Capítulo 1

14K 912 212
                                    

-Narrador Omnisciente-

Era un día espléndido, Jennie se encontraba haciendo ejercicio en su casa, después de terminar toma una larga ducha. Para Jennie Kim, el tiempo es irrelevante y mucho más, cuando ella es su propia jefa.

Salio de la ducha, camino hacia su cuarto y se dispuso abrir las puertas de su gran closet. De tanto pensar, opto por una falda de tubo negra y una camisa blanca. Dejo suelto su cabello y se maquillo un poco.

Jennie: Hermosa como siempre, Kim.

Dijo mirandose a si misma en el espejo.

Cuando termino de elogiarse, bajo las escaleras y entro a la cocina. Preparo algo sencillo y empezo a comer, mientras veía las noticias. Al terminar, deja el plato en el fregadero y toma las llaves de su auto para salir y cerrar la puerta principal a su paso.

El guardia de seguridad la saluda, pero ella lo ignora como regularmente hace. Llevandose por milésima vez un "grosera".

Jennie camino hacia el garage de su casa y de todos sus autos lujos, prefirió uno en especial. Uno que amaba y era muy importante para ella, su maserati quattroporte negro, fue un regalo de su padre antes de morir. Abrió la puerta, entro en el y se dirigió rumbo a su empresa, mientras le llamaba a Kim Yong-Sun.

Jennie: Solar, soy Jennie. Se que estás ocupada, pero quería saber...Lo sé. ¿Puedes ir con Moonbyul a la gala? Si, solo era eso. No te pido nada más, gracias.

Colgó y sonrío inconscientemente.

-En algún lugar de New York-

En una cama, se encontraba una chica de piernas largas durmiendo plácidamente, solo descansaba en un top deportivo y un bóxer. La alarma de su teléfono seguía sonando y ella babeandose y soñando con las ovejas. Si no fuera por el fuerte ruido de un auto pasando, ella seguiría en la cama. Pesadamente abre los ojos, apaga la alarma y mira el reloj de su teléfono. Abrió los ojos al máximo y salto de su cama, por que ya era muy tarde.

Lisa: Mierda, mierda, mierda.

Decía, mientras corría al baño y lavaba su cara. Cepillo sus diente y salio del baño para vestirse. Se puso su típico traje y arreglo un poco su cabello.

Lisa: Carajo, no me duche, pero no puedo quitarme la ropa.

Lisa mira por todo su cuarto en busca de un perfume y el primero que encuentra, se lo echa. Sale del apartamento y corre lo más rápido al starbucks más cercano.

Lisa: Este no es mi día.

Comenta, al ver la gran fila, tardaría horas en salir de ese lugar.

X: Lalisa, ven tengo tú pedido listo.

La joven que atendía la llamo, le entrego los dos café y le sonrío.

Lisa: Gracias, me has salvado, Hwasa.

Pago, le regalo un guiño y salio de prisa de ahí. Lo único que estába a su favor era que su apartamento no quedaba tan lejos, pero aun así ella siempre llegaba tarde.

Ya llevaba cuatro años siendo asistente de Jennie Kim, la famosa editora, aparte de ser una grandiosa presidente en la empresa. Ella se encarga de que todos los trabajadores hagan su mayor esfuerzo.

La Propuesta | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora