Herencia Maldita (1° ciudad Oscura)

Capitulo Final

Estoy demasiado feliz! por fin se termina... y se viene la segunda temporada ! espero que sigan leyendo<3 los quiero<3 

COMENTEN, VOTEN Y NO SEAN LECTORES FANTASMAS! LOS AMO<3

Capítulo 14, Final

En mi ventana un par de ojos azules eléctrico me estaban mirando, pero eso no era lo perturbador sino el resto, ese par de hermosos ojos con el iris como un gato se encontraban en una brillante cara roja llena de escamas, un par de enormes dientes adornaban su boca mientras al final de la garganta se podía ver como una bola de fuego se prendía y apagaba junto con la respiración, sus orejas eran largas y sus cara alargada y de facciones dulces. Un dragón, se encontraba un dragón en mi ventana. Lo peor es que los dragones se habían extinguido hace millones de años… o eso era hasta ahora.

Sentí mi látigo en la mano pero estaba completamente helado… claro hielo contra fuego.

-Dafne espera.- Escuche decir a la criatura.

No perdí el tiempo, estaba asustadísima, me levante de la cama, di una vuelta con mi látigo he intente, fallidamente, agarrar al dragón. Pero del susto solté mi látigo y este salió volando por la ventana justo a tiempo que se movía la criatura.

-Oh no… debo irme.- Dijo el dragón con ojos asustados y de un solo choque de sus alas el viento producido me tiro al suelo, desde allí pude ver al dragón alejarse.

Sentí la puerta de mi habitación abrirse a mis espaldas justo cuando no quedaba ningún rastro del dragón.

-Daf, ¿estás bien? –Dijo mi madre tirándose al suelo mientras me tomaba la cara para verme a los ojos.

-Si mama es solo que me he caído de la cama.

-¿Y tú brazalete? –Pregunto mirando mi muñeca.

-¿Los dragones no existen verdad? –Pregunte, evadiendo su pregunta. Me miro extrañamente.

-Pues claro que no, se extinguieron un poco después de la muerte de Zeus y Hades, ¿Por qué? ¿De eso se trataba tu pesadilla?

-Sí- Dije suspirando, no se lo contaría… ¿Cómo es que supiera mi nombre? ¿Qué está sucediendo? - ¿Qué haces despierta?

-Tengo un mal presentimiento.- Dijo acariciándome el cabello y besándome la frente para luego ayudarme a pararme-. Pero a lo mejor solo es insomnio.

Le sonreí.

-Lo más seguro mamá, ve y trata de dormir.- Dije besándola.

-Tienes razón, buenas noches.- Dijo caminando a su habitación.

-Buenas noches.- Dije y cerré la puerta.

Me tire sobre la cama y en eso vibró mi celular, había recibido un mensaje, era de Shadow:

 “Ve al lugar donde entrenas, te espero.”

Algo que ya me parecía extraño, era que a diferencia de todos los mensajes que me enviaba Shadow, éste no traía su particular firma, con firma me refiero a cosas como “espero a tu gordo trasero o déjate de babear pensando en mí” pero finalmente era el único teléfono privado que siempre me enviaba mensajes.
Me puse mi ropa de caza, algo que ya llenaba el 80% de mi armario, y tome mi mochila, preferí salir por la ventana para no despertar o alterar a mi madre, además así pude recuperar mi brazalete.
Opte por flotar rápidamente hasta el gimnasio, al llegar puede divisar que las luces estaban prendidas, él ya había llegado.
- ¿Shadow? ¿Estás aquí? - dije al entrar.
En ese momento, las luces del lugar se apagaron, dejándome en absoluta obscuridad, ¿Que pretendía Shadow? ¿Matarme de un susto? ¿El muy idiota no sabe que cazo monstruos peores que él?
- ¡ja, ja, ja! Muy gracioso Shadow, ahora si te alcanza la inmadurez ¿Podrías dejarte ve por favor? - dije con un tono Enojada.
Sentí un aire frío correr por mi espalda, junto con un cuerpo... lo que me produjo un escalofrío. 
-¡Demonios! ¿Qué ocurre? Shadow me las pagaras, tarde o temprano por este susto, eh.- Dije con tono de irritación mientras me cruzaba de brazos, tal vez se trataba de sus formas de ser romántico… idiota.
En ese instante, unas manos heladas me tomaron de los brazos. Intenté gritar, pero, no pude... ¿De qué se trataba? 
- En la primera frase estás en lo correcto... se trata de Demonios. - dijo una voz masculina.
Me congele por completo, me encontraba en la misma situación de cuando recién vi a Shadow, deseaba que todo fuera una pesadilla, y que en cualquier momento despertaría, trataba de convencerme a mí misma.
- Sabes, No me gusta hablar demasiado… mejor comencemos por la acción.- Dijo y sentí un duro golpe en la cabeza que me hizo desmayarme.