Responsabilidad

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Craig Tucker

—Carajo... —al igual que la mañana anterior, la fuerte música proveniente de mi teléfono resonó por la habitación, despertándome de la inconsciencia, sin embargo esta vez note que no era mi alarma, sino una llamada entrante— ¿Qué coño?...

Con los ojos entrecerrados por la reluciente luz de la pantalla de mi teléfono intenté ubicar el botón rojo para rechazar a quien sea que esté interrumpiendo mi sueño, pero en eso mi vista se enfocó en las palabras "Mini Demonio" como registro del número, resignado contesté

—¿Qué quieres? —pregunté, soltando seguidamente un profundo bostezo

—Finalmente contestas idiota —la chillona voz de mi hermana menor hablo desde la bocina de mi teléfono— Mamá se estaba comenzando a preocupar

—¿Por qué? ¿Qué sucede? —batallando contra el sueño y evitando terminar dormido en mitad de la llamada me incorpore lentamente, sentándome en mi cama y apoyando mi espalda en el respaldo de esta

—No contestaste ninguno de nuestros mensajes ayer, ¿Qué demonios estabas haciendo? —sonaba algo molesta

—Oh... Lo siento... Tuve un día ajetreado, ya sabes... Luego tenía que trabajar y... salí con un amigo, muchas cosas por hacer, no estaba muy atento al teléfono —mencioné sin más, esperando satisfacer su intriga

—¿Uhm? ¿Qué amigo? —tal vez no debí mencionar eso último

—No es de tu incumbencia —contesté de mala gana, algo que solía molestarme mucho era lo metiche que solía ser mi hermana de vez en cuando, preguntando más de lo necesario por pequeños detalles irrelevantes

—Ah, así que no quieres decirme ¿Eh?.... Sospechoso... Déjame adivinar... —guardó silencio por unos segundos, por lo que puedo imaginar estaría tocando a la barbilla y entrecerrando los ojos tratando de Concentrarse en encontrar una posible respuesta, una costumbre que ha tenido desde pequeña— Clyde y Kenny trabajaron anoche... A Token no le gusta salir tarde entre semana... Jimmy mañana se va de gira... Esos son tus únicos amigos porque eres un maldito antisocial así que... —empezó a suponer— No... No, no me jodas Craig

—¿Qué-...? Espera, ¿Cómo sabes todo eso? —fruncí el ceño ante la detallada información de mis amigos que mi hermana poseía y la perturbadora calma con la que lo comentaba

—¡Eso da igual! Craig... No me digas que saliste con Tweek anoche —ahora su voz sonaba más seria que molesta

—¡E-Eso no es asunto tuyo! —la simple mención del rubio hizo que despertara de mi estado entre despierto y dormido en un parpadeo

—¡Entonces es verdad! Puta madre Craig ¿Osea que aguante todos esos meses de agonía donde escuchabas una y otra a My Chemical Romance cada noche a todo volumen en vano? ¿¡Aún no lo superas!?

—C-Callate, no sabes de lo que estás hablando —dije indignado ante la acusación de mi hermana adolescente, incluso a kilómetros de distancia lograba meterse en mis asuntos

—No puedo creer esto hermano ¿Él no estaba con Clyde? —como siempre hizo caso omiso de mis palabras

—Sí... Están juntos, pero nosotros solo somos amigos y... —me detuve por un segundo pensando en lo que estaba diciendo y mordí mi lengua— Tsk, no tengo porqué darte explicaciones mocosa, olvídalo, no quiero seguir hablando de esto... —exhale molesto— ¿Para qué me llamaste tan temprano?

—¿Temprano? Son las siete tonto, estoy por entrar a la escuela

—¿¡Las siete!? —me levanté de un salto y volteé a mirar la pantalla de mi teléfono, fijándome en el reloj que, efectivamente, marcaba las 7:05am— ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Se me hace tarde!

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