Capítulo 17

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Volver de nuevo a su país había significado demasido para Mallori y no solo por volver a ver a sus hermanos, más bien era porque quería huir de París para enterrar el recuerdo de Yannick.
Durante cerca de tres años, no ha podido olvidarlo, aunque con el paso de los días ha entendido como la vida va pasando entre sueños e ilusiones, fundidas pasiones que siempre queda una despedida.
Regresar al pasado tentada a no recordar por la falta de desaliento a no encontrar la salida a ese largo camino impuesto hasta alcanzar una felicidad que cada vez está más lejos de su alcance.

Esa misma noche había llegado junto a su hermana a una fiesta dónde habría pretendientes dispuestos a conquistarla esa noche.
Junto a su hermana ven como bailan las demás parejas, como siempre Mallori permanece en un segundo plano viendo cómo algunos caballeros se acercan hasta Leyna con la intención de cortejarla.
Ella intenta deshacerse de aquellos hombres por no querer continuar con una segunda vida llena de angustia como la había llevado junto a su marido.

— Condesa de Wegner, es todo un privilegio verla aquí en mi fiesta. — La varonesa Turínet llama la atención de Mallori tras haber escuchado entre los rumores del círculo ser la hermana del duque de Floriak.
Un encuentro casual para tratar temas económicos haciendo amistad para que así el duque pueda tener audiencia con su hijo.

Cansada de ser el centro de atención por ser condesa, Mallori decide marcharse junto a su hermana al que fue su hogar en la infancia.

Al entrar a la mansión Jakob sale a su encuentro dándole la bienvenida agradecido de hospedarse allí.
A pesar de la compañía de su hermano, Mallori desea estar sola pensando en su esposo.
A pesar del tiempo transcurrido, su corazón sigue marchito causándole demasiado sufrimiento cambiando su sonrisa por gotas saladas, sus labios están secos por no ser besados y su cuerpo aclama el calor del fuego de Yannick.

En ese momento, tocan a la puerta. Se trata de Dorian.

— Disculpa si le molesto tan solo quería mantener una conversación con vos, algo que debes de saber. — Dorian entra al cuarto nervioso, carraspeando su garganta intenta armarse de valor para contar el secreto que ha estado cargando por tantos años.

— Dígame, ¿Qué es lo que me tiene que decir?

— Antes de nada, asumo mi responsabilidad y pido tu perdón. Algo difícil de hacer por haber mentido durante todo este tiempo.

— Dorian, por favor, hable de una vez estoy muy nerviosa.

— Se trata de Yannick, él no murió en la cárcel, yo le ayudé para que escapara. Debido a sus antecedentes, le pedí de huir lejos donde nadie lo reconozca y guardar silencio hasta asegurarme  que el ejército  no volverá a buscarlo más.
Guardé el secreto por miedo a que te hagan daño Mallori dado que te estaban investigando.
Siento mucho no haberte dicho todo esto antes, lamento cada gota que han salido de tus ojos por mi culpa.

— Dorian, no estoy molesta contigo, entiendo perfectamente cual fue el motivo por el que has debido callarte para protegernos, y el saber que mi esposo está vivo me llena de dicha y alegría.

— Mallori, exactamente no sé si está vivo o no Yannick porque realmente no sé dónde se encuentra. Sé que salió de Francia, no estoy seguro si está en España o pudo ir hacia otro lugar.
Investigué durante meses para poder localizarle sin éxito.

Mallori toma asiento en una silla de madera mirando hacia un pequeño espejo preguntadose donde se encuentra Yannick y que es lo que puede ella hacer para dar con su paradero.




España

Conforme estaban pasando los días, el señor Espinoza estaba tomándole más confianza a Yannick a pesar de sus intentos de mantenerse lejos de la vida de los ricos.
A él personalmente le gustaba mucho más su nueva vida como jornalero, trabajando duro en el campo donde había hecho grandes amistades y era muy respetado por todos.
Justino veía en él todo un hombre de negocios.
El hombre perfecto para poderlo casar con la menor de sus hijas.

EL SENTIMIENTO DEL NOBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora