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Cuando ambos se conocieron sintieron como si una energía o chispa hubiera llenado todo el lugar, sólo eran ellos dos, el mundo se había detenido cuando ambos se vieron esa fría noche de Diciembre bajo la blanca nieve.

Dieron unos pasos para acercarse más al cuerpo ajeno, se tocaron con delicadeza, delineando cada parte del rostro contrario.

-Tú. - dijeron ambos al unísono, sus rojos ojos miraban los otros, uno más oscuro y el otro más claro.

-¿Como te llamas?. - preguntó el más alto, llevando una mano hacia la pequeña cintura del otro.

-Hoseok, soy Jung Hoseok, hijo de Gruntier segundo.

-Hoseok, que bello nombre. Me presento, soy Jeon Jungkook, hijo menor del señor Friqeir.

Hoseok se acercó más, guardo su rostro en el cuello de Jungkook y lamio. Jungkook soltó un pequeño gruñido.

-Hijo del creador de sangre falsa. - los vampiros no bebían sangre humana, no como muchos humanos creían, y fue gracias al padre de Jungkook que eso fue posible, así ellos podían pasar desapercibidos, bebiendo una sangre que había sido procesada con todo lo que ellos necesitaban para mantenerse fuertes.

-¿Donde has estado estos 117 años?.

-En la oscuridad, con cuerpos sobre mi, con hombres que me hacían lo que yo quiero que tú me hagas, hoy, duro, rápido.

-Haré que olvides todo eso, haré que supliques por mi, pequeño Hoseok. - el nombrado soltó un gemido, estaba más que excitado, tener sexo con mortales no era lo mismo que tener sexo con los de su misma especie, ellos eran más rudos, fuertes, más calientes, los mortales eran tan estúpidos que debía masturbarse el mismo para, por lo menos, sentir una descarga eléctrica por todo su cuerpo, pero Hoseok sabía que con Jungkook no iba a ser necesario.

-Va a ser difícil, con la cantidad de hombres con los que me he acostado estos 124 años no es una broma. Así que espero y hagas tu mayor esfuerzo.

Jungkook estaba a nada de comerle la boca ahí mismo, si no fuera un poco más consciente de seguro lo hubiera hecho, pero habían familias a su alrededor.

-Vamos a mi casa, Hoseok.

Jungkook manejo tan rápido como le fue posible su auto deportivo, en ese momento se maldijo por tener su casa tan lejos, pero todo era por seguridad.

Cuando llegaron Hoseok no perdió ni un minuto, enrollo sus piernas a la cintura de Jungkook y comenzó a frotar su pene con el del pelinegro.

Jungkook atrapó sus labios y los beso con deseo, mordió el inferior, una gota de sangre salió de estos, Jungkook se volvió loco al sentir el sabor de Hoseok.

Con pasos veloces lo llevó a su cuarto en el piso de arriba, lo tiro a su cama y se desnudo en tiempo récord, Hoseok se relamió sus labios al ver el fuerte pecho del inmortal, se acercó y acarició, beso y lamio, quería bajar más pero Jungkook lo detuvo.

-Si te portas bien puede que te deje hacerlo. - Hoseok soltó un gemido al sentir como las fuertes manos de Jungkook destrozaban su ropa. - Primero quiero conocerte.

Jungkook empezó un camino con su lengua, desde su cuello, pasando por sus clavículas, pezones, costillas, ombligo, hasta llegar al inicio de su bóxer.

Se lo quito delicadamente, y beso sus muslos, volvió a subir y comió su boca, Hoseok enrollo sus piernas y lo pego más a él, quería sentirlo, quería tenerlo dentro, quería sentir el duro y grande pene de Jeon Jungkook.

-Basta de juegos. - ordenó Hoseok sin aliento, los calientes besos de Jungkook iban a hacer que se viniera, lo cual no podía dejar pasar - Tu pene, dentro, ahora.

Jungkook sonrió entre las piernas de Hoseok, quería seguir jugando con su cordura un poco más, por lo que dirigió sus dedos justo en la entrada de Hoseok, tanteando el lugar. El castaño curveo su espalda mientras apretaba con fuerzas las mantas negras de la cama de Jeon.

-Mierda. - susurro, quería golpear a Jungkook.

En un rápido movimiento Jungkook le dio vuelta, su pene ya estaba más que duro por lo que en una embestida lo metió todo.

-¡Jodida mierda!. - soltó Hoseok apretando sus ojos, el pene de Jungkook era enorme, al menos más grande de lo que alguna vez tuvo dentro.

-¿Eso querías? Duro, rápido.

-Si, si. - Jungkook comenzó a moverse, la cama empezó a golpear contra las paredes, Hoseok sentía que en cualquier momento se iba a romper y los dos iban a caer. - ¡Más, más! - Jungkook aceleró sus movimientos de cadera, el culo de Hoseok se sentía como el mismo cielo, era tan jodidamente apretado que hizo que perdiera la cordura.

El cuarto estaba lleno de los gemidos de ambos inmortales, Hoseok sentía como las lágrimas salían por la sensación tan deliciosa que estaba sintiendo, Jungkook gruñía mientras apretaba más las caderas del castaño para evitar que se moviera.

-Eres tan delicioso. - Hoseok estaba por venirse, escuchar los gemidos y gruñidos de Jungkook lo volvían loco. - Hoseok. - se acercó a su oído sin dejar de moverse. - Ahora eres mío.

-¡Jungkook!. - las negras sábanas fueron manchas de su líquido blanco, Jungkook después de unas cuantas estocadas más se vino en el trasero de Hoseok, ver su semen llenar el trasero del castaño hizo que su pene se vuelva a levantar.

-¿Otra ronda?.

-¿Bromeas? Esto no es siquiera el inicio Jeon Jungkook.

Hoseok acostó al pelinegro para luego ponerse encima de él, bajo hasta su pene y comenzó a lamerlo y chuparlo.

-Delicioso. - Jungkook sonrió, llevó su mano al cabello castaño y comenzó a acariciarlo mientras Hoseok seguía con lo suyo.

-Oh, si. - Hoseok comenzó a besar sus bolas mientras masturbaba el pene de Jungkook, estaba tan encantado con ese pedazo de carne que no quiso dejarlo aún cuando él semen de Jungkook inundó toda su boca.

-Una vez más. - suplico, Jungkook negó.

-Después de que tenga mi pene dentro de ti te dejaré hacerlo.

Jungkook se sentó, puso a Hoseok encima suyo y comenzó a besar su cuello.

-Salta. - Hoseok obedeció, Jungkook no dejaba de besar su cuello y pecho.

Ambos se sentían muy bien, ambos siguieron hasta el amanecer.

BLOOD/junghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora