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-¿Cómo te sientes?. - Hoseok asintió, se sentía más que bien, estaban en el cuarto del pelinegro, las cortinas estaban cerradas, así evitando que la luz del sol entrará.

Ambos cuerpos estaban siendo tapados por una delicada sabana blanca, la cual Jungkook puso sobre ellos la noche anterior.

Hoseok estaba revisando sus redes, los vampiros también tenían vida social, se arreglo el cabello y se tomó una foto.

-Ven. - Jungkook se acercó, Hoseok colocó la cámara enfrente suyo y apretó aquel botón. - Listo. - la subió a Instagram.

-Ya le di like. - Hoseok soltó una risita. - Wow, soy tan guapo. - Hoseok volvió a reír. - ¿Qué? ¿Miento?.

-No, claro que no. - Hoseok recostó su cabeza en el pecho de Jungkook. - Eres muy guapo.

-Tu eres lindo. - Hoseok beso su pecho. - ¿Quieres salir?, esta nublado, por lo que no hay mucho sol. - los vampiros podían salir, siempre y cuando el sol no estuviera tan fuerte, como por las tardes, pero como era época de nevada el sol no salía por completo.

-Si. - Hoseok se puso de pie, jalo la sabana y se cubrió con ella.

-Oh, vamos, ya vi todo Hoseok. - el mencionado bajo la mirada, soltó la toalla y dejó su cuerpo a la vista de Jungkook. - Así está mucho mejor, mira que hermoso eres.

-Cállate. - Hoseok recogió su ropa del suelo, pero al ver lo arruinada que estaba miró a Jungkook con el ceño fruncido.

-¿Qué?.

-¿Qué?. - imitó en un tono burlón. - Mira lo que hiciste, ahora no tengo nada que ponerme. - Jungkook se puso de pie, el no tenía pena por caminar por su casa desnudo.

-Te puedo prestar algo, y luego podemos ir de compras. Juro comprarte todo lo que quieras.

-¿Todo?.

-Si, todo. - Hoseok sonrió.

-Bien, voy a darme un baño.

-Vamos los dos.

Llegaron a la plaza tarde, pues se entretuvieron haciendo otras cosas en el baño, cuarto y sala. Jungkook se sentía bien, se sentía feliz después de mucho tiempo, cada vez que miraba a Hoseok sentía su corazón revolotear en su pecho, no sabía que tenía corazón, lo creyó muerto cuando lo vio a él irse.

Negó, no debía recordar aquello, ahora estaba con Hoseok, debía dejar todo en el pasado, lo miró, su brillante y hermosa sonrisa iluminaba todo el lugar, se adentro a un local en donde agarro un pantalón negro de mezclilla con agujeros.

-Esto, quiero esto. - se lo mostró a Jungkook, el más alto lo miró atentamente, era una prende sexi y que dejaba poco a la imaginación.

-Es muy... Feo. - mintió, Hoseok hizo un puchero, se acercó y le dio un beso en su cuello. - Hoseok... - Jungkook lucho por controlarse, no lo iba a tomar ahí.

-Gracias. - Hoseok se alegó y le mostró su cartera con una sonrisa ladina. Se la había quitado mientras lo besaba. - Vamos.

Jungkook soltó un gruñido, había caído por Hoseok, en ese mismo instante se prometió a sí mismo que nunca iba a dejarlo ir, Hoseok era suyo, suyo y de nadie más, Hoseok le pertenecía.

Te amo Jungkook. Eres el amor de mi fatídica vida.

Suspiro, debía ir y decirle adiós, era lo mejor para él, no podía dejar que Hoseok se enterara, no quería que se alegara.

-Jungkook, ¿todo bien?. - preguntó el castaño al ver su mirada perdida. - ¿pasa algo?.

-No, estoy bien lindo, ¿Qué mas quieres comprar?.

-¡Quiero zapatos!. - habló en un tono que hizo que Jungkook sonriera con ternura. Hoseok era su amor de toda la vida.

Jungkook tomó su mano y comenzaron a caminar, Hoseok lo miró y sonrió.

Cuando la luna hizo presencia ambos estaban sentados en una banca, cerca de una fuente de piedra, Hoseok tenía muchas bolsas a su alrededor miraba el cielo las estrellas no se veían con claridad, había frío pero el no sentía nada sólo lo sabía porque las personas que caminaban cerca de ellos se abrazaban a sí mismos para darse calor.

Jungkook miraba a una pareja, tenían a un bebé en medio de los dos la mamá le ponía un abrigo más grueso y el papá besaba su cabeza con cariño.

Entonces más recuerdos vinieron a su mente, de cuando lo conoció, la felicidad y las sonrisas que ambos se daban en todo momento, ¿Cuántos años tenía?, iba a cumplir diecisiete años cuando todo pasó, la mirada que le dio, no la podía sacar de su cabeza, era una tortura la cual llevaba tiempo sin sentirla ¿por qué de pronto recordaba todo?. Era absurdo, llevaba más de cincuenta años sin recordarlo.

-Jungkook. - Hoseok lo llamó. - Jungkook.

¿Cómo se había enamorado tan rápido de Hoseok?, se habían conocido hace un día, ¿por qué sentía esos fuertes sentimientos por el?.

-Jungkook. - volvió a la realidad cuanto escucho su nombre, miró a Hoseok y se puso de pie rápidamente. - ¿Estas..?.

-Debo irme. - Hoseok se paro y asintió.

-Si, ya es tarde, vamos.

-No, no Hoseok, debo irme, solo yo. - Hoseok lo miro sin entender. - Puedes ir a casa solo ¿cierto?.

-Si, yo si, pero...

-Adiós Hoseok. - Jungkook se dio la vuelta y camino hacia su auto, estuvo por volver por Hoseok cuando lo vio desde lejos, parecía tan puro que lo hizo dudar, apretó sus puños y aceleró.

Hoseok se quedó parado bajo la luz amarilla del foco, suspiro, tomó las bolsas de compras y se subió a un taxi.

Miró su teléfono, eran pasadas las once, se recostó en el asiento y cerró sus ojos.

BLOOD/junghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora