostro solo para observar con seriedad al menor— y cambia esa cara, que no es por él que estoy así, ¿Bien?

—¿Seguro? —el contrario asintió— Y entonces, ¿qué tienes? —inquirió en tono preocupado, poniéndose de cuclillas frente al asiento de Kang y mirando a su amigo desde abajo con ojos grandes y expresivos que denotaban su sinceridad. El mayor suspiró con pesadez, recargando su rostro en la palma de su mano y apoyándose en su codo— ¿Te sientes mal?

—No lo se. —habló sincero— Creo que sólo estoy estresado, no quiero salir al receso. Ve tú, no te quedes a amargarte aquí conmigo. —expresó, al final regalándole al chico frente a él una pequeña y desganada sonrisa.

—Yo prefiero quedarme y amargarme aquí contigo a tener que ir y comer sin ti. —habló, usando un tono de voz suave cual niño pequeño. TaeHyun resopló mientras que ensanchaba su sonrisa— Me voy a quedar, ¿Vale?

—Eres asquerosamente adorable, —rió bajo, restregándose las palmas de sus manos en el rostro y luego observando la cara de cachorrito pateado que portaba Huening— pero de querer ayudarme enserio, por favor, ve y come algo. Quiero sufrir un rato a solas. —el menor gruñó en desaprobación y Kang se reincorporó en sus asiento, riéndo— Eh, vamos, si obedeces luego prometo dejar de lado todo esto y acompañarte al arcade cuando acabemos las clases, ¿qué te parece?

El menor lo observó en silencio y pareció pensarlo, pero seguía sin verse realmente convencido.

—Me parece un muy buen intento de soborno. Pero no.

El suspiro cansino de TaeHyun resonó en el lugar.

—Bien, ¿Sabes qué? Vete a coquetear con YeonJun hyung, te doy permiso. Olvida nuestro falso matrimonio y si quieres, hasta implementa el poliamor e incluyan a SooBin. El amor te espera, déjame sólo que quiero pensar en mi vida, ¿Puedes? —pidió, esta vez poniéndose de pié y dándole pequeños empujones al más alto, tratando de hacerlo ceder y de paso haciendo que Huening perdiera todo tipo de habilidad para reaccionar y detener su andar, pues se encontraba de lo más confundido tratando de procesar lo que oía— Estaré bien. No te preocupes. Creo que podré sobrevivir unos minutos sin ti. —bromeó.

El menor entendió las palabras de su mejor amigo y no pudo evitar carcajearse mientras que era sacado de su propia aula. Al final, Huening aceptó.

—Bien. Me iré, pero tendrás que cumplir con eso de ir luego al arcade, ¿entiendes? —el más bajo asintió— y deja ya de insinuar cosas entre los hyungs y yo. Es extraño.

El menor hizo una mueca de asco, y tras ambos echarse a reír, por fin el alto fue echado del lugar y TaeHyun pudo tener un momento pequeño de paz y silencio.

Volvió a su asiento, dispuesto a lanzar maldiciones mentales a diestra y siniestra y a amargarse por lo podrido que se sentía al no poder hacer las cosas como quería y de la forma que planeaba.

Y pudo haberse estado sumergiendo en muchos otros pensamientos y recriminaciones masoquistas por los siguientes siete minutos que quedaban de receso, pero para desgracia —o suerte— suya, alguien llegó a cortarle toda oportunidad de seguir con ello.

TaeHyun se encontraba con el rostro escondido entre sus brazos y recargado en su pupitre, cuando los pasos y una silla siendo arrastrada hicieron el ruido suficiente como para hacerlo levantar la vista y ver de quién se trataba.

Y, por los Dioses, ¿Por qué ese chico tenía que aparecerse en los momentos menos esperados por Kang?

Frente a él se encontraba sentado Choi, observándolo en silencio y con una pequeña sonrisa tirando de la comisura de sus labios. El corazón de Kang latió con prisa, y fue más por el susto que le dio encontrarselo tan cerca que por otra cosa.

—Tú... Beom, ¿cómo..?

—Hola —saludó, dándole inicio al tormento mental de Kang, quién casi se ahoga tratanto de respirar normalmente— ¿podemos hablar?

¿Por qué es que a TaeHyun le costaba tanto hilar palabras frente a Choi?

¿Era brujo, acaso?

Hola, te amo. | C.BG + K.TH | OBRA CANCELADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora